Adrián Ruíz
Azules palomas. Lo mejor que le pudo suceder a Fernando Rosales Solís, fue salir de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. La corporación policiaca es un nido infectado por todos los rincones. La ejecución de dos elementos el fin de semana, es el resultado de asociaciones delictuosas.
Sin generalizar a todos los elementos de seguridad. De los 2 mil 900 policías municipales-aproximadamente-, mínimo porcentaje está exento de transgredir la ley. Los 17 mil pesos mensuales de salario son insuficientes para caer en la tentación del dinero fácil.
En la policía municipal como en todas las corporaciones policiacas el que no cae, resbala. La lamentable muerte de dos personas en cumplimiento de sus labores. No exime al grueso de la policía de las actividades ilícitas a las que se dedican.
Después de la tragedia se pusieron al descubierto un par de hechos que sirven para percatarse en mínimo lo que se vive y a lo que se dedican. Lejos están de ser las víctimas. Parte de la masiva protesta tiene fundamentos. Aunque tampoco pueden hacerse las víctimas. La ciudadanía es la única afectada.
Una de las razones por la que la permanencia del subsecretario de Seguridad Ciudadana, Gustavo Adolfo González, era insostenible. Y por la que causó baja inmediata: tiene señalamientos de acoso a esposas de policías.
Su salida de la corporación, evitó otra tragedia más. Los afectados después de varios reclamos y advertencias ignoradas. Iban a asumir sus propias medidas. Por fortuna la sangre no llegó al río.
El negativo botón de muestra es apenas un pequeño ejemplo del oscuro submundo que gira en torno a la corporación policiaca. Todo lo que se genera a diario es en gran medida el grado de delincuencia que impera en Puebla.
Lo que fuentes confiables revelaron a La Entrega, parece lógico: ¿Sabes Adrián, porqué la presencia de patrullas y policías es incómoda en el área dónde los mataron?.
La respuesta inmediata fue: no sé. Cuando tengas tiempo date una vuelta a velocidad lenta o si puedes caminando es mejor. Nada más no fijes la mirada mucho tiempo en dos viviendas.
Lo que me narraron después me atemorizo. En el interior de las viviendas que te detallamos, se encuentra una toma clandestina de huachicol. Eso lo saben los policías que se encargan de la vigilancia del sector. Lo mismo que todos los vecinos de Bosques de San Sebastián.
Los vigilantes de las casas se encargan de infundir temor en las inmediaciones, para evitar que se estacionen vehículos en varios metros a la redonda. Las constantes entradas y salidas de vehículos de carga, necesitan paso libre.
En conclusión nos dijeron: la línea de investigación que los ejecutaron miembros de la “Barredora” es errónea. Al momento no se tiene la menor idea de los responsables.
Es el panorama real del bajo mundo de los cuerpos policiacos poblanos. Lo poco que se conoce es nada comparado con la intensa actividad diaria de las “azules” palomas. Lo terrorífico para poblanas y poblanos es que estamos inmersos en la inseguridad.
¡En manos de quién estamos!
Reporte del Informante
PAN en llamas. La costumbre de dividir en los cargos públicos que ocupa Mario Riestra, la puso en marcha en la dirigencia estatal del partido en decadencia. En los peores momentos de crisis del PAN, los militantes lo pusieron al frente.
Los pocos militantes que lo eligieron tarde se percataran que hundirá las posibilidades de competir en futuras elecciones. Un líder -Riestra- con etiqueta perdedora, hundirá por completo al PAN.
Como una medida barata Mario Riestra y su cómplice Genoveva Huerta, para sumar seguidores prometen restituir a 600 panistas con proceso de expulsión. La anterior dirigente Augusta Díaz, les integró expedientes para sacarlos del PAN.
A pesar que la mayoría jugó en contra del blanquiazul -Mario Riestra y Eduardo Rivera principalmente- en las pasadas elecciones. El gris dirigente a falta de seguidores. Intenta reclutar a panistas y todo lo que desechen los otros partidos.
La pérdida de convocatoria de un dirigente sin liderazgo. Es síntoma de la caída total en Puebla. Mario Riestra y los dirigentes panistas, se quedaron solos.
¡Sin liderazgo!
