Adrián Ruíz
Principio del fin. La resistencia de Gerónimo Barbosa, para aceptar que su tiempo se acabó. Es síntoma de un enfermo -físicamente también- de poder. No acepta que está solo. Su mandato se acaba antes de lo esperado. La mano que mece la cuna, empezó a cobrarle facturas pendientes.
Gerónimo, tiene varios flancos débiles. Es presa fácil de los tiburones que ya olieron la sangre -azucarada- y van tras la presa. Los escenarios que por inercia seguirán uno tras otro, es el lógico panorama que edificó con su gobierno intolerante. En política los errores se pagan.
El gobernador, se equivocó desde el inició de su administración. Los errores son múltiples. Van desde cambios constantes en su gabinete -a la fecha 21 con el de Melitón Lozano-. Mofas de la pandemia por el COVID. Consentir el enriquecimiento ilícito de sus familiares. Sin olvidar el nepotismo para incrustarlos en el servicio público.
Los factores que tienen a la ciudadanía presa de la delincuencia organizada y la pobreza extrema, nada importan a Gerónimo. Su gobierno está basado en la mentira.
Cómo a él lo engaña la gente(s) -diría el llegado de Zinacatepec-. Piensa que puede hacer lo mismo con el presidente López Obrador y los gobernados. Sólo en su estrecha imaginación se edifican las cientos de obras carreteras en todo el estado -según sus propias palabras-.
Sólo en su atormentada cabeza tiene cabida que la Fiscalía General de Puebla es la mejor de todo el país-. ¿Qué le suministran los médicos cubanos a su servicio las 24 horas del día?. Las alucinaciones son alarmantes.
Si, sólo el 50 por ciento de lo que asegura Gerónimo fuera cierto. El estado de Puebla, estaría al nivel de las mejores ciudades de México.
La obra cumbre de su administración -que se derrumbó por cierto- y que costó a poblanas y poblanos 9 millones de pesos, es la monumental bandera mexicana, colocada en la explanada del monumento a Ignacio Zaragoza. ¿A eso llama grandes y numerosas obras?.
El fracaso del gobierno de Gerónimo, empezó por alcanzarlo. Pronto alcanzará a sus protegidos. El desplazamiento de un poder endeble, los pondrá contra la pared. A todos y cada uno de los que se corrompieron, robaron, enriquecieron y abusaron. La misma delincuencia a la que hoy protegen, los harán sus víctimas.
Las incapacidades físicas que se agudizan día a día, son los principales obstáculos para acabar un mandato con fortaleza. El desgaste natural de los últimos meses. Y la penosa administración, será aprovechada por los bandos contrarios -no es uno solo- para humillarlo como en su momento lo hizo él.
La diferencia es que los contrincantes son sanos y fuertes. Aguantaron las ofensivas que un enfermo frustrado y acomplejado pudo lanzar. Gerónimo, empezó a sentir los estragos que ocasiona recibir. Porque dar es fácil. Lo complicado llega cuando de ser sparring se trata.
Se aproxima lo más complicado: el jaloneo por los espacios importantes en territorio poblano. Espacios que no quiere ceder. Y que no está en condiciones de defender.
Su soberbia -el peor de sus consejeros- lo guiará por el camino incorrecto. Así ha sucedido en su administración. Hoy está más solo que nunca. Los 4 o 5 incondicionales que le quedan, son insuficientes para protegerlo de la tempestad que se presagia.
Los grupo de Puebla y la capital del país, se relamen los bigotes por el festín que empezaron a disfrutar. La recompensa a la paciencia de tres largos 3 años -por los males de la pandemia y gobierno-, están a punto de cobrarla. Y lo harán con intereses.
Un muerto viene en camino.
La naftalina invade el ambiente.
Es temporada de Día de Muertos.
¡Urge un vuelve a la vida!
Reporte del Informante
Chivo expiatorio. La estrategia del gobierno del estado para ganar tiempo a fin de que la tragedia del pasado 14 de septiembre en San Martín Texmelucán, quede en el olvido. Y al mismo tiempo proteger a los verdaderos culpables les está dando resultado.
A cambio de enjuiciar a los culpables directos del derrumbe del tanque de agua y la muerte de dos personas. Gerónimo Barbosa en complicidad con el Fiscal Gilberto Higuera Bernal, encarcelaron al director de Protección Civil, Heriberto “N” a quien tienen preso en el penal de Huejotzingo.
¿Acaso es el culpable real?
¿Y los empresarios encargados de ejecutar la obra?
¿Y quién autorizó la ejecución?
¿Y la presidenta municipal Norma Layón, ninguna responsabilidad tiene?
La presidenta presumió el tanque elevado de agua en la comunidad de Temaxcalac. Orgullosa de la obra la inauguró para lucimiento personal.
El director de Protección Civil, paga con la privación de su libertad la culpabilidad de los verdaderos responsables. A pesar que la presidenta Norma Layón, sabe de la inocencia de Heriberto, no movió un dedo para ayudarlo.
Lo abandonó a su suerte. En cambio protege a los dueños de la empresa constructora que ejecutaron la obra. Ni siquiera ha revelado las identidades.
Sin duda es otro activo que se suma al debe de la contabilidad del gobierno de Gerónimo Barbosa. Para variar aplicó la justicia contra un “chivo expiatorio”.
Y no podía ser de otra manera en plena matanza para el mole de caderas, lo que hacen falta son chivos y si son expiatorios mejor. Así los cocinan en Zinacatepec, para imitar a sus vecinos de Tehuacán.
¡Se presume culpable!
ruizdur@hotmail.com
Muerto en el camino
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