Adrián Ruíz
Urge salvavidas. El subsecretario de Salud Federal, Hugo López Gatell, estuvo la mañana de ayer jueves en las instalaciones de la Secretaría de Salud Estatal en el “Portalillo”. La corrupción al más alto grado que encontró nos fue novedad. El gobierno federal, conoce la cloaca fomentada en tres años de administración de Gerónimo Barbosa.
La Secretaría de Salud a cargo de José Antonio Martínez García, es uno de los bastiones de Julio Huerta Gómez, secretario de gobernación del actual gobierno. Hasta el 13 de diciembre pasado, fue la más descarada prueba de nepotismo del nefasto gobierno de Gerónimo Barbosa -el primo incómodo era director general de gobierno-.
López Gatell, llamó al subsecretario Eduardo Vázque Navarro y a la directora de recursos humanos Hilda Vázquez. Ambos integrantes del grupo de saqueadores de la Secretaría.
Comprobó que todos los jefes jurisdiccionales de la dependencia estatal, obedecen a los intereses de Julio Huerta. Es parte del pago exigido por el primo incómodo al nombrarlos en los cargos.
Como ejemplos: Héctor Josué Robles Beltrán, cómo coordinador consultivo especializado A. Tiene un sueldo de 35 mil pesos mensuales, más compensación -casi igual al salario-. En realidad se desempeña cómo apoyo administrativo en la coordinación de servicios de salud, directamente con José Antonio Martínez. Lo acaban de pasar con el doctor José Fernando Huerta Romano en la coordinación de servicios de salud.
Otra incondicional de la “mafia” de salud es: Ana Cristina Santiago Bautista, labora en la Dirección de Protección Contra Riesgos Sanitarios. Lo mismo su primo: Juan Alfonso Arrucha Bautista. Ambos con plena libertad se han tomado facultades, atribuciones y toma de decisiones que no corresponden al puesto que desempeñan.
Son botones de muestra del gobierno de Gerónimo y Julio, prepotentes, déspotas y hostigadores. En reiteradas ocasiones han amenazado al personal y se han tomado la facultad de bajarles el sueldo, cambios de adscripción. Y hasta cesar contratos con el argumento de seguir instrucciones superiores. Benefician a conocidos, personal de confianza y allegados.
Otra más la ingeniera lIse Ileana Tarango Gómez, con puesto de directora de Operación de Unidades Médicas. Es hija de Amanda Gómez, Auditora Superior del Estado de Puebla. Por supuesto de absoluta confianza del Secretario de Salud y Director General, así como del Coordinador de Servicios de Salud.
A pesar de su desempeño ineficiente, es una persona no apta para ocupar el cargo, poco interés y compromiso. Desconoce los procesos del cargo que ostenta. Ha ocasionado desabasto y mala distribución de medicamentos e insumos, así como la falta de mantenimiento preventivo y correctivo del equipamiento.
Colocó a su yerno en la oficina del coordinador de los Servicios de Salud, el doctor José Fernando Huerta. Otro mal ejemplo: Manuel Guevara, personal de base, adscrito en el Hospital del Norte, por influencia colocó a su esposa como Administradora en la Unidad de Oncología.
Esa es apenas una mínima parte del arrabal que envuelve a la Secretaría de Salud y al corrupto gobierno ejercido en tres años por Gerónimo Barbosa. Falta el resultado de las auditorías por manejo turbio de los miles de millones de pesos en la pandemia.
Completan las primeras irregularidades encontradas los hospitales con desabasto de medicamentos e insumos. Falta de mantenimiento, arbitraria repartición de plazas médicas tanto de médicos generales como galenos especialistas.
Irregularidades en la aplicación de recursos en el ENARM. Múltiples quejas del personal de contrato médico y de enfermería. Así como de residentes por prepotencia, amenazas, abusos y malos tratos.
Protección a médicos que han tenido mal desempeño ubicándolos con cargos directivos. Favoritismo a amigos, familiares y allegados en puestos, códigos y sueldos. La Secretaría de Salud es el refugio ideal del pillo disfrazado de médico: José Antonio Martínez y la gavilla de trúhanes que lucran con la salud de poblanas y poblanos.
¡Real legado de Gerónimo!
Reporte del Informante
Cero servicios. Por cierto al cierre de La Entrega en el Hospital General del Sur -Agua Santa-, una mujer que requería intervención quirúrgica desde el pasado miércoles, agonizaba porque no la podían operar por falta de equipo médico y los medicamentos necesarios. La dama sufrió un ataque cardíaco al filo de las 15 horas.
Mientras los hospitales públicos carecen de lo necesario para atender con eficiencia las urgencias y demandas de los ciudadanos. El secretario José Antonio Martínez, ocupa tiempo y espacio para anunciar a diario los contagios por COVID. Es el escaparate perfecto para un funcionario inoperante.
Las carencias de los hospitales de la capital poblana. No son nada comparadas con las del interior del estado, dónde los servicios son nulos por completo.
Y con esas credenciales Martínez García, pretendió aspirar a gobernar a Puebla. Por eso ni su familia -madre y hermano- lo aceptan como integrante del seno familiar. Hace años -desde antes de la muerte de su padre, quién lo desheredó- dejó de pertenecer al clan Martínez.
¡Hospitales de la muerte!
ruizdur@hotmail.com
