Adrián Ruíz
Sábado vital. La primera llegada de Claudia Sheinbaum a Puebla, ya con la investidura de futura presidenta de México, tiene importancia vital. El gobernador Sergio Salomón, expondrá su plan “B” ante quien asumirá el poder a finales de 2024. Las corcholatas poblanas suplicaran por todos los medios que se acuerde de ellos. Claudia Sheinbaum, es la última vela encendida que queda para aferrarse al poder. La necedad de imponer al próximo gobernador de Puebla, quedó fuera del alcance del gobierno poblano. La voz cantante pondrá orden en breve. De hecho el mensajero Mario Delgado, dirigente nacional de MORENA, habló con algunos gobernadores que están metidos en los procesos electorales. Debido al interés del presidente de ganar la mayoría de las nueve gubernaturas. Los candidatos serán palomeados exclusivamente en Palacio Nacional. Sobre la sugerencia del gobernador Sergio Salomón de que sean cuatro y no dos los elegidos por el Consejo Estatal de MORENA -la mayoría al servicio de Julio Huerta Gómez, por herencia de su primo el muerto-. La respuesta fue política: se respetará el proceso, no habrá dedazo. Algo similar ocurrió con solicitudes de otros mandatarios estatales. Nada concreto a sus expectativas. En cambio la ratificación de que los elegidos, recibirán todo el respaldo para realizar campañas ganadoras. La desesperación de las corcholatas barbosistas, llega al extremo de presumir acercamiento -inexistente- con Claudia Sheinbaum. Intentarán colgarse de su falda a cualquier precio. El gobernador Sergio Salomón, aprovechará, la entrevista a solas para buscar la oportunidad de plantearle su plan “B”. No está relacionado con la candidatura de su sucesor. Es un tema particular. La abanderada morenista, usará su lupa personal para conocer a los posibles candidatos a las “pluris”, piezas claves. En Palacio Nacional, saben que muchos de los registrados que buscan diputación federal tienen sangre azul y tricolor, pero además se caracterizan por la traición y el chantaje. Cada uno será evaluado y si garantizan votos a favor de MORENA, podrían recibir la bendición. En adelante habrá vigilancia extrema a los gobiernos que se empecinen en intervenir en el proceso electoral. Porque hablar de manotazos de cualquier gobierno que lo vinculen en cualquier proceso electoral, podría generar que el INE, haga llamada de atención pública. Y hasta una denuncia por la comisión de un delito electoral. La dirigencia nacional de MORENA, no quiere ningún conflicto al respecto. En adelante los ocho gobernadores y el jefe de gobierno de la Ciudad de México deben evitar injerencias directas o indirectas. Es claro que aquellos que alaban todo lo que proviene de los gobiernos estatales, dentro de su zalamería, olvidan que pueden llevar a un conflicto a los ejecutivos locales. Los manotazos vendrán del gobierno federal. Los encargados de mediar y conciliar son de arriba y con instrucciones muy específicas. Ahora que el PRI se tienda a los pies de Morena, la actitud será selectiva en cuanto a diputaciones federales. A todos se les sobará el lomo pero nada excluye que pasado el proceso electoral se les cobren las facturas. El monitoreo a los mandatarios morenistas es permanente. ¡Un mundo los vigila! Reporte del Informante Antifaz azul. Ninguna sorpresa resultó conocer el motivo de la salida de Comunicación Social, del ayuntamiento capitalino del titular Fernando Cortés. Para quienes conocen como se las gastan los panistas, encabezados por el edil Eduardo Rivera Pérez, el único motivo que no permiten entre azules es el hurto. Rivera Pérez, se percató de las torcidas maniobras de Fernando Cortés, para quedarse con gran parte del presupuesto destinado a cuidar su imagen. La sospecha empezó porque el edil, se dio cuenta que sólo unos medios de comunicación lo tratan con adulaciones excesivas. Rivera Pérez en indistintas ocasiones le preguntó si había convenio con los medios en contra. La respuesta del comunicador oficial siempre fue la misma: claro Lalo, se les trata como se debe. Con lo que no contó nunca Fernando Cortés es que Lalo Rivera, no se tragara el engaño. Sobre todo porque los artículos se suscitan sin parar. Pidió pruebas de los convenios para actuar en consecuencia. Sin poder seguir más con su juego, quedó al descubierto. Eduardo Rivera, descubrió que el destino de los millones de comunicación tuvieron como destino el bolsillo de Fernando Cortés. El responsable directo de la deteriorada imagen del presidente municipal se llama Fernando Cortés. Es panista, tiene la misma escuela de Lalo Rivera. Pero en el ayuntamiento de Puebla, sólo él y su séquito pueden robar. Y más en tiempo de recolección para las campañas que se avecinan de los panistas. Fernando Cortés se les adelantó. Y agarró para lo que sería su promoción para una diputación local -apalabrada con Eduardo-. Además se cobró por cuenta propia el capital no percibido durante los meses que no trabajó -meses- por el contagio de COVID, que lo tuvo intubado en peligro de muerte. ¡Sin permiso de robar!
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