Adrián Ruíz
Escuela de corrupción. Si de algo puede estar orgulloso Melitón Lozano, secretario de educación pública es de instituir la cátedra de corrupción en la SEP. No podía ser de otra manera. Es “egresado” de la escuela “Barbosista”. En todas las ramas dependientes de la educación “saquean” a diestra y siniestra.
La SEP, es un valioso cofre del tesoro. Melitón Lozano, recibió la llave para apoderarse de todas las joyas. El cuantioso botín, es tan basto que “maletas” cargadas tienen como destino de entrega la “marranera”.
La mención de “corcholatita” de parte de Gerónimo Barbosa, fue motivo suficiente para acrecentar la voracidad de Melitón. El corrupto secretario, llegó al cargo con el firme propósito de “robar” en despoblado. La única condición fue que “compartiera” y “repartiera”. Tan meritorio proceder es de cárcel o más que Guillermo Aréchiga Santamaría ex secretario de la SEP.
La diferencia es que Melitón “convida” y obedece ciegamente a Gerónimo. Y Aréchiga se reveló por eso está en San Miguel.
A las incontables tranzas que se gestan con la membresía de la SEP. Su suma la podredumbre que impera en las Universidades dependientes del gobierno. Basta una observación a la Universidad Tecnológica de Puebla -UTP-, para percatarse del grado de anomalías que imperan en la institución educativa.
En el edificio del Antiguo Camino a la Resurrección 1002-A de la zona Industrial Puebla Oriente, está en su apogeo el vergonzoso proceder del rector Miguel Ángel Celis Flores con el plantel docente. Los maestros sufren toda clase de humillaciones. A la salida de América Rosas Tapia, de la subsecretaría de educación superior de la SEP, quedaron a merced de la prepotencia de Melitón Lozano.
El rector Celis Flores, con anuencia de Melitón se incrementó el sueldo neto mensual que percibía desde el 31 de marzo del año en curso, de 66 mil 918.39 pesos a 78 mil 486.90 pesos a partir del 30 de junio de 2022. La Universidad Tecnológica de Puebla, es el lugar perfecto para las fechorías de Miguel Ángel Celis.
Favorece a amistades, protegidas y protegidos para asignarlos a cargos y salarios sin merecimientos. En cambio a los profesores los explota al máximo.
A Martha Cecilia Alvarez Martínez, quién es su asistente personal. Le otorgó una plaza de directora de área, que no aparece en el registro, ni en el organigrama, dónde están las 10 direcciones existentes y ocupadas legalmente.
De acuerdo con la página de transparencia en el apartado de la UTP en sueldos, Martha Cecilia no existe como funcionaria de la institución educativa. Lo anterior muestra claramente que se trata de un caso grave de corrupción y “transa” del rector Miguel Ángel Celis.
Como asistente de rectoría ganaba 33 mil 558.83 pesos mensuales hasta el 3 de marzo de 2022. Sin embargo el rector desde el pasado mes de junio, gestionó para que se le aumentará a 50 mil 488.20 pesos. Es decir sin nombramiento oficial de directora le otorgó un salario como tal.
Aquí pueden ver la pagina:
http://www.utpuebla.edu.mx/sitios/index.html#direcciones
El rector y los personajes de su grupo, presumen de intocables porque tienen el respaldo de Melitón Lozano. Además de despacharse con la cuchara grande. Asumen actitudes déspotas como las del gobierno estatal.
Buscan por todos los medios correr a los integrantes de la plantilla de maestros. Les limitan el material didáctico al máximo. Les inventan conducta inadecuada. Todo para aburrirlos y obligarlos a renunciar. Al rector le urgen las plazas para acomodar a su gente (s) -según Gerónimo Barbosa-.
El rector saca provecho de todos los recursos destinados a la Universidad. La alteración de facturas de los desayunos que se realizan en la institución o restaurantes son la constante.
Un dineral se acaba de embolsar Miguel Ángel Celis, con la facturación de los uniformes -por cierto de pésima calidad- de la selección deportiva que viajó recientemente a competir a Coahuila. La facturación, cuenta con el aval y complicidad de la dirección de administración y finanzas a cargo de Agustín Arriaga Cortezano.
¡Ejemplos a seguir!
Reporte del Informante
“Chupitos” serrano. El tamaño de un gobierno se mide por el equipo que lo rodea. El de Gerónimo Barbosa, no completa la mínima alzada. La escandalosa decadencia, se acentúa en grado superlativo al otorgar facultades de juez a un “borrachín” -El Judas Etílez-.
Quién tendrá mayor responsabilidad en las equivocadas decisiones? Gerónimo Barbosa, Gilberto Higuera Bernal -Fiscal General de Puebla- o el mismo “borrachín” de cuarta.
Convertir al “chupitos” serrano en guía principal de la Fiscalía para las investigaciones relevantes para la impartición de justicia. Es tan irresponsable de parte del Fiscal, Higuera Bernal, porque sabe que se trata de un enfermo alcohólico.
El etílico “investigador” -difamador- de cabecera, dicta línea al Fiscal. Desde el pálido periódico Hipócrita Lector le ordena lo que hay que hacer. Ahora resulta que la tranquilidad de poblanas y poblanos dependen de cuántos estragos haga la cruda en la descompuesta figura del alcohólico.
Cómo Gilberto Higuera Bernal, sólo está de adorno en el edificio de la 31 oriente y bulevar 5 de Mayo. Y el Fiscal es una marioneta, manejada a placer por la dupla Gerónimo-Judas Etílez. Las denuncias de poblanas y poblanos que pretendan prioridad, deben buscar al borrachín. Seguro dará instrucciones al Fiscal para solucionarlas.
¡Borrachín encima a Fiscal!
ruizdur@hotmail.com
