Adrián Ruíz
Marca imborrable. A los 70 años de edad, Mario Plutarco Marín Torres, con docenas de batallas libradas en la política. Con tres años y medio en prisión. Enfermo de diabetes y con un brazalete que le impide salir de su domicilio en Xilotzingo. Perdió las ganas de volver a la circulación. Tampoco recibe visitas.
Lo único que lo liga a la política aldeana es la incursión de su hijo Mario Marín García. Su vástago quiere ser diputado y en eso trabajan. El exgobernador sin meterse de lleno.
Mario Plutarco, desde su llegada a su domicilio la madrugada del pasado 14 de agosto. Se enclaustró sin recibir a nadie -con excepción de su familia-. Las peticiones e invitaciones de “amigos” y conocidos llegan a su teléfono a diario.
La respuesta del exgobernador siempre es la misma para tod(a)os: gracias amigo (a). A nadie le ha aceptado invitación alguna. Mario Plutarco Marín, tiene tres meses de libertad dedicado al descanso total.
El exgobernador vivió un calvario desde el 3 de febrero de 2021, fecha en la que fue aprehendido en la casa de su hermana en Acapulco, Guerrero. Después de andar 2 años prófugo. En total fueron cinco años de pesadilla.
Desde el inicio de su mandato -2005-, Mario Plutarco Marín, selló su destino al “aliarse” con Kamel Nacif y Adolfo Karam, para encarcelar a Lydia Cacho, quien lo acusó de tortura, abuso de autoridad y protección de redes de trata.
Con apenas 10 meses en el poder inició su debacle política. Los privilegios y riqueza. Cambiaron a ser huésped de reclusorios. Y manchar permanentemente su imagen como persona.
Perdió la batalla más importante de su vida: la honorabilidad. Mario Plutarco Marín Torres lo sabe. Por ello prefiere cerrar las puertas de su casa a propios y extraños.
Las batallas libradas en las que salió victorioso quedaron en el pasado. En su mente circulan los triunfos para ser diputado. El obtenido para la presidencia municipal y para asumir la gubernatura.
Muchos le han pedido los reciba. Muy pocos lo consiguieron aparte de su familia. El doctor Alfredo Arango entre ellos. Se encarga de tratar su diabetes.
El exgobernador evita que lo vean con el grillete que debe portar de manera permanente para ser monitoreado las 23 horas y media del día. Tiene autorizado quitársela media hora para su aseo personal.
¡Enclaustrado y enfermo!
Reporte del Informante
Libertad completa. Quien anda más contento que un niño con juguete nuevo es el “célebre” Carlos Talavera. Al conocido personaje poblano, le retiraron el brazalete de seguridad por arraigo domiciliario. En realidad la mayor parte de su sentencia -más de 5 años-, los paso en el Hospital Guadalupe.
Carlos Talavera, fue aprehendido en agosto de 2019 por protagonizar un zafarrancho en el Tianguis de San Martín Texmelucan. Su agrupación Frente Cívico Poblano, enfrentó a locatarios del grupo Círculo de Agrupaciones Populares.
En la violenta acción encabezada por Carlos Talavera, dos mujeres y cuatro hombres fueron víctimas de agresiones y privación ilegal de la libertad. También los despojaron de 50 mil pesos.
Delitos por los que fue recluido en el penal de San Miguel. Permaneció un tiempo en el CERESO. Luego por dictamen médico cambió la celda por un cómodo cuarto del Hospital Guadalupe.
Como ave de las tempestades apenas recobró su libertad completa. Empezaron los problemas pero en el tianguis de compra venta de autos Villa Verde. Negocio que también regentea como el Tianguis de San Martín.
Las salvajes golpizas a gente que acude a comercializar vehículos de parte del grupo de choque que comanda. Son protagonizados los fines de semana. En principio Carlos Talavera, atendía el negocio desde su casa en Zavaleta -por el arraigo domiciliario-, en la actualidad lo atiende personalmente.
¡Regreso triunfal!
ruizdur@hotmail.com
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