domingo, octubre 6, 2024
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Judas quemado

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Adrián Ruíz
Vividor del periodismo. No cabe duda que el Judas Etílez alias Mario Alberto Mejía, todo lo relaciona con el alcohol. El sexagenario vicioso incontrolable no entiende que está acabando con las pocas neuronas que le quedan. El atrofiado cerebro le ordena la misma directriz de siempre. Es comprensible en un individuo incapaz de saber lo que es el periodismo.
En su intoxicado cerebro siempre ha rondado que el periodismo es escribir en prosa. El periodismo se basa en hechos. Y él crea cuentos, historietas y hasta fábulas.
Los periodistas por convicción viven para el periodismo. Los comunicadores -como él- falsos viven del periodismo a través del chantaje y la extorsión. Sin un gramo de ética y menos profesionalismo, su desgastada táctica de descalificar es la única endeble defensa que argumenta.
Siente que es el intelectual que México necesita. Su realidad es cruel al respecto. Los libros que ha escrito se apilan en los exhibidores sin que nadie los adquiera. Judas quemado. Los que aceptan el regalo en las presentaciones. También los regalaron a la salida de los eventos.
Otra excusa que antepone a las verdades que lo sitúan cómo el mercenario que es del periodismo, son los pleitos de vecindad que llama debates. Y al mismo tiempo resalta que nadie está a su altura para debatir.
El periodismo no sólo es política, existen géneros y fuentes periodísticas que con toda seguridad ignora. Sería interesante debatir con él sobre deportes amateur y profesional. Seguro es un asno. Las únicas disciplinas en la que es experto son: “jaibol”, “levantamiento de barra”, “aspiración submarina” entre otras.
Su obtusa mente siempre lo llevará a debatir la forma, pero no el fondo. Por eso pretexta la falta de ortografía. Sabe que el fondo -traición, chantaje, extorsión y robo- no tiene como debatirlos. La razón es simple: está consciente que es poseedor de las mismas “riquezas” que Arturo Rueda.
Los dos son producto del mismo arrabal. Compartían información proporcionada por Gerónimo Barbosa para extorsionar, atracar y todo lo que se pueda hacer fuera de la ley. La diferencia es que Rueda, se vio obligado a apoyar a su socio Ignacio Mier Velasco -situación por supuesto que incómodo a Gerónimo- hasta el grado de encarcelarlo.
El Judas optó -como siempre- traicionar a su ex cómplice y socio -Rueda, acabaron mal por la repartición de dinero de los chantajes-. Ambos se picaron los ojos. El etílico personaje se unió con otro maestro de la traición como es Gerónimo para deshacerse del Nigromante.
Su riqueza -monetaria- porque opulencia moral no tiene, es producto al igual que la de Rueda y la de Gerónimo de la extorsión y chantaje. Lo mismo del golpeteo mediático pero sobre todo de la corrupción, esencia nata de la desagradable tercia.
Risible y ridícula vestimenta de papel presume al llamarse ganador -sólo su alterado cerebro alberga tan locas ideas. Trabaja con el hemisferio equivocado de la materia gris-. Llama perdedores a quienes lo exhiben cómo lo que es: otro lacayo de Gerónimo.
A lo que llama triunfo -dadivas económicas del gobierno- son migajas que le tiran al piso para lamerlas como vulgar cuadrúpedo. Ser tapete de Gerónimo, le alcanza para tragarse las sobras del pastel que se atraganta Verónica Vélez Macuil.
Por qué son amigos Gerónimo, Judas Etílez y Jorge Estefan Chidiac -dueño o socio del periódico que dirige el vicioso-. Los tres tienen algo en común. A los tres les gusta la “uña” de gato. Los tres practican con singular alegría la traición. Los tres son corruptos hasta el hartazgo. Y los tres son cínicos e hipócritas en extremo.
Los tres personajes son afines a enfermedades cómo: el alcohol, la gula e inhalación.
¡Viciosos empedernidos!
Reporte del Informante
Festejo antipatriótico. Lo que pretende en complicidad Gerónimo Barbosa con Eduardo Rivera, en el festejo del 15 de septiembre es un atentado a la ceremonia más importante para México. La mezcla de guinda y azul, arrojará un color caca que salpicará por el balcón central de palacio municipal.
La noche del grito de Independencia, servirá como vitrina de la traición que cocina Gerónimo Barbosa a Morena. La exhibición con su familiar Eduardo Rivera Pérez, será el mensaje clave de alerta para poblanas y poblanos.
El apoyo será recíproco porque después de la ceremonia en palacio municipal. Gerónimo y Lalo se trasladarán a Casa Aguayo para continuar su maquiavélico plan.
¡Circo de dos pistas!
ruizdur@hotmail.com

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