Adrián Ruíz
Se cierra el camino. Al extremo llegó la desesperación en la aldea de Gerónimo Barbosa. El gobernador pueblerino no encuentra el camino correcto que le permita salir librado del hoyo que él mismo cavó. El presidente López Obrador se encargó de truncar su plan traicionero con Eduardo Rivera Pérez y el PAN.
La jugada acertada de desmembrar la alianza de panistas y perredistas con priistas, truncó muchos planes en el país, para intentar ser una real oposición en 2024. Sin ser la excepción, la alianza Gerónimo-Lalo se cayó.
Gerónimo apostó todas sus canicas por el timorato panista. Al percatarse ambos que Lalo, no tiene oportunidad sin la alianza, cambiaron radicalmente los planes.
Antes la dupla Gerónimo-Lalo, habían concertado la traición a Morena. Sumaron a un tercero Jorge Estefan Chidiac -verdadero dirigente del PRI-. Ningún empacho tuvieron en exhibirse públicamente.
El triunvirato estaba seguro del siniestro plan. Ninguno de los tres negaba la gran “amistad” que se profesaban. Todo era armonía y jactancia. Sin reservas se exhibían juntos en cada oportunidad que tenían en los medios de comunicación a su disposición.
No contaban con que López Obrador, apretará las tuercas lo necesario en la cabeza del líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, para romper con la alianza. Siempre es mejor conservar la cabeza intacta, para no terminar tras las rejas. El presidente tiene acorralado y sin salida al priista.
A tal grado que la alianza en Puebla y el país en general no se dará. Y si con la coalición el triunfo de Morena en las elecciones poblanas es inminente. Sin la alianza las posibilidades de panistas, perredistas y quienes se les sumen son nulas.
Ante la desesperante situación el gobernador pueblerino, recurrió a una medida extrema: intentar impulsar a sus propias “corcholatitas”. Cómo la baraja es raquítica optó por Olivia Salomón -dama de la clase fifí, lejos de la representatividad de la 4T-, Sergio Salomón -figura sin trayectoria digna para ser un serio aspirante-.
Y el menos culpable de la desesperación de Gerónimo, el doctor José Antonio García -elemento tan gris que nadie sabía de su existencia hasta que la pandemia le cayó como anillo al dedo. El pobre Galeno lo único que sabe hacer es obedecer ciegamente al aldeano de Zinacatepec. Es denigrante para un profesional de la medicina hacerlo a tal grado.
El secretario de Salud, cayó ante el maestro del engaño: Gerónimo Barbosa, Mister mitomanía. Cada quien con su cada cual.
Por cierto las “corcholatitas” de Gerónimo tienen varias similitudes que según el gobernador engañoso detesta -finge, porque padece de lo mismo-. Los tres son morenovallistas. Los tres son corruptos. Los tres son ignorados en la política de las grandes ligas -capital del país-. Los tres no tienen ninguna oportunidad para ser candidatos a la gubernatura. Y por sobre todas las cosas ninguno de los tres ganaría las elecciones.
A Gerónimo si bien le permiten posiciones en el próximo gobierno estatal, será algunas diputaciones locales y serán magnánimos con él. Ningún otro espacio le otorgarán.
A la larga lista de equivocaciones del gobernador pueblerino Gerónimo Barbosa, habrá que sumarle el fallido juego de la traición que planeaba contra Morena y el presidente López Obrador. Sin opción se la juega con sus engañadas “corcholatitas”.
Señoras y señores abran los ojos, Gerónimo no tuvo, tiene ni tendrá los alcances para imponer candidato. Y menos la clase de aspirantes que eligió. Se trata de otro juego perverso y mentiroso.
No se dejen impresionar con los diretes que se sabe todo de la política y que es el gran líder. El señor es un politiquero de cuarta. Nunca suoeró sus complejos y nivel pueblerino. Hasta en su lenguaje y comportamiento le brota lo corriente.
Ante el panorama político en contra Eduardo Rivera, desvió su mirada a otros lares. Tiene en mente repetir en la alcaldía capitalina o tal vez una senaduría -de acuerdo con el nivel de rechazo de la ciudadanía, tampoco le alcanzaría-, pero esa es otra historia.
¡Sin alianza no hay fiesta!
Reporte del Informante
Miedo inocultable. Cada vez es más evidente el temor de Gerónimo Barbosa, porque el candidato de Morena para sucederlo sea Ignacio Mier Velazco. Se percató que el coordinador del grupo parlamentario en la Cámara de diputados, gana terreno en el ánimo de quienes manejan los hilos políticos del país.
Los agravios han pasado a insultos personales. Aunque que Gerónimo -parece ser el mejor aliado del diputado. Es su mejor promotor-, intenta ser el mayor obstáculo. Ignacio Mier, trabaja sin tomarlo en cuenta. Y hace bien. Si está bien con Dios. El Diablo puede irse al infierno y más allá.
Para su mala suerte Ignacio Mier, trabaja hombro con hombro con Adán Augusto, secretario de gobernación. Aunque Gerónimo, minimiza el trabajo del diputado. Lo cierto es que ha sido pieza clave en los lineamientos que marca el presidente López Obrador.
Aunque el operador estrella de AMLO es Adán Augusto, el trabajo de Mier Velazco, no ha sido menor. Eso ha ganado terreno en la animo del presidente.
Tanto temor tiene Gerónimo que no escatima gastos para pagar una columna nacional, que retomó su columnista local donde se resalta que el gobernador pueblerino lleva mano para designar candidata o candidato a sucederlo. Lo que ninguno de los dos comunicadores redactó es que si se tratará de la presidencia municipal de Zinacatepec. Por supuesto que llevaría mano. Faltaba más impondría a otro primo hermano como el actual edil: Mario Roberto Huerta Gómez -hermano del director de gobierno Julio Huerta Gómez-.
¡Se cierra el círculo!
ruizdur@hotmail.com
Fallido plan (de la traición)
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