Adrián Ruíz
Banderazo fallido. La baraja de Gerónimo Barbosa para sucederlo está muy pobre. Nada tienen que hacer los supuestos elegidos en una contienda por la gubernatura. A menos claro que su intención sea que Morena pierda en Puebla. La invitación que hizo a sus colaboradores es un engaño como los que acostumbra. El mazo de cartas carece de un liderazgo real.
En Puebla volverá a cumplirse la jettatura de: gobernador no pone gobernador. Y Gerónimo Barbosa menos. Si sale bien librado de la errónea aventura que de rebote le tocó en suerte será ganancia. No tiene los tamaños del extinto Rafael Moreno Valle, quién dio cátedra de como se maneja el poder.
Se dio el lujo de poner a dos gobernadores/as. Primero a José Antonio Gali Fayad y luego a su esposa Martha Erika Alonso. Supo imponer su liderazgo pese a todo lo negativo que tuvo -entre otras cosas la demanda contra La Entrega que le ganamos a pesar de todo el aparato del poder a su favor. Fue un coscorrón que nunca superó-.
Nunca hubo relación alguna con Moreno Valle, sin embargo reconocemos que supo gobernar y dio a Puebla otra cara distinta a la que ahora tiene. El progreso que avanzó en su mandato, de pronto se detuvo con la llegada del peor gobernador de la historia poblana. Y mire que ha habido muchos pero ninguno como Gerónimo Barbosa.
El oriundo de Zinacatepec, para desgracia de Puebla, tiene todos los defectos que una persona puede albergar. Una sola cualidad no se le nota por ningún lado. Tal vez la tenga pero debe ser en el fondo, dónde los mortales no la podemos apreciar.
Las cartas devaluadas que intenta impulsar son: Olivia Salomón -secretaria de economía-, Melitón Lozano -secretario de educación-, Héctor Sánchez -presidente del TSJ- y Sergio Salomón Céspedes -coordinador de los diputados de Morena-. Francamente ni a cual irle. Con excepción de Olivia los restantes grises y corruptos hasta el hartazgo.
Las cuatro cartas “marcadas” están lejos de un liderazgo nato como políticos. Si bien cuentan con cualidades políticas -pocas- tienen más deficiencias. La cuarteta de funcionarios públicos se manejan opuestos a los lineamientos de la 4T. Sobre todo la tercia de elementos masculinos.
A la velocidad del rayo, Sergio Salomón levantó la mano, apenas su amo -Gerónimo- tronó los dedos para dar luz verde a los que tengan aspiraciones de su “equipo”. El gris diputado sin pena alguna se apuntó ipso facto. Pasó por alto que sólo es un instrumento de burla de un gobernador engañoso.
¿Qué posibilidades reales tiene? Primero de ser designado por Morena –no por Gerónimo, sino por el verdadero poder de la capital mexicana-. Y luego por lo menos competir -no ganar porque sería algo como que el olmo diera peras-.
Las cartas credenciales de Salomón Céspedes, no le alcanzan ni para ser presidente de su colonia. El servil líder del Congreso estatal, sólo sirve para promocionar y aprobar las iniciativas que le manda su amo.
Sergio Salomón, tiene una deuda impagable con su protector político Mario de la Rosa -presidente municipal de Amozoc-. Gracias al apoyo económico que le ha brindado ascendió en la política local. El munícipe le compró la diputación local y el liderazgo en el Congreso.
De alguna manera lo convenció para invertir en una infructuosas búsqueda de ser el elegido a la candidatura. Y menos por Morena. La posibilidad es prácticamente inexistente. Gerónimo no tiene margen de maniobra para imponer a su sucesor.
Otro poderoso inconveniente son los planes y aspiraciones personales de Mario de la Rosa. El poderoso Don dinero lo hizo repetir como edil de Amozoc. En las elecciones de 2024, quiere “comprar” una mejor posición -luego le cuento por cuál ofertó-. Cuenta con los recursos suficientes. Recientemente le adquirió la diputación local por Amozoc a Mónica Silva -pareja sentimental de otra carta devaluada: Héctor Sánchez, presidente del TSJ-.
En esta ocasión nos enfocamos a Sergio Salomón Céspedes. En siguientes entregas a las otras tres barajas sin valor que están en las mismas circunstancias.
Reporte del Informante
Sin careta. El disfraz de humildad que portó en los primeros meses -seis- el edil Eduardo Rivera Pérez, para timar a los capitalinos se cae a pedazos a diario para dejar al descubierto sus verdaderas intenciones de panista radical. Extraído del Yunke, no podía ser de otra manera. Por fortuna ha sido descubierto y su credibilidad está por los suelos.
Una avalancha se le aproxima con el sector de vendedores ambulantes del Centro Histórico que desde hace 4 décadas se ganaban el sustento en las calles. Al no cumplirles lo prometido -espacios dignos- amenazan con retornar –los primeros se instalaron ayer en la 8 y 10 poniente-.
Un argumento bien fundamentado con el que ganarán simpatizantes de la sociedad y que pondrá en peligro el negocio de Eduardo Rivera de los parquímetros en el Centro Histórico. Es que si la vía pública no es para trabajar en el comercio informal. Entonces ¿Por qué el ayuntamiento lo explota como negocio particular?. Y tienen razón.
¡Piso parejo para todos!
ruizdur@hotmail.com
Pobres cuadros
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