Adrián Ruíz
Reuniones santas. Los tres días de asueto -jueves, viernes y sábado-, serán de reuniones permanentes en los campamentos de los candidatos que competirán en las elecciones de junio. Pepe Chedraui y Alejandro Armenta, cartas de la coalición Juntos Seguiremos Haciendo Historia, afinan detalles para el arranque de campaña el primer minuto del 31 de marzo -domingo- en el zócalo capitalino.
Los equipos de los dos políticos que aspiran a la presidencia municipal y gubernatura, arrancarán con ventajas sobre sus contrincantes. Llegó el tiempo de demostrar que fueron las mejores opciones de MORENA, para asumir el mando de la capital y el estado de Puebla
Pepe Chedraui y Alejandro Armenta, dieron cabida a personajes identificados con otros partidos políticos. Los resultados de la fórmula experimental, pronto se verán.
Los destinatarios -electorado-, serán los jueces que con su voto encumbraran o hundirán las aspiraciones de Pepe y Alejandro. La hora cero para los dos personajes ha llegado. En adelante tienen prohibido cometer errores.
Los puntos a favor que ambos tienen, deberán explotarlos al máximo. Sus debilidades las aprovechará el bando contrario para atacarlos.
Las estrategias y respuestas rápidas en posibles crisis, serán claves para aminorar los daños. Las campañas que realicen para convencer a la ciudadanía, marcará el ascenso o descenso en las preferencias.
Otra significativa ventaja de ambos, radica en la casi nula actividad de los candidatos panistas y sus aliados. La pasividad de los dos personajes, se debe a que confían en el voto panista -de la capital principalmente-.
Para su mala suerte cada vez son menos en gran medida por la mala administración del municipio en dos ocasiones de parte del nacido en el Estado de México -Lalo-. Y en gran parte porque a los dos los identifican plenamente poblanas y poblanos.
La situación favorece a Pepe Chedraui y Alejandro Armenta. El primero regresaría el palacio municipal a MORENA. Y el segundo continuaría por segunda ocasión consecutiva con el estado para el color guinda.
Aunque falta la conclusión de las elecciones. Los abanderados guindas tendrán un reto complicado en las respectivas administraciones. La del estado está hecha un cochinero.
A pesar que el gobernador Sergio Salomón, ha intentado regularizar las porquerías heredadas por el muerto, ha sido imposible. Y es que no son todas las que han salido a la luz pública. Hay más mucho más. Se trata de un pozo sin fondo.
¡Punteros guindas!
Reporte del Informante
Plazo vencido. Para los inconformes por las designaciones de candidatos y candidatas a presidentes municipales y diputados locales su tiempo se acabó. El que se quedó se quedó. Las impugnaciones no procedieron ante la autoridad electoral.
Los nombres de los registrados de sus respectivos partidos, serán los votados el día de la elección. No hay más. Las imposiciones ganaron al final.
De nada sirvieron los reclamos de quienes encabezaron las encuestas. Los compradores de candidaturas, se quedaron con los nombramientos. Las maniobras de los vendedores para presentarlos como los ganadores de la preferencias se impusieron.
Los principales actores políticos de Puebla, pusieron -impusieron- sus fichas. En los 217 municipios del estado hay representatividad de quienes exigieron posiciones. A todos les tocó algo del territorio poblano.
No hizo falta el enfrentamiento directo, les respetaron lugares. Así Ignacio Mier, impuso algunos candidatos. Después de que le negaron un escaño para su hija. Alejandro Armenta, también colocó sus barajas en el mazo. Lo mismo ocurrió con el gobernador Sergio Salomón.
Sin faltar el oportunista Julio Huerta Gómez -primo del muerto-, quien rescató una diputación local para él. Y otra para su prestanombres en los negocios turbios que hicieron en Gobernación, su cómplice Andrés Villegas, impuesto por Tecamachalco.
La compra- venta de boletos de acabó. La rifa se efectuará con los números introducidos en la tómbola hace semanas. Los premiados con diputaciones y presidencias municipales, sobrevivirán en la política aldeana para beneficio personal.
¡Boletos agotados!
