domingo, octubre 6, 2024
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El sapo mentiroso

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Adrián Ruíz
Al borde del abismo. La mentira como símbolo personal de Gerónimo Barbosa es sin duda el fiel reflejo de la fábula El Sapo Mentiroso. El batracio por su engaño encontró la muerte -física-. El de Zinacatepec murió -políticamente- hace años. Sólo que ahora sí lo sabe. Y como muerto viviente se dedica a seguir con su telaraña de mentiras.
El sapo mentiroso -el de la fábula- se hizo pasar por un gran cantante ante un depredador peligroso: un halcón. Y sobre todo en lo alto de las montañas –refugio del halcón-. Al ser descubierto, trató de escapar de las garras de su víctima. Consiguió esconderse unas horas. Luego sin escapatoria, decidió saltar al vacío pensando que se trataba del mar y se salvaría.
Equivocado se estrelló contra las rocas para acabar con su mentirosa existencia. El sapo ya no miente más, el sapo ha acabado.
El final del farsante batracio se escribió en el preciso momento que intentó engañar a quien creía en él. Los sapos no tienen palabra de honor. Los sapos son embusteros, sucios, desleales. Los sapos desconocen la lealtad. Traicionan, apuñalan por la espalda.
Por cobardes, mentirosos y traicioneros la mayoría de los sapos, acaban estacados. Saltan y trepan sin control. Utilizan a quien sea necesario por interés.
Los sapos cuando son descubiertos saltan a cualquier lugar para intentar engañar al “espejito”. El poder y el dinero obliga a los halagos y elogios de a los que se los proporciona. Sólo por el momento para hacerle creer que no pertenece al sucio estanque de pueblo.
Como el engaño pasajero del sapo al halcón. Los batracios al final del camino son descubiertos. La mentira con la que se manejan, llegado el momento se revierte.
Moraleja: sapo no mientas más. Tu salud está en riesgo.
¡El sapo salta y se estaca!
Reporte del Informante
Sin futuro. El diminuto tamaño político de las “corcholatitas” de Gerónimo Barbosa, para sucederlo -supuestamente- es tan insignificante, que su aspiración no es la gubernatura. Ni siquiera la candidatura a la presidencia municipal. A ninguno de los tres les alcanza para pintarse de guinda y competir por los dos principales cargos de elección popular en 2024.
Ni Olivia Salomón, Sergio Salomón y José Antonio Martínez, tienen con que disputar el abanderamiento. La decisión no la tiene -afortunadamente- Gerónimo Barbosa. La última palabra saldrá de Palacio Nacional.
La tercia elegida por Gerónimo, carece de tamaños para competir por el gobierno y municipio. Ni siquiera se puede pronosticar si alguno de los tres ganaría. No hay fundamentos sólidos para que por lo menos alcancen las candidaturas por Morena.
Ante las nulas posibilidades de ser designados para los premios mayores. Las tres “corcholatitas” pugnarán por diputaciones federales. Pero tampoco despreciaran curules locales. Total de lo perdido lo rescatado.
Olivia Salomón y Sergio Salomón, apuestan por diputaciones federales. En eso han enfocado sus respectivos trabajos políticos. Los tocayos de apellido, han pedido el apoyo de Gerónimo Barbosa, para llegar a la Cámara Baja del Congreso de la Unión.
Ambos personajes serían premiados con una curul federal. Es demasiado para políticos sin capacidad de liderazgo. Y menos con intención de servicio. Los dos sirvieron incondicionalmente al gobierno de Rafael Moreno Valle. Y ahora lo hacen con Gerónimo Barbosa, a quien le supieron tomar la medida.
José Antonio García, es el menos afortunado. Al doctor por más que lo candidateen, carece del capital político y la infraestructura necesaria para competir por la presidencia de su colonia.
El doctor, fue un funcionario de tercera en el morenovallismo. Permaneció oculto en la subsecretaría de Salud. Nada aprendió del arte de hacer política. Supo sorprender a un gobernador pueblerino para saltar a la secretaría, pero nada más.
Saldrá ganando si por casualidad le toca una diputación local. El “pero” es que va a hacer como legislador: nada absolutamente nada. Sería otro levanta dedos nada más. No desconoce la zalamería de: “si señor gobernador. Lo que diga señor gobernador”. Es cuánto señor gobernador.
A pesar de la presunción del de Zinacatepec, que tiene los dados cargados a su favor. Ninguno con el poder suficiente para decidir el juego de la designación de cargos importantes en Puebla.
¡Regalos de consolación!
ruizdur@hotmail.com

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