Adrián Ruíz
Sin invitación. La reaparición el próximo sábado del presidente Andrés Manuel López Obrador en Puebla -después de más de cinco meses- de ninguna manera se puede tomar como una cortesía al gobierno estatal. Por el contrario viene a evaluar los programas de Bienestar Social Federal para el apoyo de más de mil millones de pesos que se pondrán en marcha a partir de abril -después de la consulta popular- tal y como lo anunció La Entrega.
El gobierno barbosista fue excluido de los planes de AMLO. Por eso Gerónimo Barbosa ignora todo lo relacionado con la logística de la visita presidencial. Tampoco le dijeron los detalles de los lugares donde va a estar. El gobernador de Puebla, no fue invitado al desarrollo de las actividades.
El anfitrión no será Gerónimo Barbosa, serán los delegados federales. Y la gente designada para trabajar en las 7 regiones en las que fue dividido el estado para destinar los recursos. El presidente viene a supervisar con lupa que los apoyos lleguen a quienes deben llegar y no se queden en el camino como acostumbra el gobierno estatal.
Otra de las prioridades es que el Instituto Mexicano del Seguro Social -IMSS- y el Instituto de Bienestar -INSABI- se hagan cargo de los servicios de salud en Puebla. Ante la deficiencia de los servicios y el saqueó de los recursos de la Secretaría de Salud del Estado, el gobierno federal asumirá la responsabilidad.
Después que la Auditoría Superior de la Federaci9n -ASF- detecto un faltante de 407 millones de pesos en los gastos no comprobables de la Secretaría de Salud, encabezada por José Antonio Martínez, se decidió intervenir para evitar mayores abusos. La millonaria cantidad aún no ha sidoo justificada como prometió Gerónimo Barbosa
Y es que el tema no es tan sencillo. Los 407 millones faltantes son apenas la hebra de la podrida madeja de corrupción que impera en la Secretaría de Salud. El dilema real es como justificar los más de 4 mil millones de pesos que según Gerónimo se invirtieron en los dos años de pandemia.
Los números no cuadran en los libros de contabilidad. Una auditoría reflejaría el destino que tuvieron los recursos. El funcionamiento del sistema de salud, además de deficiente está rodeado de corrupción.
¡Gobernador ignorado!
Reporte del Informante
Pequeño presidente. La estatura de Héctor Sánchez Sánchez, contrasta con los tamaños que debe tener un presidente del Tribunal Superior de Justicia -TSJ-. Un temor desmedido mostró a los medios de comunicación que le tenían preparadas preguntas incómodas en el evento programado en Ciudad Judicial.
Sin dar la cara prefirió suspender la rueda de prensa. La afrenta sigue en deuda. No podrá ocultarse permanentemente. En cualquier momento será cuestionado sobre temas de los cuales no tiene respuestas.
De ninguna manera podría explicar su ofensivo enriquecimiento. Tampoco el servilismo de un organismo presuntamente autónomo ante el poder ejecutivo.
Y menos podría responder porque presume y grita a los cuatro vientos que será el próximo gobernador de Puebla -sueño por demás descabellado- sólo su desquiciado cerebro puede albergar tal posibilidad.
En esta ocasión pudo evitar dar la cara gracias a qué fue alertado a tiempo.
¡Enana justicia!
ruizdur@hotmail.com
