Adrián Ruíz
Cacería reanudada. La inconclusa persecución iniciada por el muerto contra los notarios públicos, ha sido retomada. Al menos dos fedatarios que la habían “brincado”, tienen órdenes de aprehensión. Las ganancias por recoger las patentes son millones constantes y sonantes.
El muerto ordenó a la Consejería Jurídica, recoger las 19 Notarias otorgadas por el gobernador Rafael Moreno Valle. El terrorismo impuesto por el corrupto desaparecido, obligó a algunos a devolverlas -Víctor León Castañeda entre otros-. Algunos decidieron apelar jurídicamente y ganaron.
Otros más fueron beneficiados por el muerto: como Gabriel Federico a quien le otorgó la Notaría número uno de Huejotzingo. Y precisamente es uno de los que fue sentado en el banquillo de los acusados.
Gabriel Federico de Huejotzingo y otro notario de la capital poblana -que no le dio la patente Moreno Valle y que ganó el amparo tienen órdenes de aprehensión-. Las dos notarias se cotizan entre 12 y 15 millones de pesos.
La cacería de notarios igual que en su momento la ordenó el muerto a la Consejería Jurídica gobierno estatal. Ahora viene de parte de un vivo. Más bien un pasado de vivo, ex todopoderoso -para más pistas pariente del desaparecido-.
Por supuesto la ejecución salió del nuevo consejero Jonathan Ávalos Meléndez. La sapiencia de Maestro en Derecho Constitucional y Amparo, le permitió fincar responsabilidades al par de notarios.
También las irrefutables pruebas de operaciones con recursos de procedencia ilícita de Gabriel Federico, notario número uno de Huejotzingo. El fedatario, se enriqueció a la velocidad del rayo.
Cometió el error que suelen cometer los ricos improvisados: gastar el dinero a manos llenas. Gabriel adquirió costosos bienes, alejados de su realidad patrimonial -declaración-.
De acuerdo con fuentes de La Entrega, negoció en la notaría con terrenos y propiedades de la zona de Sonata. Uno de los lugares de mayor plusvalía en Puebla. Y dónde por cierto los Posada -exdueños de la Harinera La Asunción, han hecho millonarios negocios con los despojos de hectáreas-.
Las investigaciones a Gabriel Federico apuntan a qué es responsable de los delitos que se le imputan. Ante los hechos la patente le podría ser retirada antes de que concluya el año.
Por su parte el otro notario de la capital por el rumbo de Huexotitla, hace unos días dejó de operar su notaría al enterarse que existe una orden de aprehensión en su contra.
Cómo no le dio tiempo de ampararse, decidió ocultarse mientras planea como capotear el temporal.
¡Notarios al borde!
Reporte del Informante
Abdala se cae. La aparente seguridad del delegado de Bienestar en Puebla, Rodrigo Abdala Dartigues. En realidad es un nerviosismo inocultable por los turbios manejos de los recursos destinados a la clase de escasos recursos -pobres-.
Cómo en su momento -hace un año- La Entrega adelantó que estaría en la disputa por la candidatura a la gubernatura de Puebla -estuvo-. Ahora les adelantamos que se cayó. Un amigo hace meses, nos dijo: Rodrigo nunca estuvo. Y tenía razón.
El delegado de Bienestar, consiguió un mínimo protagonismo por la utilización de los recursos de Bienestar, para su promoción en medios de comunicación locales. Apenas le alcanzaron para colocarse en el último lugar de las preferencias electorales.
Rodrigo Abdalá, vuelve a desaprovechar la oportunidad de crecer políticamente por la sencilla razón: que no es político. El espaldarazo del gobierno federal es insuficiente para el crecimiento de quién tiene mentalidad de burócrata.
Las reclamaciones por afectaciones en comunidades porque no les llegan los apoyos de los programas contra el responsable directo: Rodrigo Abdala se multiplican a diario. En poder de La Entrega hay tres expedientes con pelos y señales de la desviación de recursos -en próximas entregas los revelaremos. Uno en Ajalpan y otro en Tehuacán-.
Lo mismo que las actividades “extras” del delegado de Bienestar. La encomienda del presidente a Rodrigo para la correcta distribución de los apoyos a poblanas y poblanos es lo que menos le interesa.
Lo importante para el “burócrata” Abdala es lucir ropa de marca y pasear en el auto de lujo Ford Mustang, recién adquirido. El junior vive como rey, sin cumplir con la labor encomendada.
La falta de crecimiento y madurez política, lo vuelven a colocar en el sitio que siempre ha ocupado en Puebla. La mediocridad es el distintivo de toda su carrera -si a eso se le puede llamar carrera-.
Por algo Manuel Bartlett Díaz nunca lo ha considerado como alguien capaz de sobresalir en la política aldeana. El concepto que tiene de su sobrino político es de mediocridad. Por algo no le brinda su apoyo.
¡Burócrata mediocre!
ruizdur@hotmail.com
