Adrián Ruíz
Cáncer maligno. Cómo un mal incurable que extermina las células del organismo, el gobierno poblano -espurio sin identificación guinda- invadió al partido Morena en Puebla. Cómo si el daño en casi tres años de administración fuera insuficiente. La gente de Gerónimo Barbosa, tendrá el dominio del Consejo Estatal Electoral para imponer dirigente y secretario estatal.
De ninguna manera lo sucedido el sábado pasado en Puebla, puede llamarse elección de Morena. La mano directa del gobierno con recursos financieros, materiales y humanos, impuso condiciones para conquistar un “triunfo” vergonzoso, cínico, chueco, pero por encima de todo: ILEGAL cómo todo lo que practica la administración barbosista.
Las evidencias de acarreo y compra de votos fueron grotescos. Se hicieron ante la vista de los cuerpos policiacos estatal y municipal, incluidos los pertenecientes al acompañamiento bancario.
La maquinaria estatal se desplegó a lo largo y ancho del estado. Presidentes municipales, operadores políticos y dinero a carretadas, fueron los principales factores para inclinar la balanza a favor del grupo barbosista.
El tamal lo habían cocinado hace semanas. Gerónimo Barbosa puso a disposición de la elección millones de pesos para comprar conciencias. La consigna: imponer incondicionales en las 150 consejerías.
Las pruebas palpables de la compra de votos, la refleja el “triunfo” de gente como Julio Huerta Gómez -primo de Gerónimo y director de gobierno-, identificado más con la delincuencia que con la corriente de Morena. Sergio Salomón Céspedes -lider del Congreso del Estado y títere de Gerónimo-.
Además de Karina Pérez Popoca -ex presidenta de San Andrés Cholula-, quien por el enriquecimiento en su administración debería estar en prisión. Pero como es protegida de Gerónimo, sus cuentas públicas fueron saneadas recientemente.
Y la cereza del pastel es: Agustín Guerrero Castillo, asesor político personal del gobernador del estado. Fue uno de los principales operadores del cochinero en que se convirtió la elección sabatina.
Ningún morenista en su sano juicio votaría por el póker de cartas del gobierno de Barbosa. Los cuatro representan lo opuesto a la 4T. Tienen antecedentes dignos de lo peor de la política.
Lo sucedido el sábado pasado fue la consumación de la traición que Gerónimo Barbosa ha venido orquestado contra Morena. Empezó a jalar los hilos a favor de la alianza -sin confirmarse aún- del PAN-PRI-PRD en Puebla, dónde se planea impulsar la candidatura de Eduardo Rivera para la elección del 2024.
¡Traición en marcha!
Reporte del Informante
Caso en el aire. La detención de Silvestre -en el puerto de Veracruz-, autor material del feminicidio de Cecilia Monzón el pasado 21 de mayo, supondría la conclusión del caso. Sobre todo por la aprehensión del autor intelectual Javier López Zavala -trasladado al penal de Almoloya por considerarlo un reo de alta peligrosidad-.
Para la FGE pero básicamente para el gobierno estatal, representa un triunfo rotundo. El impacto mediático sin duda acaparará los reflectores. Pero aún existen cabos sueltos en torno a las tenebrosas actividades del ex candidato a la gubernatura: López Zavala.
Si, bien por el ordenamiento del feminicidio contra la activista lo coloca como un individuo peligroso.
El chiapaneco siempre lo ha sido. En el actual gobierno estatal, tuvo relación estrecha con Gerónimo Barbosa. El gobernador presumió ser su amigo. La amistad de ambos estuvo a punto de incrustarlo en su gabinete.
El motivo principal del alejamiento de López Zavala de Puebla, fue para impedir que “soltará” la lengua e involucrará a personajes y políticos cercanos al gobierno, que de una u otra forma tuvieron diferencias con Cecilia Monzón. Aún hay mucha de tela de dónde cortar en relación al mortal acontecimiento.
La aprehensión de Silvestre no es irrelevante. Por el contrario agrava la situación de López Zavala y por ende la de sus “socios” de negocios millonarios no tan derechos. Con el ejecutor tras las rejas, la defensa no podrá alegar que al no haber autor material no podría culparse al chiapaneco.
Lo interesante viene en el futuro inmediato. La pregunta obligada es: ¿La FGE dará por cerrado el caso? Tiene la obligación de revelar el verdadero motivo que orilló a López Zavala a ordenar la ejecución.
Cómo en la mayoría de hechos en los que están involucrados políticos y gente poderosa, todo quedará en suspenso, sin conclusión.
¡Socios protegidos!
ruizdur@hotmail.com
Descarada intervención
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