Adrián Ruíz
Moneda devaluada. Ante el inesperado giro en la política aldeana de Puebla, el plan imprevisto fue puesto en marcha. La muerte del gobernador soberbio, modificó el rumbo de la sucesión de 2024. Las posibilidades de la candidatura local por Morena, se redujo a un solo candidato. La moneda de cambio está más devaluada que la economía mexicana.
Julio Huerta Barbosa es la apuesta del gobierno estatal. Se trata de un intento desesperado por prolongar el nefasto gobierno exterminado por la muerte. Desde gobernación, tejerá la red para proyectarse a la candidatura.
La pesada losa de corrupción que pesa sobre la espalda de los Huerta Barbosa en tan sólo tres años en los que la familia llegó al poder es inocultable. Las huellas familiares están plasmadas en diferentes áreas del gobierno poblano.
Fueron colocados en puestos productivos económicamente. Desde el Registro Público de la Propiedad, hasta la presidencia municipal de Zinacatepec -pueblo oriundo de toda la estirpe-. Lo mismo en el sector salud, finanzas e infraestructura.
Por todos los flancos la familia Huerta Barbosa, ataca los presupuestos del gobierno estatal. Al desaparecer el gobernador, Julio, exigió el derecho de picaporte para iniciar su propio proyecto.
Pretende sin trayectoria ni méritos políticos, colocarse en la antesala de la gubernatura. Cómo cualquier poblano tiene derecho. A lo que no tiene derecho es pretender que la suciedad que carga se limpie de golpe y porrazo.
El gobernador sustituto Sergio Salomón Céspedes, deberá actuar con cautela. En breve se pondrá a prueba su capacidad política. Sobre todo porque en ello estará en juego su futuro inmediato -posible senaduría-.
El actual gobernador era el principal candidato del extinto para ser el aspirante del gobierno estatal -La Entrega publicó como se exigió el apoyo a los presidentes municipales morenistas-. La mayoría de ediles empezaron a trabajar para Sergio Salomón.
Al asumir la gubernatura sorpresivamente. El plan cambió de forma radical. Emanado del pequeño grupo de poder. Debe pagar la factura. Una factura que podría costarle demasiado cara.
Tan cara como su futuro político. El gran problema que enfrentará, será sostener el plan de impulsar a Julio Huerta Barbosa a la candidatura. Un error gigantesco fue nombrarlo secretario de gobernación. Poblanas y poblanas, no lo aprueban. Saben de los turbios manejos que hizo de la política desde la dirección de gobierno.
Julio Huerta, siempre tuvo el control y manejo de la secretaria de gobernación Ana Lucía Hill. El extinto gobernador, no lo podía hacer secretario de estado por el obvio nepotismo -siempre lo ejercieron, desde las sombras de la dirección-.
Para nadie es un secreto que los primos-hermanos acordaban por las noches en las oficinas de la “marranera”. Tampoco es un secreto que Julio Huerta, junto con otros 3 personajes del círculo del desaparecido, era uno de los instigadores para ejercer un gobierno de persecución y terrorismo por tres años.
Ante la evidencia de un pasado reciente de autoritarismo e imposición, Huerta Barbosa, recurrirá al único camino que tiene para tratar de convencer a la ciudadanía de que tiene buenas intenciones: el engaño.
A estas alturas en la recta final de la peor administración en Puebla, será un intento fallido. Ningún disfraz es capaz de ocultar la personalidad de soberbia que tiene el de Zinacatepec.
Julio Huerta cree tener el control de la estructura de MORENA y la política en el estado poblano. De alguna manera secuestraron al partido guinda. Pero sólo hasta dónde lo permitan los verdaderos dueños de la marca en México.
Nadie en Morena está por encima de los López Obrador-López Beltrán -hijos del mandatario-. Y Andrés Manuel junior es quien maneja la estructura de MORENA casi en toda la república, incluida Puebla.
Si la familia presidencial, permitió a los de Zinacatepec, operar en el partido guinda, fue para sumar a la mayoría de Consejeros. Lo que de ninguna manera implica que les dejen el control total.
¿Alguien en Puebla, cree en Julio Huerta?
¿O mejor aún alguien apoya a Julio Huerta?
¡Malas intenciones!
Reporte del Informante
Limbo político. El nuevo año, traerá irremediablemente la desaparición de las “corcholatitas” Olivia Salomón y José Antonio Martínez, cómo posibles abanderados a la candidatura de la primera magistratura en Puebla.
El par de secretarios deberá conformarse con finalizar la administración en el gabinete estatal. Y tal vez una curul estatal -para Olivia-. El doctor desaparecerá del mapa político como desapareció del seno familiar hace años.
A pesar de los bastos recursos inyectados a sus anticipadas campañas, nunca despegaron. Los dos se quedaron estacionados en el hangar de la impopularidad.
Los dos sin una trayectoria política por lo menos regular, siempre estuvieron destinados al fracaso. Ahora no sólo dejaron de ser suspirantes a la candidatura. Se encuentran en la “tablita” para dejar sus cargos. De nada les servirá las personalidades de pusilánime -el doctor- e impactante -La economista-.
A Sergio Salomón no le impresionan ninguno de los dos. Busca resultados en ambas secretarías y ambos han fallado. La Secretaría de Salud, está entre las cuatro más corruptas de Puebla. Y la de Economía, ha sido utilizada por Olivia Salomón, para su propio provecho en negocios particulares con empresarios con lo que la une una añeja amistad.
¡Sueños esfumados!
ruizdur@hotmail.com
Plan imprevisto
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