Adrián Ruíz
De ministeriales a guaruras. La labor de escritorio de la Fiscalía General del Estado la coloca como una de las más mediocres del país. Está inmersa en un socavón de burocracia y letargo en la integración de carpetas de investigación. Con el dominio pleno del Tribunal Superior de Justicia -a jueces de control y ejecución de sentencias-, hace como que imparte justicia.
El Fiscal, Gilberto Higuera Bernal, tejió una cadena de corrupción imparable. En cada una de las direcciones y fiscalías especializadas a lo largo y ancho del estado, cobran por los servicios.
Higuera Bernal encontró el método para vestirse de “héroe” todos los jueves con la rueda de prensa en la que anuncia detenciones de delincuentes de medio pelo. En tanto la delincuencia actúa con total impunidad las 24 horas del día.
La complacencia del Fiscal de permitir que haya mayor número de policías ministeriales “comisionados” –“guarros”- de funcionarios. Que los dedicados a la labor de investigación, es la manera más sencilla de facilitar las operaciones de la delincuencia.
La seguridad de poblanas y poblanos es algo que tiene sin cuidado al Fiscal Gilberto Higuera. La prioridad es protegerse él y su familia -para ello tiene a su servicio un séquito de ministeriales que lo custodian desde la salida de su domicilio hasta su regreso-. Y a su familia otro grupo de policías ministeriales.
Lo mismo proporciona agentes ministeriales por citar a algunos: a la viuda Rosario Orozco Caballero -sin ser funcionaria pública- con tres. Lizeth Sánchez -Secretaria de Bienestar- con cinco. Julio Huerta -Secretario de Gobernación- otros cinco ministeriales. Y Gabriel Biestro -Secretario del Trabajo- con dos “guaruras”.
NOMBRAMIENTO EN LO OSCURO
Entrada la noche de ayer, el Fiscal hizo otra de las suyas. Nombró en la clandestinidad a José Alan Villegas Arenas, nuevo Fiscal Metropolitano. Para quienes no saben que significa el nombramiento: es entregar el control de la justicia del estado.
Gilberto Higuera lo hizo a un “cartucho” quemadísimo en el estado de México. Específicamente traído de Ecatepec. José Alan Villegas, es un individuo identificado por las mañas en la Delegación Estatal del Estado de México de la Fiscalía General de la República.
Por supuesto se trata de gente desconocedora de la problemática delictiva en Puebla. Simplemente amigo de Higuera Bernal. Viene a cobrar 70 mil mensuales, nada que ver con los 30 mil que le daban en la FGR, como Ministerio Público Federal. Además tendrá un vehículo con chofer y un escolta. Y el combustible -gasolina- que utilice.
A partir de hoy manejará las fiscalías de Atlixco, San Martín Texmelucan, San Andrés y San Pedro Cholula. Y todas las de la capital poblana. En pocas palabras, el amigo del Fiscal, será el “jefe” de “jefes”. Destituyeron del cargo a Osvaldo Ramírez Zavala.
Los Ministerios Públicos, fueron los primeros en aplaudir el cambio porque seguirá la tónica de no dar seguimiento a las quejas. Seguirán archivándose por la módica suma de 10 mil pesos, por eso nadie se preocupó por el cambio.
Y el Fiscal Higuera Bernal menos. Por el contrario seguirán reportándole puntualmente sus percepciones. En la Fiscalía todos ganan. Desde el pez chico hasta el gran tiburón blanco.
¡Viva la inseguridad!
Reporte del Informante
Tiempo perdido. Para los auditores de taquilla de la Feria de Puebla, los 18 días de fiesta no fue como esperaban. La media docena de empleados no recibieron el pago acordado en el contrato de trabajo que firmaron.
El pasado lunes por la noche en el recinto ferial, fueron citados la media docena de trabajadores para finiquitar el pago correspondiente. De acuerdo al contrato deberían recibir 9 mil 500 pesos para finiquitar la prestación de sus servicios.
Cuando les informaron que cada uno recibiría 4 mil 500 por su labor diaria en las taquillas de acceso a la feria. Se inconformaron y se negaron a firmar. Lo que dio pie a una discusión de dos horas.
El problema empezó porque intentaron sacar fotografías del contrato. Les prohibieron sacar celulares en los momentos de la firma.
La mayoría se desesperó y decidieron firmar para recibir la cantidad ofrecida. Durante los días feriados los empleados laboraban de 12 horas hasta la madrugada de los siguientes.
En ocasiones empezaban a trabajar a partir de las 9 horas. Finalizaban su horario cuando acababa la variedad del palenque de gallos.
A pesar de aceptar casi el 50 por ciento de lo acordado. Acudieron a solicitar apoyo a las autoridades para iniciar por la vía legal el pago completo.
No todos disfrutaron la Feria de Puebla. Mientras para visitantes y autoridades -acudieron a divertirse a diario gratis con las diademas especiales de acceso-. Los trabajadores supervisaron el óptimo funcionamiento para recibir el pago completo.
¡Corridos sin sueldo!
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