Adrián Ruíz
Nada para presumir. Una medida contraproducente, resultó la iniciativa de la sala de secretarios de gobernación. La mala idea de reconocer a personajes siniestros y sobre todo corruptos, exhibe a los gobiernos que han transitado en Puebla. Ninguno de los galardonados tienen nada que presumir. Y si mucho de que avergonzarse.
Por supuesto sobresale Javier López Zavala -presunto homicida de la activista y madre de su hijo, Cecilia Monzón-. Colocar su fotografía en la sala. Es una afrenta contra Poblanas y Poblanos.
Si bien antes de ser un presunto homicida, fue secretario de gobernación. No justifica que se le rinda el mínimo reconocimiento. Lo más sensato es olvidar que alguna vez, formó parte de la estructura del gobierno poblano. Y retirar su fotografía.
Entre muchos secretarios de gobernación de los que La Entrega, recuerda desde el gobierno de Guillermo Jiménez Morales. Se encuentran: Melquiades Morales Flores -uff- uno de los peores secretarios de gobernación y nefasto gobernador.
Fue artífice del fraude electoral contra el panista Ricardo Villa Escalera, por la presidencia municipal para hacer ganar a Jorge Murad Macluf.
Carlos Palafox y Carlos Meza Viveros, pareja de “vampiros” de la política poblana. Los nombramos juntos, porque pertenecen a la escuela de “succionadores” del poder. Ambos favorecidos con Notarias Públicas -al segundo: Meza, se la quitó su ex mujer-.
El primero, Palafox, intentó jubilarse con sueldo de secretario de gobernación. Y exigió una intervención quirúrgica en Houston, Texas con cargo al gobierno de su amigo Melquiades Morales -entonces gobernador-
El par acostumbrado a vivir pegados a la ubre del gobierno. Y de lo que de ella emana -practica general de todo funcionario y los secretarios de gobernación-. Explotaron al máximo su posición con la complacencia de Manuel Bartlett y Melquiades Morales, respectivamente.
Del mismo corte son todos los que han desfilado por el segundo cargo más importante de los gobiernos estatales. El importante escalón, lo utilizan para abusar del poder.
Entre los más recientes Julio Huerta Gómez, quien además de enriquecerse ilícitamente. Sometió a órganos “supuestamente” autónomos como la Fiscalía General de Estado y el Tribunal Superior de Justicia -entre otros-.
Lo más grave es que en complicidad con su primo el muerto -el peor gobernador que Puebla ha tenido: Gerónimo Barbosa-, cometieron el delito penal de nepotismo. El artículo 220 del Código Penal Federal, prevé como una conducta punible, el abuso de autoridad, cuando un servidor público benéfica a un familiar -primos-.
Al menos gente como Fernando Manzanilla, tuvieron vergüenza y no acudieron a posar una fotografía inmerecida. Aunque también forma parte del homenaje inmerecido. Y tal vez con el récord de ocupar el cargo tres veces. La primera con su entonces cuñado: Rafael Moreno Valle. Luego con Guillermo Pacheco Pulido. Y recientemente con el muerto.
¡Homenaje teatral!
Reporte del Informante
Ediles trastornados. La realidad que impera entre los munícipes poblanos es grave. El paupérrimo poder que obtienen, les hace perder el piso. Antes del final de la actual administración, cayeron en prisión 3 y 2 de ellos por homicidio.
La actitud asumida por los presidentes municipales, es como si fueran dueños del mundo. Equivocadamente creen que todo lo pueden. Tarde se percatan del error.
Antes de sentarse en las sillas municipales, deberían tomar un curso de sencillez y honestidad. Les evitaría cometer errores que se castigan con la privacidad de la libertad. No se trata de asumir una posición de poder. Si no de servicio público.
Existen ciertos presidentes municipales que asumirán el poder, muy cerca de la capital poblana que contrataron a gente llamados Coachs. Los “aleccionan” en el empoderamiento y trato a sus gobernados. Los proyectan como poderosos omnipotentes y omnipresentes.
Soberbia e hipocresía son sinónimos de ignorancia. Bajen de sus nubes y pongan pies en el piso. Dejen de asumir arrogancia sobre todo aquellos que ya traen en mente la reelección y su futuro económico resuelto.
Las muestras de botón recientes: Emiliano Vázquez Bonilla, de Zapotitlán, ejecutó a escolta y chófer del edil electo. Rafael N, presidente de Hueuetla, atrapado con medio millón de pesos en efectivo y una arma de fuego. Y Álvaro Tapia Castillo, presidente de Actopan, quien mató a su esposa María Elena Sandoval Castillo.
¡Poder desviado!
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