viernes, noviembre 22, 2024
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Batalla campal

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Adrián Ruíz
Nido de reptiles. En los últimos días la Secretaría de Educación Pública, se convirtió en un ring de lucha libre, dónde se libra una batalla campal sin límite de tiempo. En la brega de todos contra todos están en juego las carteras de cada uno de los participantes. Subsecretarios, directores, supervisores y rectores de universidad exponen sus títulos.
Los piquetes de ojos, jalones de cabello, patadas bajas y toda clase de marrullerías se permiten para salir victoriosos. En desventaja se encuentra la esquina técnica integrada por gente de la ex subsecretaría de educación superior América Rosas Tapia. Por los rudos los pupilos del secretario Melitón Lozano Pérez, quién además funge como referee.
Entre caída y caída se dan tiempo para seguir con los negocios de costumbre: venta de plazas educativas y administrativas. Reparto de horas clase, cambios de asignación, oferta de plazas de mayor categoría para familiares y amigos, sin importar que en su vida laboraron en la docencia. A pesar de los candados en la evaluación de los educadores, los lugares se reparten entre la secretaría y el sindicato.
Lo mismo ocurre con los RVOES, rectorías de universidades públicas. Y hasta con las universidades privadas contra quienes se desató una cacería sin igual. Todas -bueno casi todas, con excepción de las de los amigos del secretario- están siendo sometidas a auditorías.
Otra lucha extra sostienen los suspirantes por la subsecretaría que dejó vacante América Rosas. Ninguna de las propuestas de Melitón fueron aprobadas por Gerónimo Barbosa, quién impondrá a un incondicional.
El cargo es trascendente al interior de la secretaría. Es uno de los lugares donde se ejerce la mayor parte del tercio del presupuesto total para el estado -30 mil millones de pesos de los 90 mil totales-.
Mientras llega la hora de la definición y los movimientos y cambios que se están dando. Los diferentes grupos mantienen la lucha encarnizada de todos contra todos. Un papel preponderante juega Mateo Chino, director de los RVOES. Además de laborar como docente en la facultad de Administración de la BUAP -su historial es digo del Dios Baco-.
¡Todos contra todos!
Reporte del Informante
A temblar todos. Los 14 meses que permaneció en prisión Leoncio Paisano Arias, ex presidente municipal de San Andrés Cholula, fue el mismo tiempo que la mayoría de comunicadores -entre ellos el Judas Etílez, alias Mario Alberto Mejía-, vivieron en zozobra por lo que pudiera “cantar”. Lo mismo empresarios y políticos panistas.
Desde el 13 de abril del año pasado cuando fue apresado la “temblorina” se apoderó de ellos y no es para menos. Tuvieron participación en el presunto desfalco de los 50 millones de pesos Por el que fue aprehendido el ex edil. La cantidad millonaria es relativa con la realidad del monto total.
Leo Paisano no sólo cometió ese ilícito. La Entrega con pruebas en la mano en su momento -cuando era edil escribimos sobre el delito que cometió por usurpación de profesión- . La historia no tiene desperdicio la volveremos a narrar en otra ocasión. Aquella vez por intereses obvios el Judas Etílez la censuró en el periódico 24 Horas, dónde su servidor escribía La Entrega contra su voluntad porque fungía como director.
Los comunicadores “chayoteros” los de siempre estuvieron en la nómina de Leo Paisano. Por eso el temor de todos porque no los involucrara cómo copartícipes de los millones del desfalco. Sin duda no existen periodistas en Puebla. Nada más extorsionadores y distorsionadores de las noticias, disfrazados de comunicadores. Nada más y nada más que eso. Lo demás son cuentos de Cachirulo.
¡Máscaras en riesgo!
ruizdur@hotmail.com

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