Adrián Ruíz
ADN contaminado. En el nombre y apellido el director del Registro Civil de Puebla, arrastra la estirpe corrupta. José Francisco de la Fuente Flores es hijo de José Cándido Francisco Javier de la Fuente Linares, un deshonesto abogado que amparado por el poder, arrastra una vergonzante trayectoria.
El negativo ejemplo de Cándido Francisco, lo heredó a su vástago. El director del Registro Civil, corrigió y aumentó el sello de la casa: corrupto en grado superlativo. Con los ingredientes extras de golpeador de mujeres y desobligado en la manutención de su menor hija.
Para tener una idea del ejemplo que su padre le dio a José Francisco de la Fuente Flores. Basta recordar su paso por la extinta Secretaría de Comunicaciones y Transportes, en el sexenio de su amigo Melquiades Morales Flores y su protector Jesús Morales Flores -hermano- a quien le debe el cargo.
En el primer año del gobierno melquiadista. Entre julio y agosto de 1995, salieron por la puerta de atrás de la SCT, el secretario Arturo Achard, su hijo Alfredo, Juan de Dios Lezama -otra ficha y actual delegado del INFONAVIT en Tehuacán- y De la Fuente Linares en calidad de subsecretario.
La corrupción que concretó el equipo melquiadista. Fue tan asquerosa que a pesar que Melquiades Morales, los protegió. No pudo impedir que causarán baja de la secretaría. Con la cara sucia, pero forrados de billetes.
De la Fuente Linares, planeó ofertar 200 juegos de placas del servicio público de alquiler -taxis-. A pesar de su influencia como subsecretario, necesitaba la autorización del secretario Arturo Achard.
Formó equipo con Juan de Dios Lezama Cortés y el director del transporte Gali Amarach. Al involucrar al vástago de Arturo Achard, aseguró la expedición de 200 concesiones, para ofertarlas en Tehuacán.
El escándalo explotó porque las concesiones se cotizaban en 100 y 120 mil pesos. El negocio fue millonario. Nada pudo hacer Melquiades Morales, para evitar la caída del grupo corrupto que impuso en la SCT.
El riesgo de que Arturo Achard, acabará en la cárcel. Lo obligó junto con su hijo a huir a Cancún, Quintana Roo -dónde también hicieron de las suyas con el presidente municipal-.
En tanto Jesús Morales, no pudo sostener a De la Fuente Linares. A pesar de los 300 mil pesos que le pagaba como cuota por la subsecretaría. Lo obligaron a esconderse el tiempo necesario para que se calmaran las aguas.
¡De tal palo tal astilla!
Reporte del Informante
Guerra declarada. La ruptura del gobernador Sergio Salomón con la viuda Rosario Orozco Caballero y la familia del muerto -Barbosa Huerta-, traerá graves consecuencias a los dos bandos. Los intereses -económicos-, son la manzana de la discordia. La viuda se envalentonó y declaró la guerra abierta al mandatario.
Lo más conveniente será pactar -otra vez-, si quieren evitar salir raspados. El poder de Sergio Salomón, empezó a extinguirse. El fuero de la viuda -diputación federal- y del primo Julio Huerta -diputación local-, empezarán en breve.
Tal vez por esos motivos la viuda se envalentonó, para reclamar el paradero de los 6 mil millones de pesos -a los que ya les había hecho “casita”- de otra inversión del muerto con el grupo Fóndika.
También reveló la desaparición de piezas valiosas del Vaticano, expuestas en el museo Barroco. ¿Saben a cargo de quién estuvo la organización? Del saqueador profesional de arte en Puebla: Sergio Vergara Verdejo -secretario de Cultura con el muerto-. Ya saben dónde están las piezas. Por eso intentó encarcelarlo, pero no le alcanzó el tiempo.
De acuerdo a fuentes confiables. Cuando todo era dicha y felicidad entre las dos partes. Acordaron varios temas entre otros hacer candidato a gobernador a Julio Huerta.
El gobernador Sergio Salomón, cumplió hasta dónde se lo permitieron en México. Cuando el gobierno federal le ordenó desmarcarse de ellos. La relación se rompió.
La viuda buscó al gobernador Sergio Salomón, para recuperar su porcentaje del capital retirado -para pensiones y jubilaciones de trabajadores afiliados al ISSSTEP-. La negativa provocó la irá de Rosario Orozco, quien masticó la afrenta, pero no la tragó.
Paciente esperó a cobrar venganza y está dispuesta a acudir con la presidenta electa Claudia Sheinbaum, para contarle que está pasando con el dinero del gobierno en Puebla. Está decidida a renunciar a MORENA si no la recibe. Pretende llevarse al gobernador Sergio Salomón, vía denuncia.
¡Saldrán chispas!
ruizdur@hotmail.com
Genética corrupta
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