Adrián Ruíz
Batalla ganada. La madrugada del pasado viernes, fue una de las mejores y al mismo tiempo una de las peores en la vida de Guillermo Aréchiga Santamaría, ex secretario de Movilidad y Transporte -con Gerónimo Barbosa-. Al mismo tiempo de recobrar su libertad -condicional-su hermano Marco Antonio, acababa de ser dado de alta por un infarto cerebral.
Se puede decir que son afortunados. Los dos hermanos la libraron Guillermo: de la cárcel y Marco Antonio de la muerte. El reencuentro de toda la familia Aréchiga Santamaría, se dio en la colonia Patrimonio, domicilio del profesor.
Guillermo Aréchiga, acusado y encarcelado por Gerónimo Barbosa, en marzo del año pasado por “supuestas” irregularidades en la entrega de concesiones del transporte del servicio público y adquisiciones públicas, debió salir de prisión hace meses. La responsabilidad jurídica careció de sustento. Ninguna prueba presentó la parte acusadora -gobierno- del Estado-.
La endeble acusación era insuficiente para mantenerlo privado de su libertad. En los primeros meses la defensa de Aréchiga Santamaría, ganó el amparo para salir de prisión.
El turbio sometimiento del Poder Judicial -supuestamente autónomo- de parte de Gerónimo Barbosa, impidió la aplicación de la ley correctamente. Por el arco del triunfo se pasó la máxima que dicta: nadie es culpable hasta demostrarlo.
Y en el caso de Guillermo Aréchiga, ni Gerónimo Barbosa, ni nadie demostró que entregó indebidamente las más de 600 concesiones de transporte público, cómo dijo en su momento el fallecido gobernador. El capricho de mantenerlo en prisión como a otros funcionarios que él puso en su gabinete, obedece a la simple razón de demostración de poder.
Un poder que causó uno de los mayores daños al estado de Puebla. Un poder tan pequeño pero al mismo tiempo tan tenebroso que tuvo un desenlace fatal.
Tal vez Guillermo Aréchiga Santamaría sea inocente del cargo de corrupción. Tal vez fue encarcelado de manera injusta. Lo cierto es que la Secretaría de Movilidad y Transporte desde su nacimiento primero como Dirección General de Tránsito, fue, es y será una fuente inagotable de recursos monetarios para el titular y todos los que laboran en la dependencia.
Por lo pronto un juez de control, ordenó la liberación condicional del ex funcionario estatal. Guillermo Santamaría, deberá acudir cada semana a firmar al juzgado que le asignaron para garantizar que no abandoné el país.
El proceso en su contra seguirá su curso normal. La diferencia es que será fuera del reclusorio. Lo que sin duda es mejor. Los dos fraternos ahora dependen del factor tiempo para recuperar los golpes sicológicos que representan estar en prisión y en peligro de muerte.
Mientras Guillermo Aréchiga, intentará regresar al servicio público. Marco Antonio, espera el vencimiento de su incapacidad médica, para reincorporarse a sus labores como secretario de la Dirección General del ISSSTEP.
Antes de regresar a la actividad pública, Guillermo Aréchiga, tendrá un encuentro con el gobernador Sergio Salomón. Primero para felicitarlo por su nombramiento. Y después para ponerse a sus órdenes.
¡Daño irreversible!
Reporte del Informante
Pifia garrafal. Cada vez el encargado de despacho de la SEP José Luis Sorcia Ramírez, intensifica las ganas de dejar el cargo. Le echa tantas ganas que lo hace público. La contradicción a la disposición del gobernador Sergio Salomón, para permitir a la burocracia femenil, participar en el Día Internacional de la Mujer, mañana 8 de marzo, es una prueba contundente.
Mientras el gobernador expresó que todas las mujeres trabajadoras del gobierno estatal, que deseen participar en alguna marcha. Lo podrán hacer sin ninguna sanción de tipo laboral. Y menos de descuentos salariales.
José Luis Sorcia, fue a contracorriente al decir: las maestras que quieran participar en la marcha tendrán que hacerlo en horario no laboral. O sea cuándo la protesta contra la violencia contra el sector femenino, haya culminado. O en la madrugada cuándo no haya iniciado.
El pobre argumento de Sorcia Ramírez es: no se puede afectar la educación de los alumnos. Como si un día sin clases fuera determinante en el aprendizaje escolar. Se dan más días de asueto por diferentes causas.
Lo más sensato que puede hacer el encargado de despacho de la Secretaría de Educación Pública, es rectificar su postura. Permitir al magisterio femenil, participar en su Día Internacional, será sano para él.
¡Afirmación equivocada!
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