Adrián Ruíz
Pellejo en peligro. Si como todo apunta la Comisión del INE, invalida la reelección -8 años- de Alejandro “Alito” Moreno como dirigente nacional del PRI. Se quitará el candado que lo protege para retar y enfrentar al presidente López Obrador. En contra de toda lógica, concretó la alianza con el PAN y PRD, para las elecciones en las que fueron convertidos en ceniza.
La incertidumbre del líder -priista- todavía, le quitará el sueño las próximas horas. La incógnita la despejará el INE, este miércoles.
Por lo pronto los consejeros establecieron que las reformas a los estatutos del PRI, se hicieron cuando el proceso electoral no concluía. Los servidores públicos del INE, se basan en el artículo 34 de la Ley General de partidos políticos, que prohíbe reformas a los documentos básicos con los comicios en curso.
La disposición legal para invalidar la reelección del dirigente priista. Cuenta con el sustento para desconocer a “Alito” Moreno. Los grupos opuestos al del todavía líder priista, pugnan por su salida.
El callejón sin salida al que llegó Alejandro Moreno. Es el resultado de la suma de enemigos que sembró por todas partes. Pero sobre todo el más poderoso: AMLO. Su cabeza pende de un hilo.
La militancia priista, tampoco lo ve como el líder que se necesita para evitar la extinción de un PRI que por décadas, fue el más poderoso del país. Y que se encuentra en actus mortis. Alejandro Moreno, está lejos de representar a los millones de simpatizantes fieles al priismo.
El futuro de “Alito” Moreno, está en manos de la Comisión del INE. Y el peor panorama en las de López Obrador. Antes de finalizar su administración, podría cobrarle alguna de las cuentas pendientes.
¡Se busca apoyo!
Reporte del Informante
Sin llenadero. La administración municipal, representada por Adán Domínguez y ejecutada por Eduardo Rivera, se apresta a cerrar con la venta de bienes. Contemplan recaudar más de 3 millones de pesos. Para dejarlos al gobierno de Pepe Chedraui.
La ley los protege porque establece que al final de la administración deben subastar bienes en su mayoría en mal estado. Es el pretexto ideal para efectuar uno de los últimos actos de conveniencia para los ediles municipales.
Eduardo Rivera, primero y Adán Domínguez, después, utilizaron la presidencia municipal para incrementar sus capitales monetarios. Como integrantes del panismo más recalcitrante. Intentarán apoderarse del partido, para asegurar posiciones en tres años.
Los dos ediles “azules” gestaron “pellizcar” el presupuesto municipal, para contar con recursos en tiempos venideros. A partir de octubre ambos se sumarán a la lista de huérfanos políticos -sin hueso-.
Serán presas de la otra cara de la moneda. Los. “apoyadores” por conveniencia no los buscarán más. Por el contrario, ellos necesitarán de su apoyo para sus futuros planes.
La soberbia del toluqueño Eduardo Rivera y la hipocresía de Adán Muñoz, como por arte de magia se convertirá en sencillez. Necesitan la suma de la gente. Sobre todo el primero para encumbrar a su mujer Liliana Ortiz como diputada federal.
Será complicado por dos razones: la señora cargará con el estigma de ser legisladora plurinominal. La diputación no la ganó en las urnas. Se la regalaron. Y también tendrá sobre su espalda ser la esposa de un pésimo presidente municipal -dos veces-.
Estará pendiente la entrega-recepción, que inició en días pasados. Salta a la vista la podredumbre en la que se encuentra el Palacio Municipal.
Será necesario apelar a la voluntad de Pepe Chedraui, para evitar que emprenda acciones en su contra. Sin ir a fondo es evidente el grado de corrupción de los dos panistas.
El toluqueño y el poblano, se van con la cara sucia del gobierno municipal. Serán recordados como la dupla inútil. No hicieron una sola obra de las muchas que necesita la capital poblana. Ni siquiera lo intentaron.
¡Panistas inútiles!
