Adrián Ruíz
Medición de fuerzas. Si algo quedó claro con la ratificación de Olga Lucía Romero Garci-Crespo, como dirigente estatal de MORENA. Es la medición de fuerzas de las distintas “tribus”. También la división notoria de los guindas en Puebla.
De la capital del país llegó la orden directa de no dejar pasar a la carta de Alejandro Armenta -Pavel Gaspar Ramírez-. El gobernador electo, tampoco dio luz verde al grupo de las Rivera Vivanco. La decisión salomónica de los altos mandos fue dejar a Olga Lucía, para manejarla como siempre.
Al mismo tiempo se impidió que Alejandro Armenta o el grupo Rivera Vivanco, se apoderarán del partido a nivel estatal. Lo que representa que las decisiones trascendentales se tomarán en México.
Al final la idea de Alejandro Armenta dio resultado. No se apoderó del partido guinda. Pero tampoco lo dejó en manos ajenas. Si bien Olga Lucía, respondía a los intereses del muerto. Y hasta hace cinco meses a los de su primo Julio Huerta Gómez. Se trata de una figura camaleónica que poco a poco se inclinará por el gobernador electo -y más le vale-.
El tiempo de Olga Lucía al frente de Morena, está contado. En el gobierno federal se contempla que se ponga un candado para que los gobernadores no impongan candidatos para la sucesión -que ya empezó a pesar de los seis años de distancia-.
La decisión sirvió para evitar evidenciar que el gobernador impondría a Pavel Gaspar. La opción de Olga Lucía, es positiva para Alejandro Armenta. La filosofía “melquiadista” que práctica: a todos les da pan, pero suele ser obediente a quien ostenta el poder.
A pesar de que Olga Lucía apoyo a Julio Huerta y todos los precandidatos participante, menos a Alejandro Armenta. El gobernador electo le dio vuelta a la página después de ganar la candidatura. Se dejó “querer” por el servilismo de la dirigente morenistas durante la campaña.
Olga Lucía sin defensa bajo la guardia ante el “punch” de Armenta Mier. Lo declaró victorioso sin resistencia. Con el triunfo en las urnas. Llegó el tiempo de las negociaciones. Se pactaron algunos municipios. Y un premio extra: Carreteras de Cuota para la dirigente.
Lo de las presidencias fue momentáneo. Al asumir el poder -15 de diciembre-. Alejandro Armenta, marcará el ritmo al que bailarán los ediles morenistas.
Los errores de tanto manoseo para la dirigencia fueron: precipitación de nombrar a Olga Lucía como futura directora de Carreteras de Cuota. Y mandar a un candidato sin ser Consejero. Pero también pasar por alto la voluntad de la dirigencia nacional. Al interior de MORENA se rechazaron las propuestas de los dos grupos.
Las tribus nacionales se mueven de distintas maneras. El cabildeo en las grandes ligas es fundamental. Aún con la amistad de Eloisa Vivanco Esquide con la dirigente nacional María Luisa Alcalde, no es suficiente para apoderarse del partido.
¡Guindas al abordaje!
Reporte del Informante
Desaire indígena. El primer desaire a Apolinaria Martínez como próxima directora del Instituto de Pueblos Indígenas, lo recibió después del rito de los 7 pueblos indígenas que organizó el todavía titular Rafael Bringas en Zacapoaxtla el domingo pasado.
Rafael Bringas que responde a los intereses de Julio Huerta en coordinación con Esther Martínez Romano, organizaron el tradicional rito en compañía de la diputada por Teziutlán Marylin Ballesteros, el diputado Alejandro Carvajal y otras personalidades de los pueblos indígenas.
Antes de la ceremonia la mandaron a un rincón del estrado, sin tomarla en cuenta. A pesar que asistió en calidad de futura dirigente y de representante del gobernador electo Alejandro Armenta.
Al final también la discriminaron al acudir todos los invitados a comer al restaurante Mi Viejo Pueblito. En tanto a Apolinaria Martínez la destinaron a degustar mixiotes con arroz con los indígenas participantes y los presidentes municipales asistentes.
Rafael Bringas, sin la menor atención a quien lo sucederá. Se dispuso a quedar bien con los legisladores. Pagó la abultada cuenta con parte de los 7 mil millones de pesos que le destinaron como presupuesto en el inició de administración del muerto, quien lo puso en el cargo.
Sólo él sabe que hizo con los recursos. Nada hizo por la comunidad indígena en 5 años. Bueno si hizo algo: siguió el ejemplo del muerto, cero obras. Además consiguió que para el próximo sexenio redujeran 2 mil millones el presupuesto. Ya lo determinó el dirigente nacional Adolfo Regino Montes, ratificado por la presidenta Claudia Sheinbaum.
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