Adrián Ruíz
Ejemplar sirviente. Cómo ave pasajera Eduardo Rivera Pérez, está dejando pasar su segunda oportunidad de trascender cómo presidente de Puebla. El edil toluqueño -nació en Toluca, estado de México- hace 50 años, olvidó las promesas de progreso para la capital poblana. Igual que en 2011-2014, evade responsabilidades para asumir su verdadera personalidad de timorato.
Con más de 240 días como presidente municipal -por segunda ocasión- tiene sumida a la ciudad en un caos general. Está más preocupado por darle gusto a Gerónimo Barbosa, que en gobernar la capital poblana.
Una cosa es mantener buenas relaciones con el gobernador -con Rafael Moreno Valle, sucedió lo contrario. Intentó brincarse las trancas y lo puso quieto-. Y otra muy diferente arrodillarse ante un mandatario a quien tampoco le interesa el beneficio del estado de Puebla.
Eduardo Rivera Pérez, comete otro error que tendrá un costo político demasiado alto. Tan alto como su tumba política. Compartirá el deceso con Gerónimo Barbosa. La diferencia es que el segundo está en el ocaso de sus actividades. No tiene futuro -por su “ceguera” política y falta de un equipo para el surgimiento del barbosismo-.
En realidad el barbosismo nunca nació y por lo tanto menos existió. Los integrantes de su gabinete son auténticos arrivistas. Nada que ver con la 4T. Gerónimo está solo y abandonado. En la actualidad ningún integrante de su equipo inicial está en el gobierno. El proyecto prometido se diluyó.
Flaco favor se hace Eduardo Rivera al arrodillarse ante un gobierno que vive sus últimos días de relativo poder. Centrar la atención en complacer a Gerónimo nada suma a su causa. Por el contrario manda el mensaje que es otro integrante del reducido rebaño.
Lo mejor que puede hacer es trabajar en pro de su ansiado sueño. Con el apoyo de Barbosa, no alcanzará a ser gobernador como pretende. Tal vez sea la carta fuerte del panismo -Yunque para ser precisos-. Y con algo de suerte de la posible -cada vez más lejana, aunque en eso trabaja Gerónimo- de la coalición con PRI y PRD.
El ritmo que lleva en su segundo periodo de mandato, lo conducirá sin la menor duda a un fracaso rotundo. Si en la primera administración municipal no hizo nada, pero absolutamente nada por Puebla. En los poco más de 8 meses sigue por la misma ruta.
Lalo no ha dejado huella positiva en la política local. Ningún distintivo significativo ha conseguido. Y como pintan las cosas ni conseguirá. Aún cuando las oportunidades en el sector público han sido excelentes. Todo lo ha tirado por la borda. Como funcionario gris ha desfilado a nivel federal, estatal y municipal.
Fue diputado federal de la LVII legislatura en el Congreso de la Unión, fungió cómo coordinador del grupo parlamentario de Puebla del PAN. El rimbombante nombramiento sirvió para dos cosas. La más importante para el cobro de la dieta. Cómo legislador fue un cero a la izquierda.
También fue diputado local en la LVII legislatura del Congreso del Estado. Paso tan desapercibido como en la federal. Cómo si no fuera suficiente las grises exhibiciones en la administración estatal. Gracias a Rafael Moreno Valle, llegó por primera vez a la presidencia municipal, para volver a lucir como el político timorato que es.
Y ahora en la segunda oportunidad, sumó una nueva postura: el servilismo al peor gobierno de la historia poblana. Un logro digno del tamaño de presidente municipal que es.
¡Enanismo político!
Reporte del Informante
Saqueador profesional La Secretaría de Educación Pública, vive la peor crisis de la actual administración. El secretario Melitón Lozano, con carta abierta saquea a voluntad las arcas de la dependencia que más presupuesto ejerce en el estado. Ante la salida de América Rosas de la subsecretaría nada detiene la voracidad del oriundo de Izúcar de Matamoros.
Melitón es otro integrante de la lista de arrivistas. La antipatía que Gerónimo sentía por él desapareció por poderosas -$$$- razones de seis cifras. Poco a poco el pulpo de corrupción que llevan dentro extendió sus tentáculos en todas las áreas de la secretaría para exprimirlas al máximo.
Las medidas de bajas y cambios fortalecieron al ambicioso secretario para manejar a su antojo la secretaría. La creencia de que es el candidato de Gerónimo para sucederlo, acrecentó la ambición económica. De acuerdo con fuentes al interior de la dependencia junta todo el dinero posible para la “irreal” campaña.
¡Ambición sin límites!
ruizdur@hotmail.com
