Adrián Ruíz
Apuesta en la mesa. La línea salida recientemente de Casa Aguayo para apostar las canicas para gubernatura y presidencia municipal de la capital, se dio hace unos días. Empresarios consentidos del actual gobierno fueron comunicados que dé inició el apoyo incondicional a Sergio Salomón Céspedes -gubernatura- y Olivia Salomón -presidencia-.
La reunión entre la plana mayor de patronos favorecidos, la encabezaron Guillermo Pacheco Pensado -hijo de Guillermo Pacheco Pulido -gobernador interino que desapareció en complicidad con Estefan Chidiac el presupuesto de un año en tiempo récord de seis meses- y Julián Ventosa, socio de los Pacheco.
Ambos convocaron a la gente poderosa de Puebla, para exponerles que la decisión de quién les ha dado obras y negocios a manos llenas, incluidos el par de voraces depredadores, a partir del próximo mes -julio- deberán invertir recursos económicos, humanos y de infraestructura para impulsa a Sergio Salomón y Olivia Salomón.
Las instrucciones fueron precisas: Sergio Salomón buscará la candidatura para suceder a Gerónimo Barbosa. Y a Olivia Salomón, tratarán de meterla hasta en la sopa en la capital poblana. La misión imposible por la escasa oportunidad -por no decir nula- de ambos aprendices de políticos, servirá para comprobar que con excepción de Rafael Moreno Valle Rosas, ningún gobernador en las últimas 5 décadas han impuesto sucesor.
Sólo Moreno Valle se permitió el lujo de imponer a dos mandatarios: primero a Tony Gali -interino de un año 8 meses-. Y luego a su esposa Martha Erika Alonso -primera gobernadora mujer de Puebla. Triunfadora indiscutible sobre Gerónimo Barbosa-.
El “dedazo” de un gobierno inexistente a los Salomón, caerá como balde de agua fría a las aspiraciones de Héctor Sánchez Sánchez, presidente del TSJ, Melitón Lozano, secretario de educación pública y Gabriel Biestro, secretario del trabajo. Los tres alzaron la mano. Los tres engañados por Gerónimo Barbosa, gobernador con poder tan pequeño en el mapa político como su futuro.
Héctor, Melitón y Gabriel, en breve comprobarán una vez más la esencia moral del gobernador engañoso. Los dos primeros empezaron con sus “campañas”. El primero para la presidencia municipal. Hace semanas reclutó a gente e invirtió en las primeras movilizaciones -el Judas Etílez y Ernesto Echeguren le hicieron creer que es el bueno. Sólo para sacarle dinero-.
El segundo -Melitón- los fines de semana realiza giras al interior del estado para promoverse. Se presenta como el candidato a la gubernatura. Los dos cayeron en la trampa. Los dos tienen algo en común: la entrega puntual de las “maletas cargadas”.
Gabriel, por su parte, más cauteloso conocedor del decir y actuar de Gerónimo -el distanciamiento con su ex amigo es real-. Está consciente que ni siquiera pudo ganar a Claudia Rivera -nefasta edil municipal- la designación para competir por la capital. En el fondo sabe que nadie de los que propongan desde Casa Aguayo, será candidato o candidata por Morena para los dos cargos más importantes de Puebla.
La anterior desagradable experiencia le enseñó que las candidaturas, son palomeadas en la capital del país. Comprobó que por más “brincos” -en sentido figurado porque no puede- que dé Gerónimo no tiene la fuerza para imponer candidatos.
Bajo ese panorama los Salomón, se expondrán al papelón de sus vidas. La exhibición no se las quitará nadie. Ni Sergio, ni Olivia tienen con que competir. Ninguno de los dos personajes, recibirán el visto bueno de las grandes ligas. Están ponchados antes de pararse en el plato de bateo.
Reporte del Informante
Maquinaria millonaria. La elección de estado para designar al dirigente estatal de Morena, se puso en marcha desde las entrañas del gobierno estatal. La operación denominada: “derroche de recursos”, será fundamental para el secuestro del partido.
La gran diferencia para imponer condiciones será el dinero. El gobierno de Gerónimo Barbosa, cuenta con el recurso. Fue destinado un millón de pesos para cada distrito. La repartición de despensas. La compra del voto por 350 pesos y el acarreo con transporte gratis son las armas para ganar la elección.
Presidentes municipales, diputados locales y operadores del gobiernos, forman el poderoso bloque para impedir que los izquierdistas reales asuman el liderazgo de los guindas en Puebla.
Sin oposición Gerónimo Barbosa se apoderará momentáneamente de Morena. Para eso le inyectará millones de pesos, recursos humanos y sobre todo imposición de condiciones basado en el poder del estado.
Al caer Morena en manos del gobierno estatal, todo haría suponer que tendría los hilos de las elecciones de 2024. Sin duda contará con fuerza. Pero insuficiente para ser el gran elector. La guerra no será al interior del partido. Sino fuera. Sin reglas como les gusta a los izquierdistas.
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