viernes, septiembre 20, 2024
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Nigromante en desgracia

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Adrián Ruíz
Se acabó el cariño. El tórrido “romance” que alguna vez existió entre Gerónimo Barbosa y Arturo Rueda -representado por el gobierno estatal y el periódico Cambio-, acabó en un “divorcio” por incompatibilidad caracteres. No podía ser de otra manera. Ambas partes se utilizaron. Se corrompieron. Se solaparon. Hoy están en posiciones de enfrentamiento.
La manzana de la discordia tiene nombre y apellido: Moisés Ignacio Mier Velazco. El empecinamiento del diputado federal y socio de Rueda en el diario Cambio, por suceder a Gerónimo Barbosa es la molestia de éste. El apoyo -obligado- incondicional en el diario local del director, el pretexto idóneo para deshacer la complicidad.
El riesgo para Arturo Rueda, es que será la pieza vulnerable del rompecabezas. Aunque la embestida directa es para Ignacio Mier. El daño colateral y mayor será para quien dejó de ser uno de los principales mastines del gobierno barbosista.
Dejar fuera de toda posibilidad a quien Gerónimo, considera un arrivista en las filas de Morena -Mier Velazco- es la principal consigna. Y eliminarlo de la vida política implica además de dejarlo fuera -ya está- de la carrera por la gubernatura, también impedir que repita como diputado federal o lograr una de las dos senadurías que le corresponden a Puebla.
Por supuesto sería la tumba política de Ignacio Mier, sin que ello lo afecte gravemente. El fuero que ostenta impedirá lo que podría suceder a Arturo Rueda. Claro todo esto en caso que les finquen responsabilidad por el delito de lavado de dinero.
Contrario a Ignacio Mier, Arturo Rueda es vulnerable por todos los flancos. Las autoridades cuentan con las pruebas suficientes para encarcelarlo. Lo más conveniente será negociar una retirada tranquila del panorama periodístico de Puebla. En caso que decida enfrentarse al poder acabará como huésped de San Miguel.
El director de Cambio, cayó en la trampa que Gerónimo Barbosa, puso a sus exfuncionarios que ahora están en prisión. El garlito es sencillo pero efectivo. Los deja corromperse y enriquecerse sin medida para tenerlos sometidos a placer.
A cambio deben obedecer sin protestar las órdenes salidas de Casa Aguayo. La primera negativa la pasa Gerónimo. La segunda les advierte en los medios de comunicación -entre ellos Cambio desde 2018-. Y en la tercera les da la oportunidad de irse por la puerta de atrás con la devolución de los recursos.
Si no acceden el peso de la ley cae sobre ellos y sin remedio el reclusorio es el destino. La mala noticia para Arturo Rueda son la pruebas contundentes que existen en su contra. La buena que el final del sexenio está cada día más cerca y como varios presos políticos podrán salir en 2 años.
El mensaje siciliano que le mandó Gerónimo a su expareja fue “cada quien debe asumir las consecuencias de sus actos”. Quién se siente inocente, que no se preocupe”. Así o más claro.
Por si no entendió Rueda el mensaje, le recuerda que en la Fiscalía General del Estado, sigue abierta la denuncia por chantaje -motivo suficiente para “entambarlo”- que interpuso Charbel Jorge Estefan Chidiac, priista sometido por Gerónimo por la desaparición de millones de pesos de la Secretaría de Finanzas.
Por todos los flancos las mismas armas que utilizó Arturo Rueda por órdenes de Gerónimo, están listas para disparar contra él. Las ironías de la vida lo pusieron contra la pared. El arrepentimiento de haber sido un lacayo del poder llegó tarde.
La lección será dura. La traición siempre se paga con traición. No es lo mismo traicionar que ser traicionado. A eso se expone uno si se rodea de “Judas”.
Arturo no somos amigos. Tampoco me alegro por tu situación. A quienes creíste tus amigos. Son en realidad tus enemigos.
¿Valió la pena ser extremadamente servil? ¿Tal vez económicamente si? ¿El pago justificó olvidar tus valores?
¡Cosecha lo sembrado!
Reporte del Informante
De visitas a visitas. La abismal diferencia de las visitas del presidente López Obrador a Puebla con las de otros estados se traduce en el nulo apoyo al gobierno poblano y los millonarios recursos destinados a Jalisco y Nuevo León por ejemplo. La administración barbosista sigue en el limbo para el mandatario federal. Las visitas a la Angelopólis, lejos están de estrechar relaciones.
Samuel García, gobernador de Nuevo León sin presumir amistad con AMLO. Y sin ser emanado de Morena, -pertenece a Movimiento Ciudadano-, mediante compromiso firmado por el presidente, recibirá 5 mil millones de pesos. Los recursos servirán para terminar la presa Libertad y el tren que conectará a Santa Catarina y el aeropuerto.
Algo similar ocurrió con el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro -tampoco pertenece a Morena-, con quién AMLO firmó el compromiso por 5 mil 200 millones de pesos para obras de abasto de agua. Y 2 mil millones más para la línea 4 del metro al sur de la ciudad.
¿Y para Puebla, Gerónimo Barbosa, supuestamente morenista? Nada absolutamente nada. Ni un peso partido por la mitad por lo menos para otra estatua bofa.
¡Gobernador vetado!
ruizdur@hotmail

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