Adrián Ruíz
Rumbo firme. Pasada la efervescencia de las elecciones electorales en Puebla. Después de diciembre los reflectores voltearan a la BUAP. La doctora Lilia Cedillo, se perfila sin oponente para un segundo periodo en la rectoría.
Definida la gubernatura -Alejandro Armenta- y la presidencia municipal -Pepe Chedraui-. Lo más importante que se avecina para Puebla, es la rectoría de la BUAP.
La rectora en su primera gestión se ganó el derecho de repetir en el timón de la Máxima Casa de Estudios. Las cartas de presentación fuertes: construcción de CU2, no tiene paralelo.
En su haber de activos, registra importantes obras en la capital poblana e interior del estado. La rectora priorizo el progreso y crecimiento de la Universidad, para beneficio exclusivo de toda la comunidad universitaria.
Aunque esa es la cara exterior de su rectoría, la labor administrativa, educativa y social. Tiene gran relevancia al interior de la BUAP.
La Universidad, vive sus mejores momentos en su historia en todos los aspectos. La doctora Cedillo Ramírez, demostró que no se equivocaron al elegirla como la primera mujer en dirigir el destino de la BUAP.
Con más méritos que los anteriores rectores. Lilia Cedillo, sin duda repetirá como rectora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. El trabajo de los tres primeros años como autoridad universitaria, avalan la legítima aspiración.
El camino tranquilo y seguro a la reelección, lo recorre en caballo de hacienda. En otras circunstancias había varios “tiradores” al cargo. Se apuntaban con anterioridad, miembros del mismo equipo de los rectores.
El juego se abría para el secretario o secretaria general, tesorero y hasta líder del sindicato universitario. Aunque es conocido que al final el “dedazo” se imponía. El rector siempre puso rector.
Los sucesos más burdos fueron: el primo José Doger, impuso a Enrique Doger. A su vez antes de pelearse y hacer negocios -a la fecha son socios aunque no se hablan-, Enrique Doger, heredó la rectoría a Enrique Agüera.
El veracruzano -Poza Rica-, nombró como su sucesor a Alfonso Esparza. Todos ellos sin los logros de la rectora Lilia Cedillo, consiguieron la reelección, sin obstáculo alguno.
Incluso los primos Doger, se acomodaron ”acomodaron” en los gobiernos estatal -José- y municipal –Enrique, fue edil de la capital-. Y Enrique Agüera, también intento ser presidente municipal de Puebla, con todo y ser veracruzano. Por cierto caso similar al del toluqueño panista, Eduardo Rivera.
En la actualidad no se vislumbran contendientes probables. La razón es simple, se expondrían al ridículo. Con las “armas” que porta la rectora Lilia Cedillo, serían blancos fáciles para dejarlos fuera de combate.
Ningún personaje de la BUAP, tiene los tamaños para disputar la rectoría a la doctora Lilia Cedillo. Y ni hablar de aspirar a ganar.
¡Sin oposición!
Reporte del Informante
Premio a la lealtad. Aunque el nombramiento de Delia Clarissa Álvarez Bigurra, como responsable de la comunicación de la oficina del gobernador electo Alejandro Armenta, fue sorpresivo para algunos. Para otros no tanto. La joven lo acompaña desde el senado de la república.
Delia Clarissa, hará el trabajo que en la actualidad desempeña Sandra Izcoa con el gobernador Sergio Salomón. Se encargará de las invitaciones especiales.
La joven veracruzana -Martínez de la Torre, muy cerca de Tlapacoyan-, tiene experiencia en la comunicación. Sin conocer a los comunicadores locales -lo hará en el camino-, su labor se centrará en las relaciones del gobernador Armenta con los medios.
Antes del destape de Alejandro Armenta, como candidato a la gubernatura. Delia Clarissa, lo acompañó en las giras por el estado de Puebla. Sobre todo en la campaña de siembra de árboles. Se encargaba de sacar las fotografías.
Ha acompañado al gobernador electo, desde el inicio de la búsqueda de la gubernatura poblana. A parir de diciembre tendrá un lugar trascendente en la imagen de Alejandro Armenta.
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