Adrián Ruíz
Cruda sin curación. La “cruda” por la entusiasta borrachera por el triunfo -esperado- de Claudia Sheinbaum, mareó de más a quienes se sienten ganadores en Puebla. La delirios los hicieron divagar sin tener en cuenta la realidad. El despertar no será tan felíz como esperan.
Si bien Julio Huerta fue el coordinador de la candidata Sheinbaum Pardo en Puebla. No implica que será “premiado”. Y menos que resulte el “ganador”. La que ganó fue la corcholata de AMLO.
La misma Claudia, tiene informes de él sobre su actuación en la administración de su primo el muerto. Por eso el trato ha sido con pinzas. A pesar que ha tratado de meterse a toda costa al primer círculo de la candidata.
Julio sigue siendo el suspirante más vulnerable. El hándicap en su contra es el nulo recorrido político. Agregado al parentesco familiar en primer grado con el peor gobernador que ha tenido Puebla: el muerto.
El nepotismo de los primos llevaron a Julio Huerta a la Secretaría de Gobernación. Antes el muerto lo tenía agazapado en la dirección de Gobierno, para conspirar contra los secretarios de Gobernación en turno.
La vulnerabilidad de Julio Huerta abarca todos los flancos. Las largas listas con operaciones aritméticas existentes. Están prestas para salir a la luz pública.
El otrora primo poderoso, tiene en su haber más cuentas pendientes, que una carrera política destacada. El desprestigio acumulado creció estrepitosamente en tres años de negativo gobierno.
La mala noticia para sus aspiraciones es que Claudia Sheinbaum lo sabe. Actuó con disimulo ante la insistencia de la viuda Rosario Orozco. En adelante no será igual. Por el negativo que le puede acarrear en la carrera por la presidencia, lo más viable es que prescinda de sus servicios.
Muchas cuentas deben aclararse en Puebla, sobre la administración del muerto. En la mayoría Julio y las dos viudas Rosario Orozco y Verónica Vélez-, tienen injerencia. La tolerancia Obradorista, se agota a la par que el sexenio. Restan varias tuercas por apretar en Puebla, la presión de las pinzas girará inexorablemente.
La doctora Claudia y su equipo saben investigar a la gente que colabora con ellos. Entre otras cosas tienen información fidegnina de los cárteles inmobiliarios existentes principalmente en la capital poblana, que operaron y operan con recursos propiedad del estado.
Pronto cambiarán las sonrisas, fotografías, exhibiciones triunfalistas en redes sociales, por muecas de preocupación. Las carretadas de dinero destinado a poblanas y poblanos etiquetados por la Federación, a lo largo de tres años, no aparecen. Y menos se justifican.
A partir de ahora Julio Huerta, transitará sobre un camino largo y sinuoso. Sin la cercanía deseada con la candidata y sin el cobijo del gobierno estatal poblano, las zancadas serán cada vez más pesadas y cortas.
Julio Huerta, difícilmente participará en las elecciones del domingo 2 de junio de 2024. En las boletas donde se elegirán más de 20 mil cargos de elección popular en todo el país, su nombre no aparecerá -al menos como candidato por la gubernatura-.
El cargo más importante -Presidencia de México- ya tiene candidata. De los 500 diputados federales y 128 senadores, están elaborando las listas. Igual los 31 congresos locales, 8 gubernaturas estatales y una jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Tal vez podría ser tomado en cuenta en uno de los mil 580 ayuntamientos municipales. Porque tampoco aparecerá en la lista de los 16 alcaldes municipales.
¡La borrachera acabó!
Reporte del Informante
Delegado invisible. Rodrigo Abdala es una prueba contundente que para ser político de altos vuelos, se necesita más que un poco de gracia y otra cosa, además del dinero. El delegado del Bienestar, ha dispuesto de parte de los 36 mil millones de pesos de los programas sociales, para su promoción y sigue tan “invisible” como siempre.
El delegado carga sobre la espalda la pesada laja de la antipatía de la clase pobre. Nadie en Puebla, tiene la mínima empatía con un individuo que acude a las comunidades en vehículos y camionetas último modelo a repartir los apoyos.
La burla es recíproca entre Rodrigo Abdala y la gente beneficiada. El delegado menosprecia al proletariado. La gente paga con la misma moneda y con la propina del desprecio.
Los 10 programas sociales a su cargo con millonarios recursos, reciben “pellizcos” sustanciosos para pagar publicidad de un artículo -Abdala- sin valor comercial. A pesar que a todos los lugares del estado que acude, presume que los adultos mayores a partir del próximo año, recibirán el 25% de aumento en sus pensiones.
Nadie lo toma en serio porque saben que con él o sin él, los 4 mil 800 pesos que les depositan. En enero de 2024, serán 6 mil pesos. Pero no gracias a Rodrigo Abdala. Por disposición del presidente López Obrador.
Tampoco le creen el “milagrito” que se quiere colgar de que tiene proyectada la instalación de 235 sucursales bancarias de Bienestar en Puebla. La labor es exclusivamente del gobierno Federal.
¡Sin gracia y sin punch!
ruizdur@hotmail.com
Delirios de borrachera
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