Adrián Ruíz
Primeros mensajes. Cómo si la grave situación de inseguridad que prevalece en el estado poblano, fuera insuficiente. El penal de San Miguel está convertido en una olla de presión que amenaza con explotar en cualquier momento. La directora María del Rayo Mendoza Farfán, a su llegada en enero pasado impuso “reglas” de violencia. La medición de fuerzas entre María del Rayo y la población penitenciaria, entró en una zona riesgosa. El ambiente hostil al interior de San Miguel, se palpa también en las inmediaciones. No es casualidad la permanecía de patrullas y elementos de la policía estatal en la carretera de acceso y salida del penal. El maltrato a los internos de parte de la directora llegó al límite. Los reos peligrosos no están dispuestos a aguantar más agresiones. Los golpeados empezarán a tomar represalias. A nadie y menos a María del Rayo conviene una “bronca” al interior. Para imponer respeto la directora hace llamar a los reclusos uno por uno a su oficina. Esposados deben mantener la mirada hacia el piso de manera permanente. Tienen prohibido verla a la cara. Una bofetada es la señal de otra serie de golpes. Así han desfilado los más peligrosos a quienes golpeó a placer. El primer mensaje de inconformidad fue ajustar cuentas con uno de sus guardaespaldas. A raíz del suceso la vigilancia policiaca aumentó en el penal y a la directora de San Miguel. A la entrada y salida de San Miguel, María del Rayo es custodiada en el trayecto a su domicilio. Las relaciones de ambos bandos se deterioran cada día. Le hicieron llegar la información de anteriores directores y lo que les sucedió por extralimitarse en sus funciones. Sobre todo la de un militar corpulento en sus mejores años. También tenía la costumbre de esposarlos y golpearlos. La respuesta fue el daño físico y sicológica a su familia. La experiencia fue tan asquerosamente desagradable que La Entrega se reserva los detalles. Los internos propusieron una tregua. La respuesta de la directora fue mayor rigor y trato duro. La mecha fue encendida en el reclusorio y el peligro de explosión podría ocurrir en cualquier momento para desgracia de muchos. El caso del niño Tadeo, todavía no ha Sido cerrado. Gracias a ello el ex director y 17 custodios están en prisión. Y también por eso llegó a la dirección Mendoza Farfán. Cómo alguna vez dijo Manuel Bartlett, los reclusorios deben ser manejados con pinzas. De lo contrario pueden propiciar las caídas de gobernadores. ¡Primera llamada! Reporte del Informante Otro apretón. El último resquicio de rebeldía de Arturo Rueda, al pretender protestar como convicto, mediante cartas escritas para el diario Cambio, lo asumió Gerónimo como otra afrenta y apretó aún más las tuercas contra él. La persecución es personal. Pondrá de cabeza al poder judicial para acabar con el comunicador extorsionado. Antes de que pueda moverse le notificaron –por órdenes expresas de Gerónimo- el segundo proceso en su contra. Además del delito de extorsión -catalogado como delito grave- deberá defenderse por uso de fondos de procedencia ilícita. El panorama para Arturo Rueda se agrava a medida que avanzan los días. Por si fuera poco para ahogarlo más Gerónimo -aunque se lava las manos porque dice que a él no le corresponde aplicar la ley, sino a la Fiscalía y al TSJ- ordenó su traslado al penal de mediana seguridad de Tepexi de Rodríguez. El hundimiento de Rueda Sánchez es inminente. Una temporada a la sobra de por lo menos dos años le espera. Aunque la sentencia seguramente será la más rigurosa. ¡Enfermo vengativo!
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