Adrián Ruíz
Caricatura poblana. Mal parado al estado de Puebla, dejó la penosa imagen de Gerónimo Barbosa, durante el Tercer Congreso Nacional de Morena en la capital del país. Relegado y sentado a la orilla de la mesa. Solo, aislado de los legisladores y gobernadores. Lució como lo que está considerado a nivel nacional: UN CERO A LA IZQUIERDA.
La soberbia con la que se maneja la dejó guardada en Zinacatepec. Mostró la cara de la hipocresía y falsa humildad. Y como no actuar así ante la superioridad de todos los gobernadores, legisladores y sobre todo de Adán Augusto López, secretario de gobernación.
Fuera de su terruño muestra lo “pequeñito” que es. En el “gallinero” del secretario de gobernación ni pío dice. La actitud de bravucón y retador, dio un giro de 360 grados. Sumiso sin ver qué pasaba a su alrededor fue sorprendido por el diputado Ignacio Mier Velazco.
Ignacio Mier, lo hizo ver aún más insignificante al acudir a su trono -silla- a saludarlo. Lo sorprendió de tal manera que no sabía de quién se trataba, hasta que su “bastón” -así le dicen a la persona que siempre lo auxilia en su andar para no caer-, le dijo de quién se trataba.
Mier Velazco, lo agarró desprevenido. Ensimismado en su soledad. La cara de sorpresa no la pudo ocultar. Entonces el diputado, dueño de la situación se impuso sicológicamente. El saludo ante un indefenso Gerónimo lo hizo con las dos manos sobre la diestra de Barbosa Huerta. La clara muestra de superioridad fue impositiva de parte de Ignacio Mier.
Y es que no es lo mismo vociferar: suéltenme al león que verlo venir. Gerónimo Barbosa, sabía que el terreno que pisaba era escabroso para su caminar. En el escenario estaba Adán Augusto, quién no lo soporta. Y el mínimo paso en falso lo haría tropezar.
La moraleja es que: Gerónimo no es como lo pintan. Está solo y abandonado por el verdadero poder. En el colmo de sus calamidades, sus capacidades diferentes evidencian cada vez más.
Los males que padece proyectan una imagen, distante de un líder estatal. Por el contrario lo hacen ver como una persona incapaz de gobernar a Puebla. Aunque se aferra al poder. Es un cadáver que ignora que está muerto como bien le escupió a la cara el Judas Etílez, alias Mario Alberto Mejía.
Por cierto ante la amenaza de que la Fiscalía General del Estado -FGE-, cite a declarar a personajes que comieron con Tony Gali, sólo por las revelaciones del Judas, que jurídicamente no prueban absolutamente nada. Se trata de una farsa más de ambos -Gerónimo y el Judas Etílez-.
Nada vale en términos legales lo escrito por el comunicador. De lo contrario también deberán llamar a declarar a Gerónimo sobre el mismo tema: la muerte de Rafael Moreno Valle, Martha Erika Alonso y otras personas, al ser el sexto pasajero de la aeronave -al menos eso también escribió el Judas Etílez-.
La obligación de la FGE es obligar al Judas a probar lo que afirma. Porque culpar sin probar constituye un delito. A tal grado que otro comunicador le refutó que no estuvo en la reunión. Señalamiento que con el cinismo acostumbrado aceptó el Judas. El detalle lo muestra como un hipócrita difamador.
¡Culpar sin probar!
Reporte del Informante
Al matadero. Un costo alto pagó Norma Layón Aarún por el “premio” de repetir en la presidencia municipal de San Martin Texmelucán. A cambio de renunciar a la intervención directa de las obras públicas. Recibió carta abierta para operar igual que en su primer periodo. Es decir, al margen de la ley para manejar todos los negocios ilícitos posibles.
La orden de presentarse en la comunidad de San Baltazar Temaxcalac, tras la tragedia provocada por la caída del tanque elevado para agua, salió directa de Casa Aguayo. El recibimiento fue de agresión a su persona. La edil estuvo en riesgo. No le importa estar en el filo de la navaja. Ese fue el pacto como el de la mayoría -por no decir todos- los del partido MORENA.
Los presidentes municipales están sometidos a la voluntad de Gerónimo Barbosa. Sin excepción en su momento fueron notificados: toda obra la manejará el gobierno del estado. Asignaciones, constructoras y montos pasarán por el visto bueno del gobernador.
Y es que ninguno de los ediles maneja la realización de obras. Así sea la mínima construcción pasa por la vía del gobierno estatal. Todos los recursos económicos, humanos y materiales los impone el gobierno estatal. Es decir Gerónimo Barbosa y su grupo disponen de todo.
Incluso en cada uno de los ayuntamientos impuso: tesoreros, administradores, titulares de obras públicas, manejadores del agua potable. En general en los puestos claves para tener pleno control de los municipios.
Un claro ejemplo dónde podría repetirse otro suceso como el de San Martin es en el municipio de Atlixco, dónde a la presidenta municipal Ariadna Ayala Camarillo, le mandaron a la constructora que le está dando su “manita de gato” al mercado municipal. La edil está maniatada. Sin presupuesto suficiente, aceptó las reglas del juego impuesto por Gerónimo Barbosa.
Y lo peor para los y las presidentes y presidentas municipales, es que si algo sale mal como en San Martin los responsables serán ellos, nadie más. Gerónimo Barbosa, se “lava” las manos.
¡Ediles sometidos!
ruizdur@hotmail.com
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