viernes, octubre 4, 2024
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Deshonesto natural

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Adrián Ruíz
Excusas (pen)tontas. Qué pretende Gilberto Higuera Bernal, con declaraciones absurdas en sus circos de los jueves -¿ruedas de prensa?-. A quién o quiénes pretende engañar con supuestas investigaciones. El inepto Fiscal -inepto para trabajar. Apto para “robar”-. El engañado es él.
Qué investiga el fiscal y su pandilla delictiva de la Fiscalía General. Todo excepto los delitos de alto impacto que tienen al estado bajo fuego permanente.
Mientras induce a los comunicadores a los que les “salpica” para la gasolina -entre 7 mil y 10 pesos mensuales-, mediante Cristina Ortiz -encargada de la prensa de la FGE-. Los hampones hacen de las suyas a diario. Los paleros a modo, ocultan lo obvio. Y elevan al deshonesto fiscal, como si se tratará de un súper héroe.
Sin exhibir la carencia de un plan estratégico para el combate al crimen. El fiscal y sus 40 ladrones, “atrapan” a ciudadanas y ciudadanos que por desgracia caen en sus garras.
Los criminales ni son investigados. Y menos atrapados. La incompetencia de Higuera Bernal, no conoce limites. Pero la complicidad de los paleros es superior. Cómo es posible que les diga que desconoce qué grupo delictivo, está instalado en el territorio poblano.
Si el fiscal y la Secretaría de Gobernación, no saben que el Cartel Jalisco Nueva Generación -CJNG-, adquirió la plaza de Puebla -con todo lo que ello implica-. Al menos eso informó en su Teatro Fantástico. Entonces en manos de que autoridades estamos.
El control de la justicia se le escapó -voluntariamente por dinero- al fiscal. A cambio “investiga” cuánto cobrar por cada servicio gratuito en las fiscalías y direcciones.
Las tarifas para que los agentes ministeriales, localicen autos robados, personas secuestradas, homicidas, violadores y camiones de transporte con mercancía, principalmente. Priorizan las “investigaciones” de Gilberto Higuera Bernal, fiscales y ministeriales.
Para liberar un vehículo involucrado en algún percance vehicular. La Fiscalía, después de todos los trámites burocráticos. Piden entre 80 y 120 mil pesos. Motivo por el que el corralón rumbo al Batán -a un costado del CERESO San Miguel-, está saturado de camionetas, autos y motocicletas, seminuevos, pero maltratados por las inclemencias del tiempo.
Las víctimas de robo de vehículo, tienen que entrarle con 10 mil pesos, para que los ministeriales, inicien las investigaciones. Cómo por arte de magia localizan las unidades en cuestión de horas -siempre saben el paradero-. Con otros 50 mil pesos lo recuperan.
El “servicio” no garantiza las condiciones de la unidad -desvalijado o chocado-.
Por lo que para el propietario es un albur. El pago por adelantado es obligatorio.
Los otros delitos tienen tarifas superiores. Sobre todo el rescate de gente secuestrada. Un porcentaje del dinero recaudado por la pandilla del fiscal Higuera Bernal, entra a la caja registradora del cabecilla de la banda delictiva con placa de autoridad.
El atraco oficial no lo investiga Higuera Bernal. Lo práctica sin escalas directamente en las instalaciones de la 31 oriente y bulevar 5 de Mayo.
¡Engañador engañado!
Reporte del Informante
Eterno perdedor. La mediocridad política de Rodrigo Abdala, volvió a defraudar a quienes confiaron -otra vez- en que ahora sí crecería para disputar la gubernatura poblana. El gobierno federal, inyectó hormonas de crecimiento a un pigmeo para que creciera. Todo fue inútil. Fracasó como siempre.
Le dejaron la cartera de recursos económicos de Bienestar Federal, abierta para penetrar en la aceptación de poblanas y poblanos. Le permitieron manejar la distribución de apoyos de la supersecretaría. Le pusieron la candidatura en bandeja de plata y la tiró por la borda -como acostumbra-.
Se rodeó de gente incapaz como él que sólo lo ayudaron a tirar una parte mínima de los recursos monetarios. Lo convencieron que repartir un poco del botín a algunos medios de comunicación. Sería suficiente para ganar popularidad y adeptos de potenciales votantes.
Los 50 mil pesos que repartió -en cafés de Sonata- para su infructuosa campaña a algunos comunicadores de nada sirvieron.
Ahora regresará derrotado y exhibido a la Secretaría de Bienestar, dónde le esperan millones de pesos que adjudicarse.
Cuánta razón tiene Manuel Bartlett Díaz, político de carrera y tío político de Rodrigo Abdala, al calificarlo como un personaje que no trascenderá. Ni todo el dinero del mundo. Ni todo el apoyo serán suficientes para que crezca.
¡Nacido para perder!
ruizdur@hotmail.com

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