lunes, julio 8, 2024
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Carta sobrevalorada

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Adrián Ruíz
Carreras truncadas. Además de los “cartuchos” quemados -primo y viudas- barbosistas, otra carta muy quemada se unió al equipo de Alejandro Armenta. Se llama José Luis Sánchez Solá. Le dicen el “Chelís”, presume ser director técnico de fútbol profesional. En realidad se desempeña como comentarista -SPN- de balompié.
El “Chelís” se dice amante del futbol y de Puebla, su lugar de origen. A las dos partes ha dañado más que beneficiado. Siempre dispuesto a sacar provecho de quienes creyeron y creen en él.
Sánchez Solá, sin duda ha aprendido de futbol después de más de 15 años que incursionó en el profesionalismo. Lo mismo a comentar encuentros de primera división y Liga de Ascenso. La proyección que le hacen es insuficiente para que lo contrate algún club.
Maneja una imagen de “sabelotodo” sobre fútbol. En realidad es un técnico muy limitado. Sólo en el cuadro del Puebla, logró permanecer cuatro años de 2006 a 2010. Fue un premio al ascenso de la Franja al máximo circuito en 2007.
En los restantes equipos la mayoría de la Liga de Ascenso, permaneció menos de un año. Las organizaciones de Correcaminos UAT, Estudiantes Tecos, Veracruz, Venados, Chivas USA y Las Vegas Lights, se percataron como se las gasta el “Chelis”.
Y eso que no conocen a fondo su mediocre carrera, iniciada en la Liga Española de futbol amateur en Puebla, donde con su equipo Real Solá, corrompió la competencia. Es más fue su primer golpe de traición al entonces presidente Arturo González Perdomo -por cierto otra víctima del muerto a quien encarceló para despojarlo de los terrenos de la Noria, pero esa es otra historia-.
Sánchez Solá, se apoderó de la Liga Española. Un medio que sirvió durante décadas para el lavado de dinero, mediante el pago a jugadores exprofesionales en retiro. Por ahí desfilaron entre otros: Angel Ramos, Héctor “Tito” Rosete, Guillermo Cosío y muchos más amigos y conocidos de La Entrega.
Empresarios como Gabriel Posada -Harinera la Asunción-, Héctor Anaya -fábrica El Rosario- y el mismo “Chelis” -Joyería Solá-, lavaron dinero en el auge de la Liga Española.
Lo que con seguridad descubrieron las directivas de los equipos dirigidos por el nefasto entrenador, vendedor de espejitos. Es que le gusta hacer negocio en nombre de las instituciones.
El “Chelis” es dañino para el futbol, truncó innumerables carreras de jóvenes promesas con aptitudes para jugar a nivel profesional. En Puebla, pedía “moche” para fichar a algún jugador. Lo que menos le importa es producir jugadores. Si le “entran”, tienen la posibilidad de que los debute.
Si no le entran retiene sus cartas -todavía están en su poder varias de jóvenes que ahora son profesionistas-. José Luis Sánchez, no es bien visto ni por el medio futbolístico en Puebla. Incontables deudas tiene con familias poblanas a las que les destruyó el sueño de ver jugar a sus hijos en el fútbol profesional.
El mismo Sánchez Solá, comprobó el repudio que poblanas y poblanos, tienen sobre él. En la pasada elección de candidatos a la presidencia municipal de Puebla, se apuntó sin éxito. Lo que si consiguió fue mantener en la nómina del gobierno estatal a su hijo -gracias a la complacencia del muerto-.
Las plagas se siguen colgando del precandidato Alejandro Armenta.
¡Plagas adheridas!
Reporte del Informante

“Garrote” municipal. Para no variar el presidente municipal sustituto, Adán Domínguez, sigue la misma línea represora de su antecesor yunquista Eduardo Rivera. Mientras diputados del Congreso del Estado, reconocieron el arraigo de la cultura popular, personificado en los sonideros. El Ayuntamiento se opone a la difusión cultural.
La contribución de los sonideros al entretenimiento con la música, así como a la economía local con los bailes populares fue reconocida por el poder legislativo. Rafael Fernández, representante de los músicos en compañía de varios homenajeados, se dispusieron a celebrar la conquista.
Junto con los sonidos de Casper, Clavito, Cherocke, Colombia, Cóndor, Constelación 82, Dimensión Latina, Dinastía Fernández, Egipcio, entre otros se trasladaron al zócalo de la ciudad para tocar algunas melodías. En los momentos que la gente empezó a juntarse para disfrutar la música.
Los “guaruras” del Ayuntamiento, por instrucciones del edil municipal con lujo de violencia, desconectó los cables de los aparatos, para proceder a amenazarlos con detenerlos. El homenaje y la tocada se fueron al pozo por órdenes del presidente municipal Adán Domínguez.
¡Represión a la cultura!
ruizdur@hotmail.com

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