Adrián Ruíz
A todo o nada. La hora de la apuesta decisiva del Senador Alejandro Armenta Mier se dio el lunes pasado. Por fin entendió que es ahora o nunca. Sin más indecisiones en adelante buscará con todos los medios a su alcance la designación de candidato a la gubernatura de Puebla, por el partido Morena.
El salón Princess del restaurante Las Acamayas del bulevar Hermanos Serdán, fue testigo de las adhesiones de ex diputados locales y federales al Senador. Pero sobre todo del apoyo incondicional de su padrino el también Senador Ricardo Monreal, quién hizo acto de presencia en la reunión.
En punto de las 11 horas del 16 de abril, acudieron al lugar Armenta, Monreal y los que se la jugarán con el primero para buscar suceder a Gerónimo Barbosa – quién pedirá como favor que elijan a cualquiera menos a Alejandro Armenta-. Las deudas y agravios al Senador han sido de tal magnitud que las facturas por pagar están vigentes.
Al encuentro convocado por el diputado federal Raymundo Atanasio Luna, asistieron poblanos convencidos que Armenta Mier puede ser un candidato ganador en las elecciones del 2024. La presencia de un cuarto bat de la política nacional como Ricardo Monreal, dio fuerza a la reunión.
Para los presentes y algunos empresarios llegó el momento para que el poblano deje de lado la tibia actitud mostrada a la fecha. Y sin caretas asuma el papel de auténtico aspirante para buscar apoyo de todos los grupos y sectores de Puebla.
En las Acamayas se decidió que debe incrementar el trabajo y jugar todas sus cartas. La caída estrepitosa de su primo Ignacio Mier Velazco, se puso como ejemplo que en política un día se puede estar encumbrado en la punta del Everest y al otro sepultado por la nieve.
Al mismo tiempo lo exhortaron a aprovechar la puerta que se abrió con la eliminación automática de un oponente que siempre fue de papel. Armenta intentará por segunda ocasión ser el abanderado de Morena para buscar la administración estatal.
La primera fallida intentona fue después del fracaso de Gerónimo Barbosa ante la primera gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso. Después de la trágica muerte de Martha Erika, ante la imagen de perdedor del oriundo de Zinacatepec en Morena, realizaron una encuesta entre Armenta y Gerónimo.
A pesar que la encuesta favoreció a Armenta, el presidente AMLO decidió -para desgracia de Puebla- que volviera a competir Gerónimo Barbosa, quién ganó con apenas un poco más de 600 mil votos. Tuvo que recurrir al fraude mediante relleno de urnas para ganar la elección.
Todo eso quedó en el pasado. En la reunión Ricardo Monreal, ratificó su apoyo a la lealtad de Alejandro Armenta para buscar la candidatura por Puebla.
Antes de abandonar las instalaciones de las Acamayas, Armenta Mier agradeció el apoyo y prometió ir con todo en busca del abanderamiento como lo hace un cinta negra cuando de dar el extra se trata para derrotar al contrario.
¡Oportunidad inmejorable!
Reporte del Informante
Ni cómo ayudarlo. De nada sirve el desfile de Gerónimo Barbosa por la pasarela de medios afines -comprados- a su gobierno. La negativa imagen ante poblanas y poblanos no la levanta nadie ni nada. Ni la aplicación de más unidades de insulina lo fortalecen.
Aunque no hay peor lucha que la que no se hace. Seguirá en el estéril intento de lo que pudo ser y no será. La prueba irrefutables es la encuesta de la empresa REBRUM, que publicó las calificaciones de abril de todos los gobernadores del país.
La encuesta fue sobre: Sistema de Salud Estatal, Seguridad Pública, Cercanía con los Gobernados y Desempeño como Gobernador.
¿Y que creen en las cuatro materias reprobó Gerónimo. Lo calificaron entre los peores gobernadores del país?
Mañana los fríos números de un gobernador repudiado. Los resultados son una cachetada con guante blanco a los falsos aduladores que bailan al son que les toca Gerónimo. La mentira por su propio peso cae.
¡Espejismo diluido!
ruizdur@hotmail.com
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