Adrián Ruíz
En la mira. La estela de corrupción que arrastra el sistema de Salud Estatal -Secretaría de Salud-, fue el factor determinante para que Gerónimo Barbosa, se negara a la afiliación de la Federación. El secretario José Antonio Martínez y la directora de Recursos Humanos, Hilda Vázquez, dispusieron de los recursos a lo largo de los tres años pasados.
La suciedad en la que está inmersa la Secretaría de Salud, sólo podía permanecer tapada por el extinto gobernador. Gerónimo Barbosa, conocía a detalle el enriquecimiento -le convidaron- que consiguieron sus corruptos protegidos.
Hace menos de un mes, estuvo en las instalaciones de la Secretaría de Salud, el subsecretario federal, Hugo López Gatell, acompañado de un equipo de auditores. Detectaron la falta de comprobación de más de 5 mil millones de pesos.
La tercia de cómplices aprovecharon los dos años de pandemia, para fingir la compra de medicamentos y equipo para combatir el virus. Los libros contables registran las salidas del activo. También la inexistencia del millonario gasto.
La responsabilidad deberán enfrentarla los pasados de “vivos” José Antonio e Hilda. El muerto -Gerónimo- resultó más vivo porque el botín lo dejó a su familia -viuda y dos hijos-.
La forma y el fondo por los que se opuso el fallecido gobernador a entregar el sistema salud, fue el “cochinero” que fomentó y sería descubierto. Antes de caer en desgracia -lo que habría anticipado su desaparición-, prefirió desafiar al presidente AMLO y negarse a entregar el sector salud de Puebla.
Ahora es diferente el panorama y Puebla se integrará al programa IMSS-Bienestar en el presente año. El director general del Seguro Social, Zoé Robledo, aseguró que la entidad poblana, se sumará al programa nacional de salud.
Y es que como bien dijeron en el nuevo gobierno estatal: “está bien sentimos la muerte de Gerónimo. Pero se murió y nada se puede hacer. El muerto no gobierna más. Hay que tomar las mejores decisiones para beneficio de Puebla y los poblanos”.
Y es cierto el muerto -por fortuna- no gobernará nunca más. No dañará más. No robará más. Pasaron tres meses y nadie más se acuerda de él.
La deshonrosa situación del sector salud de Puebla, era orgullo del extinto. En su momento se atrevió a decir que funcionaba mejor que el programa federal. El óptimo funcionamiento del hospital general Rafael Moreno Valle, le costó la vida en diciembre pasado. Del nosocomio salió muerto.
De ninguna manera Gerónimo y sus secuaces, permitirían que la administración y manejo de recursos humanos y económicos, los manejará la Federación. Cómo dejar escapar millones de pesos que sin el menor esfuerzo pasarían a sus alforjas, otros dos años.
La decisión fue tomada en la capital del país y Puebla, se integrará al programa IMSS-Bienestar a partir del mes de Julio. El gobernador Sergio Salomón y su equipo analizaron la propuesta y concluyeron que es lo más conveniente para la atención médica de poblanas y poblanos que carecen de seguridad social.
¡El obstáculo murió!
Reporte del Informante
UDLAP a salvó. Aunque parezca irreal la desaparición de Gerónimo Barbosa, trajo, trae y traerá más beneficios que calamidades para el estado de Puebla y sus habitantes. De verdad como puede cambiar tan radicalmente la situación. Cómo un ser tan mezquino y un reducido grupo de encubridores pudieron someter a millones de poblanas y poblanos. Y lo peor que se trató de un incapacitado.
Su desmedida ambición -tal vez porque se sabía desahuciado-, lo hizo llegar al límite. Intentó apoderarse de la UDLAP. Se atrevió a nombrar rector a uno de sus esbirros Armando Ríos Piter, quién estaba en la nómina de su gobierno como asesor.
Gerónimo, cínico y corrupto como era quiso apoderarse -práctica favorita- de algo que no era suyo: La UDLAP. Como en su momento lo intentó Rafael Moreno Valle -otro muerto-. El impedimento se dio sólo porque la familia Jenkins, cuenta con poder económico e influencias en la esfera gubernamental nacional.
En caso contrario la UDLAP, en estos momentos sería parte del patrimonio de Rosario Orozco Caballero y sus dos vástagos. La disputa familiar de los Jenkins, fue aprovechada por Gerónimo Barbosa, para planear el despojo.
El conflicto volvió a recrudecerse porque Guillermo Jenkins Landa, pretende imponer condiciones. No acepta su separación del patronato por mal manejo de los recursos.
En está ocasión no contará con el respaldo de Gerónimo Barbosa. Por el contrario de Palacio Nacional, se asumieron medidas para finalizar con el conflicto. No se repetirá ni por equivocación.
Antes que crezca el conflicto las autoridades estatales intervendrán para evitarlo. Las instrucciones vienen de arriba. Bajo ninguna circunstancia el campus cerrará sus puertas como lo ordenó el nefasto gobernador, sin importar dejar sin clases a miles de estudiantes durante meses.
¡Conflicto ahogado!
ruizdur@hotmail.com
De forma y fondo
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