Adrián Ruíz
Destape prematuro. La línea salió de la cúpula del poder de la capital del país. Ni siquiera de la dirigencia nacional de Morena. El candidato a la gubernatura de Puebla para la elección del 2024 será revelado el próximo 4 de abril. La decisión fue asumida por quién manda en el país.
Ninguno de los nombres y hombres que iniciaron sus campañas hace meses es el elegido -léase los primos Alejandro Armenta Mier e Ignacio Mier Velasco entre otros-. El candidato por Morena, será respaldado con billete grande. Tampoco es gente allegada a Gerónimo Barbosa, por lo que deberá empezar a poner orden en sus cuentas públicas para evitar una situación similar a la del Bronco en Nuevo León -pero esa es otra buena historia-.
La identidad del probable candidato será sorpresivo para la mayoría. Sobre todo porque supo mantenerse al margen de las disputas estériles de los involucrados por el billete premiado. Mantuvo su distancia con el actual gobierno para evitar los “palos de ciego” que lanza Gerónimo a diestra y siniestra.
Los aspirantes -validos anhelos- han invertido tiempo, dinero y esfuerzo. Los recorridos a lo largo y ancho del estado poblano no son gratis. Por méritos no han parado. El trabajo ha sido intenso. Tendieron puentes valiosos. Tanto que ante la decepción contendrán por otro partido.
La mala noticia es que no les alcanzará ni siquiera para restar votos a Morena. Restarán sufragios a la oposición que les podría servir como moneda de cambio para negociar algunas posiciones.
Justo un mes antes de la visita del presidente López Obrador, se conocerá el lanzamiento del aspirante a la sucesión del poder en Puebla. A muchos les parecerá demasiado anticipado el “destape”. En realidad no lo es tanto si se toma en cuenta que más de tres expresaron desde ya su interés para competir por sus respectivos partidos.
El presidente presenciará en los primeros días de mayo el desfile conmemorativo a la batalla heroica contra los franceses del 5 de mayo. Al mismo tiempo ordenará, no pedirá alinearse con quién será el candidato. La orden directa será para Gerónimo Barbosa, quién hasta el momento si no traiciona el pacto ya tiene a su candidato y no es de Morena.
Trabaja intensamente en la alianza de los partidos PAN-PRI-PRD para hacer frente a Morena -partido del presidente AMLO y por el cual está sentado en la gubernatura-. En pocas palabras se alista a jugar como lo ha hecho en su carrera política: la traición.
La maniobra es conocida en el gobierno federal y en Morena -las reuniones en la casa de la Vista de un diputado local están comprobadas, pero esa es otra reveladora historia-. La orden de AMLO a Gerónimo será directa. De su respuesta depende su futuro -no político- sino de una salida digna y tranquila de la administración estatal.
Las cartas fueron echadas. No hay vuelta atrás. La medida precipitará la debilitación del gobierno barbosista con poco más de 2 años que restan a la administración.
Reporte del Informante
Red de corrupción. En la Secretaría de Educación de Pública -SEP- nada cambia. El secretario Melitón Lozano y la subsecretaría de Educación Superior, América Rosas Tapia compiten por el premio mayor a la corrupción. Los dos funcionarios dirimen sus diferencias para ver quién se enriquece más.
Sin el menor respeto a la inminente llegada de la SEP Federal a Puebla, Melitón y América, negocian con plazas de maestros, aumento de horas, venta de puestos administrativos, colocación de amigos y familiares. Y todo lo ilegal que permite una de las secretarias de mayor corrupción en el estado.
La protección que les brinda a los dos el gobierno barbosista les permite actuar con total libertad. A pesar de tener un pleito casado porque ambos se creen dueños de la secretaría y todo lo que en ella se encuentra. Se hacen como el tío Lolo para no impedir sus respectivos negocios.
¡Refugio de canguros!
ruizdur@hotmail.com
Candidato a la vista
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