Adrián Ruíz
Intervención por fuera. El clan familiar chiapaneco, encabezado por el matrimonio de Seth Yassir Vázquez Hernández y Elsa Colinas Cosío, planea boicotear la administración del gobernador Alejandro Armenta. Reestructuraron la red de corrupción que tuvieron en Tuxtla Gutiérrez en 2011-2012. Y en Puebla con el muerto en 2019.
Seth Yassir, fue presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez. Su esposa Elsa Colinas, presidenta del DIF. Y su hermano Alberto Colinas, director de Infraestructura Hidráulica. Otro fraterno es cirujano plástico. Todos salieron huyendo de Chiapas porque tienen órdenes de aprehensión.
Sólo permaneció en Chiapas su padre Juan Vázquez, ejecutado en su domicilio en marzo de 2021 en el municipio de Berriozábal. Al resto del clan les abrió las puertas de Puebla y el gobierno el muerto.
Seth Yassir, fue jefe de asesores de Claudia Delgadillo, en las pasadas elecciones para la gubernatura de Jalisco por MORENA. El resultado: ¡Perdió!. Retornó a Puebla para incorporarse al plan contra el gobierno de Alejandro Armenta.
El clan chiapaneco inició en Puebla la venta de espejitos brillantes. Se presentan en todos lados como una familia ejemplar -sus hijos estudian en el Colegio Andes-. Habitantes distinguidos de La Vista de trasladan en lujosas camionetas con escoltas.
Empezaron a operar en la capital. Establecieron flamantes oficinas en Lomas de Angelópolis. Se ostentan como grandes politólogos, ideólogos y manipuladores de recursos públicos.
¿Pero quién está detrás de este plan? En su natal Chiapas detentaron la presidencia de Tuxtla Gutiérrez y tuvieron auge en el gobierno de Sabines. Puebla es hoy para ellos tierra de ilusos a quienes envuelven, ofertando gran operatividad política en el senado y el Comité Ejecutivo Nacional de Morena.
El tema amerita varias Entregas. En tanto ilusos presidentes tratan de pasar desapercibidos a sus asesores -clan Chiapaneco- de imagen y de estructura de grupo para el futuro enfrentamiento. Tienen estructura de intervención telefónica. Entre otros al presidente municipal Pepe Chedraui.
El muerto hizo a Yassir subsecretario de Movilidad y Transporte, para entrampar y encarcelar a Guillermo Aréchiga. Luego lo corrió porque hizo alianzas con otro funcionario al que también el muerto lo sacó de Gobernación.
El clan emigró un tiempo a México, dónde se colaron a asesorar en la Cámara Baja. Brincaron por varios estados. Retornaron a Puebla, para presentarse con el apellido Colinas, sin el de Cosío y también se oculta la relación con Yassir.
El hermano de Elsa, no tiene cargo que aparezca en el organigrama de los ayuntamientos poblanos. Pero ejerce funciones de contralor y mangonea a los presidentes, bajo la dinámica de mantener orden y respeto.
Como los apantalla con sus “mega” relaciones en el Congreso de la Unión con diputados, a los que también sorprende bajo esquemas de acércalos a los municipios y hacer negocios millonarios. Tiene capacidad de ingresar a nóminas de ayuntamientos a personal de ayudantía de Diputados Federales.
Así tejen sus grandes redes las que les permiten ofertar a diputados los servicios de cirujano plástico de otro de los fraternos de Elsa.
Como pretenden hacer la guerra al próximo gobierno estatal: uniendo fuerzas con presidentes municipales. Sobre todo los inconformes con la propuesta de la forma en que se trabajará a partir de enero de 2025.
¡Presagia tormenta!
Reporte del Informante
Premio o burla. En la entrega de los Reed Latín Awards en Cartagena, Colombia, pegaron un jonrón con casa llena, similar al de Freddie Freeman, para que Dodgers ganará en 10 entradas a los Yankees 6-3 el primer juego de la serie mundial. Se volaron la barda al premiar a Norma Layón, como promotora del combate a la corrupción.
El premio -compartido- fue: por la mejor campaña de concientización social en contra de la corrupción. Con seguridad los responsables de la premiación, ignoran que Norma Layón como presidenta municipal de San Martín Texmelucan, si algo fomentó fue precisamente la deshonestidad.
Tal vez la campaña contra la corrupción fue positiva. Pero Norma Layón, está lejos de practicar lo que pregona en relación a la corrupción.
Si un premio merece Norma Layón -y su familia- es precisamente el de la corrupción. Bandera que enarbolan a la perfección. La distancia geográfica entre Cartagena y Puebla es de miles de kilómetros, impedimento para que conozcan la verdadera cara de la exedil de San Martín.
¡Premio larín!
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