Adrián Ruíz
Pirámide perversa. Una bien estructurada pirámide de corrupción, organizó Omar Álvarez Arronte al frente de la Secretaría de Movilidad y Transporte. Con apenas 5 meses como titular, montó un negocio productivo que reditúa millones de pesos.
Para operar la maquinaria de hacer billetes en los restantes 14 meses que le restan como secretario. Se rodeó de gente que conoce el negocio y sabe cómo exprimirlo al máximo.
Álvarez Arronte y su gavilla, cumplen con el objetivo de llenar sus alforjas. La regularización y modernización del transporte, es parte del falso discurso diario. Y promesa fallida.
Cómo integró la putrefacta pirámide en Movilidad y Transporte: Omar Álvarez Arronte en el vértice -secretario y cabeza del engranaje-, Víctor Hugo Cruz -subsecretario y operador principal-. En la escalinata baja: Jesús Guerra -director jurídico se encarga del trabajo sucio-.
Completan la pandilla Faustino Ocaña y Alfonso Quiroz -encargados del pase de revista vehicular-. Ambos protegidos e impuestos por Jesús Guerra, para manejar las más de 35 mil unidades del transporte público.
El óptimo funcionamiento de la pirámide para hacer dinero a manos llenas. Inicia en la planta baja hasta llegar a la cúspide -Omar Álvarez-. Todos y cada uno obtienen su parte proporcional del botín.
Víctor Hugo Cruz y Jesús Guerra, saben cómo explotar los negocios emanados de la Secretaría. Aunque Omar Álvarez, para la práctica de los enjuagues y cochupos no es ningún inexperto.
Jesús Guerra un marinista de cepa -estuvo en la extinta Secretaría de Comunicaciones y Transportes-. Aprendió el teje y maneje de todas las “entradas” ilícitas que dejan, manejar una de las secretarías más corruptas.
Encargó directamente con autorización de Álvarez Arronte, el pase de revista vehicular a Faustino Ocaña y Alfonso Quiroz. Elementos con antecedentes de turbios manejos en la secretaría -también estuvieron en administraciones pasadas-.
Por la “módica” suma de 5 mil pesos los automotores del transporte público: camiones, microbuses y combis, carentes de videocámaras y botones de pánico, pasan sin problema. Los que superan los 10 años de antigüedad -el 50 por ciento-, le entran con 10 mil pesos.
Los ingresos alcanzan para toda la pandilla de Omar Álvarez. Algunos como Alfonso Quiroz, invierte su parte del botín a futuro. La compra de terrenos como el adquirido en la Unidad de la Volkswagen, con valor de 3 millones de pesos le garantiza plusvalía.
Faustino Ocaña, por su parte prefiere disfrutar los recursos mal habidos -es de los que piensa que la llave siempre estará abierta-. Pasa por alto que tiene levantada una acta administrativa. El director operativo Garzón le puso un cuatro y cayó.
A pesar de la protección de Omar, Víctor Hugo y sobre todo de Jesús, lo corrieron en días pasados. El trámite de la anomalía sigue su curso para la sanción correspondiente.
La intervención de la cabeza de la pirámide -Omar- frenó la acción en contra de uno de sus socios. Y hasta podría regresar a su cargo. Es una pieza clave en otro de los fructíferos negocios: control de los taxis piratas -pero esa es otra historia-.
La veta de la mina de oro de la SMyT, que explota Omar Álvarez, es inagotable. En el estado circulan más de 35 mil unidades. El 50 por ciento de manera irregular. La organización tiene más de 17 mil vehículos para exprimir. Traducido en dinero, son millones de pesos por recolectar.
Sobre todo si les permite prestar el servicio. Porque la Secretaría en 148 municipios, sólo registra 7 mil camiones, microbuses y combis -40 por ciento chatarras-. En la capital poblana, Tehuacán y Teziutlán, circulan automotores modelos 1997 y 1998.
Esa es la modernidad y regularización del transporte público, que prometió Omar Álvarez Arronte al gobernador Sergio Salomón. El nulo resultado al frente de Movilidad y Transporte, traiciona la confianza que depositó en el corrupto secretario el mandatario estatal.
¡Abuso de confianza!
Reporte del Informante
Ridículo pero cierto. La pusilánime personalidad de José Antonio Martínez, por segunda ocasión en su vida le cobrará una factura imposible de pagar. La primera fue el rompimiento -desprecio de su progenitor el doctor Miguel Ángel Martínez Villalpando, fue director del ISSTEP-. Ahora la disparatada aventura de la gubernatura de Puebla.
¿Acaso no se percata que es utilizado?. El mejor que nadie sabe que es un improvisado en la política. Está consciente que no tiene la menor oportunidad.
Si Julio Huerta -desaparecido del mapa político- con todo el aparato del gobierno del estado y recursos millonarios -como secretario de gobernación-, nunca creció. Alguien sin la menor estructura como el exsecretario de salud, está destinado al fracaso y ridículo.
Sin duda es un excelente Galeno, pero un pésimo político. La inteligencia que le hace destacar en el campo de la medicina, se le acabó. Una cosa es tener derecho a aspirar a crecer. Y otra muy diferente a creer lo que le dijo en su momento el muerto y ahora sus viudas.
Es un instrumento que manipulan las viudas para “recuperar” lo que creen que es suyo y que en el pasado reciente perdieron: el mínimo poder por las incapacidades del muerto. A las dos señoras más le valdrá aquietarse. Tienen asuntos pendientes sin resolver en el gobierno del estado, que pueden ejecutarse.
Lo mismo José Antonio Martínez, las auditorías a la Secretaría de Salud, arrojaron números rojos. El debe y el haber no cuadraron. Son millones -8 mil se calculan- si justificar.
¡Doctor desheredado!
ruizdur@hotmail.com
Cloaca en la SMyT
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