Adrián Ruíz
Bandera familiar. Una mascarada de familia bien, porta la familia Layón Aarún. La tapa ha servido para desenvolverse en el bando criminal. Y al mismo tiempo colarse a cargos públicos. Enarbolan la bandera de una familia bien. En lo oscuro se manejan en la línea de la ilegalidad.
Requieren del cobijo de los gobiernos en turno. Para evitar el destape de sus turbias actividades. Saben comprar conciencias.
Lo hicieron primero con el muerto. Y ahora pretender hacerlo con Alejandro Armenta. Financiar la campaña política del gobernador electo. Les fue retribuida con una Secretaría de estado -Turismo para Norma Layón-. Gerónimo la hizo presidenta de San Martín Texmelucán.
El desastre que dejará la familia Layón en San Martín -quien gobernó el municipio fue Pepe Layón-, es para castigarlos. Nunca para premiarlos.
El historial de Pepe Layón en actividades ilícitas, abarca al país y los Estados Unidos. Los viajes con “mercancía” en su avioneta, redituaron millones de dólares. Lo mismo que algunas vidas humanas “accidentales” como la de Daniel -Dani- Zamorano -historia en poder de La Entrega-.
Los Layón, llegaron a San Martín Texmelucán a montar su imperio de poder y corrupción. Asumieron el control del robo de vehículos -motivo por el que la empresa Chrysler les retiró la concesión de venta de autos en Angelópolis-. Vendían autos de alta gama robados. El gobierno del muerto y la Fiscalía los protegió.
En San Martín, fomentaron toda clase de delincuencia. El huachicol, es otra actividad a la que le entraron con alegría. El secuestro, prostitución, narcomenudeo y todo lo ilegal se práctica en el municipio con la anuencia de la familia Layón -presidencia municipal-.
Antes de dejar el ayuntamiento de San Martín. Norma Layón la inminente secretaria de Turismo estatal. Dio luz verde a la delincuencia para el cobro de piso. A todos absolutamente a todos los vendedores ambulantes.
Cómo lleva parte del negocio. Se estableció que la cuota fuera de 200 pesos diarios para los 400 vendedores que se calculan en calles del centro y orillas de la carretera de Chauzingo -limites con Huajotzingo-.
El comercio no establecido se extiende a San Rafael Tlanalapan. Lugar donde los comerciantes le entran voluntariamente a fuerza con la cuota. A lo largo y ancho del municipio también los locales comerciales establecidos, “cooperan” de 500 a 2 mil pesos diarios. Las cuotas dependen del giro comercial.
Como claro botón de muestra: un negocio de pollos asados y rostizados. Localizado a la salida de San Martín rumbo a Huejotzingo, paga 2 mil pesos diarios.
Los socios del negocio de extorsión, acuden a los negocios y puestos ambulantes en motocicletas, armados y encapuchados. Cobran en escasos cuatro minutos a cada comerciante. Lo hacen aún en presencia de policías municipales y agentes viales. Los guardianes nada hacen. Por el contrario les brindan protección.
Así de “cochino” es el seno familiar de la familia Layón. Inconformes con la escandalosa polución de delincuencia en la que sumieron a San Martín Texmelucan. Se aprestan para contaminar la actividad turística del estado poblano.
Qué bonita familia. Limpios por fuera. Asquerosos por dentro. La moral no se compra en cualquier esquina. Ni todo el dinero del mundo alcanza. Lástima de ropita, residencias y autos de lujo.
¡Adónde vamos a parar!
Reporte de Informante
Junior al abordaje. Como el perdedor que ha sido, es y será Rodrigo Abdala, regresó al rincón de dónde salió para exhibirse en un sueño guajiro: gubernatura de Puebla. La vertiginosa caída lo ubicó en el escalón que merece. El mismo peldaño que no podrá superar a pesar de los poderosos apoyos.
Está claro que el destino en la política de Rodrigo Abdala. Es de media tabla para abajo. Tiene más posibilidades de descender que subir al máximo circuito.
Hasta para apoderarse de lo ajeno. Hay que saberlo hacer. Y Rodrigo Abdala, deja rastros del desvío de recursos hacía sus bolsillos.
El frustrado político, su regreso a la delegación federal de BIENESTAR. Retorna para recuperar con intereses lo gastado en una campaña infructuosa.
La estructura que lo apoyo para sustraer recursos de la delegación, seguirá inamovible. A pesar de la inconformidad de la gente. En los municipios de Tehuacán, Acatlán y Huauchinango, reprueban a Rodrigo y sus “compadres”.
En Tehuacán, tiene como delegado a su compadre Jesús Romero Silva. Más preocupado por sus juegos de golf y por llevar agua al molino del junior Abdalá. Qué en proporcionar BIENESTAR a los tehuacanenses.
¡Sigue la mata dando!
ruizdur@hotmail.com
