Adrián Ruíz
Fichas registradas. El manto protector del gobierno estatal, será insuficiente para blindar a los dos operadores “estrellas” del barbosismo. Julio Huerta Gómez -primo hermano de Gerónimo Barbosa- y Eric Cotoñeto. El par de “angelitos” se convirtieron en los pájaros de cuentas más descarados del sexenio.
La debacle de la administración estatal, obligó a asumir medidas urgentes. La escapatoria más viable es alejarlos del gobierno lo antes posible. La desmarcación empezó con el fingido rompimiento de Cotoñeto con Barbosa. Pronto se dará el de su primo Julio.
La medida es necesaria para evitar la inminente persecución de la pandilla. La influencia de Cotoñeto ha venido a menos. El otrora poderoso apoderado perdió poder. En el círculo político ya se supo y dejaron de rendirle culto.
Ni las amenazas que acostumbra expulsar hacen mella. El presidente municipal de Teziutlán, Carlos Peredo, dio cachetadas por partida doble a Gerónimo y Cotoñeto.
El conocido “extorsionador” con licencia del gobierno estatal, acordó con Carlos Peredo, incrustar en la presidencia municipal a una de sus múltiples amigas. La condición fue que percibiría un sueldo mensual de 33 mil pesos.
Apenas se enteró Peredo de la baja de bonos de Cotoñeto, ordenó que a su amiga la nombraran jefa de departamento de la Casa de la Cultura. El nombre rimbombante presagiaba el cumplimiento del pacto entre los deshonestos personajes.
La desagradable sorpresa para Cotoñeto y su pareja fue que sólo recibe 8 mil pesos de sueldo. Una cuarta parte de lo acordado. El enojo del “extorsionador” lo condujo a Teziutlán para primero reclamar y luego amenazar a Peredo.
Sin empacho con las credenciales ficticias del poder que presume, exigió al edil de Teziutlán la mejora salarial de su amiga. La respuesta dejó perplejo al extorsionador protegido de Gerónimo: “hazle como quieras. Si le conviene trabajar así. Si no que presente su renuncia. Ni tú ni nadie viene a imponerme condiciones”.
El rompimiento fue total. Cotoñeto antes de salir le dijo: “Esto no se quedará así. Te la voy a cobrar con tus cuentas públicas. Vas a suplicar mi ayuda”. Nada ha podido hacer. Por el contrario busca salir ileso de toda la corrupción en la que ha incurrido.
Carlos Peredo, por su parte empezó a buscar nuevos aliados. En días pasados recibió en su domicilio particular a Eduardo Rivera Pérez, presidente municipal de Puebla. Ambos tienen su juego y utilizan a Gerónimo Barbosa, aunque éste crea que él es el mandamás.
Aprovechan la inutilidad física y mental del gobernador para hacer sus propios planes. Lo mismo que el resto de ediles municipales, funcionarios y gente que le da por su lado.
¡Desventajas físicas!
Reporte del Informante
Ingenuidad sin límites. Una diputada local y un magistrado, pecan de ingenuos al creer que el segundo será postulado a la presidencia municipal de Puebla. El matrimonio hábil y astuto para los negocios en sus respectivos cargos, creen el engaño de su padrino de bodas. Primero se tragaron el cuento que sería el sucesor en la administración estatal.
Cómo perros recién nacidos siguieron con los ojos cerrados. Sin ver la realidad viven su sueño guajiro. El desencanto momentáneo porque les hicieron saber que no tiene oportunidad los bajo de su nube.
Pero el padrino para disponer a su conveniencia del poder judicial. Volvió a cantarles al oído. Ahora para decirles que el “ahijado” está listo para seguir escalando peldaños en la política poblana.
Tocados y elevados en su ego les hizo una oferta -otra cruel mentira- que no podían rechazar: LA PRESIDENCIA MUNICIPAL. A pesar que el padrino no tendrá injerencia ni para eso los hizo caer de nuevo.
El matrimonio empezó a la voz de ya a construir su castillo en el aire. La diputada recluta personal -el mismo al que dio empleo nocturno en el Tribunal Superior de Justicia-. Les ofrece vehículos y sueldo para que se sumen a la próxima campaña.
El ingenuo matrimonio invierte parte del botín obtenido por la promesa del padrino. Ignoran que se trata de otra jugarreta para tenerlos sometidos. Ninguna campaña iniciarán por la sencilla razón que la posibilidad primero para ser candidato y luego ganar -sólo que fuera por Morena- es de una en un millón.
¡Ingenuos charlatánes!
ruizdur@hotmail.com
