Adrián Ruíz
Dedo en la llaga. La presión que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ejerce sobre México, desde varios frentes -narcotráfico, migración y aranceles entre otros-, no son ocurrencias ni caprichos. Cuando acusa que el Gobierno -priistas, panistas, perredistas, morenistas y de todos los partidos-, han sido, son y serán aliados de las organizaciones criminales. Es porque tiene los “pelos” de la burra en la mano.
Al respecto la postura de la presidenta Claudia Sheinbaum, no puede ser otra que la del rechazo a la contundente verdad. No puede ser de otra manera. Debe “defender” no a los mexicanos y mexicanas involucrados -capos, políticos y autoridades-. Si no al país que gobierna. Porque la gran mayoría estamos exentos de la millonaria industria de las actividades ilícitas.
Por supuesto que México no quiere confrontación -como atinadamente dice la presidenta Sheinbaum-. A quien menos conviene enfrentar a Donald Trump y Estados Unidos es a nosotros. No existe manera de ganar en caso que se diera. Sería una batalla -ni siquiera guerra- perdida antes de empezar.
Los ases del juego están del lado del país fronterizo norteamericano. Lo que conviene a México es que Donald Trump, acepte una colaboración de seguridad mexicana. Propuesta complicada de aceptar, por la postura inflexible del presidente norteamericano.
Donald Trump, cuenta con información “clasificada”, sobre las personalidades del gobierno y policiacas que tienen relación con el crimen organizado. La Entrega siempre ha sostenido que los gobernantes. Tienen identificados plenamente a los delincuentes. Y no sólo eso saben la ubicación de sus guardias. De lo contrario dónde estamos parados.
Lo contrario redundaría en una total ingobernabilidad en el país y los estados. Los “pactos” les permiten operar con impunidad. La alianza se rompe cuando una de las dos partes incumple. Los gobernantes y Seguridad Pública con la protección e información, sobre operativos y “movimientos” de Cárteles u organizaciones diferentes al protegido. Y la delincuencia si no le entra con la “cuota” establecida.
Al gobierno mexicano le conviene “pintar” a Donald Trump, como el anticristo que quiere acabar con las mexicanas y mexicanos. Si bien es claro que el presidente del país más poderoso del mundo es racista y extremista. Las medidas no son contra todos, son contra la delincuencia y gobiernos coludidos.
Tampoco es casualidad que la seguridad en el país, este a cargo de las fuerzas de la Marina. Única institución confiable para el combate a todos los males que aquejan a México por décadas -narcotráfico, corrupción, explotación, secuestro, etc… y más etc…-.
Ningún plan B, C, D ó hasta Z, contempla solución al “apretón” de tuercas que Donald Trump, empezó a ejercer con la llave inglesa de 3/8. Si está decidido a destapar “La Cloaca” lo hará con la responsabilidad total de gobierno y delincuencia mexicanos. Aunque Estados Unidos, está tan o más involucrados, serán como siempre: los eternos inocentes y héroes.
Para Donald Trump, los millones de “zombis” – jóvenes drogadictos principalmente- que circulan por las principales ciudades de EU. Los responsables directos son los actores políticos, policiacos y los Cárteles del narcotráfico. Deslinda el consumismo de sus gobernados.
Bajo esa perspectiva -por cierto nada equivocada-. Se explica porque el nerviosismo en las altas esferas del gobierno -actual y pasado-. Sus radiografías completas se encuentran en poder de Donald Trump. Cualquier “movimiento” en falso abrirá las puertas de la intervención gringa.
La batalla contra el gobierno y delincuencia -no contra México-, la inició antes de tomar posesión -por segunda vez- como presidente de Estados Unidos. ¿O cómo debe tomarse que no invitó a la presidenta Claudia Sheinbaum?.
Por cierto ¿Porqué en los gobiernos estatales la seguridad la asumieron marinos? No es casualidad es desconfianza.
¡Temblorina política!
Reporte del Informante
Pide pan. Al “chayotero” comunicador Ricardo Morales le urge que el edil municipal Pepe Chedraui, le suelte la canasta del pan. Acostumbrado a vivir de las dádivas de los gobiernos estatal y municipal, verá disminuidos sus ingresos porque le cerraron las puertas de Palacio Municipal.
Desesperado buscó a algunos funcionarios del municipio en busca de recursos monetarios. En todas partes la respuesta fue la misma: no. La negativa fue una afrenta que cobra con golpeteo constante a toda actividad municipal.
La maña aprendida en años de comunicador y de servil empleado del gobierno -con Mario Plutarco Marín Torres pero esa es otra oscura historia-. La puso en marcha principalmente contra Pepe Chedraui.
La Entrega conoce la clase de está prolifera especie de comunicadores con vestimenta de corruptos combinada con chantajistas. Pero presumen de ser rectos “Periodistas”. -¿De dónde?-. Desafortunadamente está clase es la que pulula en Puebla.
¡No le dan ni hueso!
ruizdur@hotmail.com
