Adrián Ruíz
Edil sin palabra. No sé requirió mucho tiempo para que Eduardo Rivera Pérez, mostrará su verdadera cara. La cara de yunquista que siempre ha tenido. El rostro de ultraderechista, que ve por encima del hombro a la clases baja y media. El hipócrita que se muta por minutos en trabajador de limpia, pintor, estibador, jardinero -un mil usos de aparador-.
Los baños de pueblo que a temprana hora intenta darse, reflejan la falsedad para con la ciudadanía. Nadie en su sano juicio se traga la falsa postura del “señorito” de bombín y guante -vestido impecablemente– con un instrumento o herramientas de jornalero.
El “señorito” en su vida ha sabido lo que es trabajar en oficios de extenuantes jornadas y raquíticas compensaciones. En defensa del edil, podría argumentarse que para eso curso estudios universitarios. Y por ende es el presidente municipal. Entonces que use sus conocimientos para dar resultados en la administración de la capital.
En concreto Eduardo Rivera, debe dedicarse a gobernar con eficiencia a Puebla. Tiene la obligación de conciliar con todos los gobernados. Para eso se le paga. Es un empleado de poblan@s su óptica de “rey” de la ciudad es errónea.
Si bien el retiro del comercio informal en calles del Centro Histórico es una medida acertada. Lo es también el cumplimiento de la reubicación de los comerciantes en espacios dignos. Y sobre todo dónde los vendedores tengan garantizadas las ventas de mercancía que tenían en sus lugares
Ese fue el trató y Eduardo Rivera -como acostumbra- no cumplió su palabra. Los comerciantes le demostraron seriedad. Aceptaron retirarse del Centro sin protestar. Se quitaron creyendo en las promesas del edil.
Pasaron los meses -desde febrero- y nada les cumplió. Invirtieron sus recursos en la compra de mercancía. Pensaron que pronto contarían con espacios para trabajar. Se equivocaron. Eduardo Rivera, nunca tuvo intención de cumplirles -¿De quién aprendió?.
La Entrega lo advirtió a media semana: el enfrentamiento entre ambulantes y autoridades municipales es inevitable. El responsable directo es el edil Eduardo Rivera. Y ayer por la mañana se suscitó la primera trifulca.
Los comerciantes no doblarán las manos ante un presidente ventajoso sin la menor intención de apoyar a la gente trabajadora -no es lo mismo que a los delincuentes que se mezclan en el ambulantaje-. Y lo peor del panorama es que las reyertas irán en aumento en los siguientes días.
Los comerciantes no cesarán en exigir el cumplimiento del pacto. Y Eduardo Rivera en no cumplir. Una vez desalojados, usará la fuerza pública para evitar la invasión de calles. El peligro de un desastre lamentable está latente. Los ambulantes se están organizando y podrían ser reforzados con otras organizaciones.
Saben responder a la violencia con más violencia. Eduardo Rivera tiene la solución al conflicto: cumplirle al pueblo. Nada más. Pero es un panista cerrado al diálogo. Se cree dueño absoluto de la verdad. Su verdad.
¡Días tormentosos!
Reporte del Informante
Seguir el juego. Sin opción Olivia Salomón, secretaria de economía debe seguir la farsa montada por el “pirata” de Tehuacán para ser otra corcholatita destapada. Consiente de las nulas posibilidades para ser designada candidata. Aunque si quiere. Pero no podrá. Debe continuar con el juego
Olivia Salomón no es política ni por devoción ni por convicción si por conveniencia. Olivia Salomón es funcionaria de paso. Su permanencia en la política poblana, será tan efímera cómo su aparición inesperada.
Las palabras de Rafael Moreno Valle Sánchez -qepd- ex pareja de Olivia y quién la ingresó en la política, aún retumban en su casa de La Vista.
La noche del 15 de septiembre del primer año de la actual administración. Don Rafa, organizó una cena para festejar el grito de Independencia -por cortesía invito a La Entrega, sabía que no asistiría, también conocía los motivos-. Los invitados principales fueron: Gerónimo Barbosa y su esposa.
De acuerdo con algunos de los asistentes, Barbosa insinuó que Olivia, bien podría ser candidata a la presidencia municipal. Habla como candidata aseguro. Lo mismo que expreso recientemente: se expresa como candidata. La secretaria de economía conoce el juego a la perfección y juega.
Días después Rafa y un servidor nos encontramos en el club de billar al que asistíamos con frecuencia.
Le pregunté sobre la posible candidatura de su esposa. Después de una estruendosa carcajada contesto: Adrián nos conoces bien. Sabes que no somos políticos. Ni lo seremos nunca. Nosotros somos empresarios. Lo nuestro es hacer negocios y en eso estamos.
Luego nos invitó a desayunar para contarnos qué y con quiénes habían iniciado negocios -pero esa es otra historia merecedora de otro espacio-.
¿Faltará Olivia a su convicción?
ruizdur@hotmail.com
El Yunque ataca al comercio
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