Adrián Ruíz
Seguridad superada. La ejecución de diez -el único sobreviviente falleció ayer por la tarde- personas en Atlixco -el martes 8 de marzo- refleja el panorama de inseguridad que se vive en Puebla. El municipio es el paraíso de la mafia colombiana que hace años sentó sus laureles para operar sin oposición. La Angelopólis vive el sexenio del peligro. La plaza está en disputa y las ejecuciones aumentarán.
El gobierno estatal incapaz de combatir a las poderosas mafias, maquilla la gravedad del peligro que se vive día a día con un argumento de risa de parte de Gerónimo Barbosa: “NO VAMOS A PERMITIR QUE ESTOS GRUPOS DELICTIVOS NOS REBASEN”. Alguien debería decirle -por si no ve- que durante su administración la delincuencia lo superó y por mucho.
En Atlixco la mafia reinante hace años está integrada por colombianos. Los atlixquenses han sido testigos de homicidios y ejecuciones a todas horas. Todos saben quiénes son los autores. Los sudamericanos están plenamente identificados por las autoridades. La cuestión es ¿Porqué tanta impunidad?
Los ejecutados tenían deudas económicas con la mafia colombiana. Fueron obligados a trabajar para ellos en la venta de droga y el agiotismo.
La capital poblana tampoco está exenta de ejecuciones. La semana pasada -5 de marzo- “sembraron” un par de cuerpos en Jardines de la Montaña -Flor del Bosque-. En Ciudad Serdán, Tepeaca, Acatzingo y Palmar de Bravo por citar los más recientes.
¿Y la Fiscalía y Seguridad Pública? Bien gracias. Ninguna de las ejecuciones ha sido resuelta ni resolverá.
Los cárteles que se disputan el mercado poblano son: Cartel Jalisco Nueva Generación -CJNG- y Cartel de Sinaloa. Representados por las familias Guzmán López y Oseguera González, trasladaron su “narco guerra” del norte y occidente del país a Puebla. La delincuencia organizada detecto que existen facilidades de todos los niveles para “trabajar” la plaza sin obstáculos.
Ambos Cárteles inundaron de droga los principales municipios poblanos, incluida la capital. Al mismo tiempo comercian armas ilegales, secuestros, asaltos, extorsiones y toda clase de negocios lícitos que les reditúan millones de pesos de ganancia.
Es tan vasta la inagotable veta poblana que le permite al hampa “lavar” todo lo recaudado. Los lujosos centros comerciales -Angelopólis, Sonata entre otros- son los escaparates ideales para montar comercios, restaurantes, gimnasios y negocios exitosos.
Los cabecillas de las organizaciones criminales se dan el lujo de “adquirir” franquicias y concesiones de prestigio nacional e internacional para montar sus “lavadoras” legales de dinero. Mediante prestanombres también compran las millonarias construcciones en los exclusivos lugares de Puebla.
¡Tierra sin ley!
Reporte del Informante
Desconfianza total. La aprehensión de Alejandro N. “El Barbas”, sicario del Cártel Jalisco Nueva Generación -CJNG- en la capital poblana la semana pasada la efectuaron inteligencia militar y la Fiscalía de Veracruz en total sigilo. La operación extrema requirió evitar filtraciones. Por eso no avisaron a las autoridades poblanas y menos a la Fiscalía estatal.
Inteligencia militar desconfía del aparato de seguridad de Puebla, no quisieron poner en riesgo el trabajo de meses de investigación. Sólo minutos después de la detención al sur poniente de la ciudad avisaron a la Fiscalía poblana.
La aprehensión no fue cualquier cosa, se trató de un pez gordo del Cartel de Jalisco, involucrado en numerosas ejecuciones como la suscitada en la costera del puerto de Veracruz. Fue un golpe devastador para la mafia de Nemesio Oseguera “El Mencho” que dominaba en Puebla, hasta que se atravesó Ovidio Guzmán para disputar la plaza.
¡Sitiados por Cárteles!
ruizdur@hotmail.com
