Adrián Ruíz
La otra cara de la moneda. En cascada caen las duras lecciones a la “Viuda” Verónica Vélez Macuil, por “marearse” con el mínimo poder que le concedió el muerto Gerónimo Barbosa. Sembrar odios y rencores, la arrinconaron en las sombras de la soledad y abandono.
El efímero influyentismo que tuvo, se lo llevó el viento. El estrado de los acusados la espera ansioso. Tiene cuentas pendientes con la desviación de recursos a través de la Dirección de Comunicación del gobierno estatal.
Otra de las facturas por saldar son algunas denuncias que hay en su contra y le explotarán en cualquier momento. Sólo es cuestión de tiempo para que acuda al ajuste de cuentas.
De nada le sirve llorar por los rincones su desgracia. Tampoco quejarse por el empleo de tercera en el Sistema Estatal de Telecomunicaciones -SET-. Comprobó que las amenazas para reclamar la titularidad resultaron contraproducentes. Tampoco fructificó la protesta por el sueldo mínimo que le asignaron.
Sin pérdida de tiempo la pusieron quieta. Las inconformidades de la “Viuda”, son gritos en el desierto. Nadie le hace caso. Ni siquiera sus aliados de antaño. Le dieron la espalda para desaparecerla de sus agendas.
Las diferencias con la otra “Viuda” -Rosario Orozco Caballero-, llegaron al punto álgido. Las dos desamparadas del muerto, rompieron la amistad profesada durante años.
La preocupación de Vélez Macuil por los temas pendientes de los que dejó huellas claras la tienen al borde de la desesperación. Confiada en que sus “aliados” la respaldarían, recurrió a ellos antes que a nadie.
Primero “lloró” en el hombro de la otra “Viuda”, le expuso que el injusto trato que recibe debe mejorarse. El tiempo pasó sin que moviera un dedo a su favor. Entonces se percató que la “supuesta” alianza careció de veracidad.
Al darse cuenta que tenía que rascarse con sus propias uñas. Rompió relaciones con “Chayito”. Como clara protesta decidió no acudir a las misas mensuales de Gerónimo Barbosa -el pasado 13 de abril, ni por equivocación se le vio en la homilía vespertina-.
De manera estéril recurrió a uno de sus principales cómplices: Julio Huerta Gómez, secretario de Gobernación. Después de exponerle el mismo planteamiento de queja, se tranquilizó unos días. Tenía la certeza que intervendría a su favor.
Julio Huerta, tampoco hizo nada por Vélez Macuil. Mejor que nadie conoce las avanzadas -concluidas- investigaciones que se plasmaron en su expediente. Sabe que no tiene defensa alguna. Las pruebas en su contra son contundentes.
Optó igual que la “Viuda” Orozco Caballero, no contestarle las llamadas. La otrora poderosa comunicadora, pasó al departamento de los “apestados”. Se quedó sola para enfrentar el vendaval que amenaza con caerle sin piedad.
Parece no entender que está al borde del abismo. Se colocó voluntariamente en la posición del “chivito” en precipicio. Otro paso en falso como los que ha hecho para recuperar algo de lo perdido, la proyectarán al vacío.
De manera decisiva sin alternativa le asignaron un mini salario. La relegaron a un rincón en el SET. Intentó moverse sin éxito. La peor sentencia, le fue dictada en días pasados: “si quieres lo que se te ofrece bien. Si no firma tu renuncia”. La “Viuda” tuvo que tragarse su orgullo y aguantarse.
Y es que no tiene otro camino. Tiene la soga en el cuello. Conoce el resultado de la investigación de desvío de recursos. La soberbia y prepotencia de su comportamiento. Cambió a total sumisión y servilismo.
La “Viuda” comprobó en poco tiempo que la rueda de la fortuna giró rápidamente para colocarla en la parte inferior. Y difícilmente volverá a ascender.
Lo difícil no es llegar. Lo difícil es sostenerse.
¡Tragos amargos!
Reporte del Informante
Tropezones costosos. El senador poblano Alejandro Armenta, equivoca el camino para “congreagarse” con el inquilino de Palacio Nacional. Alguien debería decirle que equivocarse como lo hizo la semana pasada puede costarle quedarse en el camino de la disputa de la candidatura al gobierno de Puebla.
La penosa exhibición de la iniciativa para desaparecer al Inai. La hizo sin analizar la inviabilidad de que pueda suceder. El arrebato de quedar bien con el presidente AMLO, tuvo un efecto contrario. El senador quedó mal parado por todos lados.
El trabajo legislativo de Alejandro Armenta, asemeja al de un senador novato. Pero sobre todo ignorante de la Constitución. Porque lo que propuso no se puede concretar vía modificación de una ley. Sería necesario primero una modificación a la carta Magna.
Ese es el camino más largo y espinoso elegido por el senador para conseguir el ansiado abanderamiento. El presidente López Obrador, lo que menos necesita es servilismo sin resultados.
Al parecer el peor enemigo de Alejandro Armenta es: Alejandro Armenta. Como presidente del senado, tuvo una de las peores ocurrencias. A estas alturas en la recta final para que MORENA, elija candidato para Puebla. Cometió un tropezón que podría ser costoso.
El senador resto puntos. En lugar de ganar simpatía del presidente -fundamental para decisión del candidato-, cayó en un estado crítico.
¡No me ayudes compadre!
ruizdur@hotmail.com
De “Viuda” a llorona
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