Adrián Ruíz
Atentado al bolsillo. Pasado el compromiso de su reporte anual, Eduardo Rivera Pérez, se desenmascara ante poblanas y poblanos, para exhibir sus reales intenciones: exprimir los bolsillos de los capitalinos. A cambio de la ineficiencia de los servicios más elementales. El edil pretende imponer el cobro del Derecho de Alumbrado Público -DAP-.
Al presidente municipal no le quedó clara la postura de rechazo de la ciudadanía que el año pasado, intentó cobrar esté impuesto. Sin medir el perjuicio a la economía familiar, se unirá con el gobierno estatal y los diputados del PAN, para la aprobación del DAP.
Las intenciones de Eduardo Rivera son la recaudación de más de 140 millones de pesos con cargo a los bolsillos de los gobernados. El argumento falso que exhibe es: el desarrollo de obras como pavimentaciones y bacheo. La realidad es que requiere de mayores recursos para las giras de campaña al interior del estado que inició el pasado fin de semana.
El capital para servicios como pavimentación y bacheo, está contemplado en el gasto municipal, desde la aprobación anual del presupuesto destinado al municipio. Las obras al respecto son nulas en el presente ejercicio.
Avenidas y bulevares, se encuentran en deplorables condiciones. Salvo los pavimentados con concreto hidráulico en la gestión del ex gobernador Rafael Moreno Valle. Los restantes son la vergüenza de la ciudad de Puebla.
Con excepción de la corta administración de Tony Gali -concretó algunas obras- las restantes de Guillermo Pacheco Pulido y Gerónimo Barbosa, ninguna obra benéfica construyeron. Y Eduardo Rivera menos.
Si bien urgen vías de comunicación en buenas condiciones -sobre todo en temporada de lluvias-. A Eduardo Rivera le urge más el cobro del impuesto del DAP, para su promoción en los restantes 216 municipios del estado, dónde es un “fantasma” al que nadie conoce.
Si los legisladores del Congreso del Estado -incluidos panistas- hacen su trabajo como debe ser, rechazarán como el año pasado el DAP. De lo contrario contribuirán a llenar las alforjas de Eduardo Rivera con 140 millones de pesos, que serán destinados a una campaña infructuosa.
El papel que juegue Gerónimo Barbosa, será determinante en el plan de Eduardo Rivera. Se podrá comprobar si las reuniones entre ambos son como dijo el primero: estrictamente las oficiales.
Gerónimo Barbosa y su marioneta favorita Sergio Salomón, respaldan la propuesta del edil de Puebla. Ambos coinciden en que Eduardo Rivera, debe convencer a las y los diputados de Acción Nacional para que los morenistas los respalden y sea aprobado el cobro del DAP.
Hay que recordar que al presidente municipal lo “embarcó” en está aventura Gerónimo Barbosa. Y luego dejó que él solo pagará el costo político. De forma inmediata poblanas y poblanos se pusieron en contra del edil.
Fueron las semanas en las que Eduardo Rivera, estuvo peor calificado. En apariencia dejó en el olvido la negativa decisión de afectar los bolsillos de la ciudadanía. Una vez que quedó en el pasado la rendición de cuentas de un años de administración desastrosa, volvió a la carga con mayor ahínco.
Ese es el verdadero Eduardo Rivera. El panista recalcitrante. El que promete unas cosas. Y hace todo lo contrario. El político pusilánime, sin palabra. El personaje que antepone el beneficio personal al general para el que fue electo.
¡Edil nocivo!
Reporte del Informante
Vanas ilusiones. El factor tiempo y la inexiste presencia de Gerónimo Barbosa en el gobierno federal, son los factores en contra de sus “corcholatitas” locales para su sucesión. Tampoco los favorece pertenecer a su gabinete -exceptuando a Sergio Salón, líder del Congreso del Estado-. En la práctica es un servidor incondicional del mandatario estatal. Obedece ciegamente al chasquido de dedos – con todo y la supuesta “autonomía” del poder legislativo-.
Los favorecidos por Gerónimo, deben extremar precauciones. Aunque ya empezaron sus campañas disfrazadas, porque violan la ley electoral. Ningún servidor público en funciones -pésimos, pero funcionarios al fin-, puede hacer proselitismo.
Y Sergio Salomón -Líder del Congreso-, Olivia Salomón -Secretaría de Economía-, Melitón Lozano -Secretario de Educación Pública- y José Antonio Martínez -Secretario de Salud-, están en campaña.
La ingenuidad de los cuatro les impide ver más allá de la realidad. En principio sus incipientes y corruptas carreras políticas, no les alcanzan más que para una posible supervivencia.
Para culminar deberían saber que Gerónimo Barbosa, con dificultad podrá finalizar su mandato y librar el cobro de facturas de la federación, por jugar contra los lineamientos de la 4T. El principal elemento de la tribu de Zinacatepec es un desahuciado político. Y ahora si lo sabe.
El presidente López Obrador le concedió la gubernatura, como una jubilación inminente. Gerónimo aunque quiere, ya no puede aspirar a más. Fue un mandato de rebote -por la muerte inesperada de la primera mujer gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso-. Pero nada más. Al mismo tiempo representó el peor castigo para el estado de Puebla.
¡Ingenuos charlatanes!
ruizdur@hotmail.com
Lalo Rivera sin careta
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