Adrián Ruíz
Libertad total. El tiempo de especular en la Secretaría de Movilidad y Transporte, quedó atrás. En adelante los resultados hablarán bien o mal del secretario Omar Alvarez Arronte. Será el responsable directo de cambiar la cara negativa de la dependencia. Alvarez Arronte, no tiene opción. Si o si está obligado a dar resultados en el corto plazo. La razón no tiene vuelta de hoja: el gobernador Sergio Salomón, le dio carta abierta para asumir las medidas que crea convenientes. El mandatario le dio plena confianza para ejercer la autoridad total en la Secretaría. Por ello los cambios en puestos claves, dependerán de él y solo de él. Los movimientos empezaron la semana pasada. Nadie le impondrá personal en ninguna área de la dependencia. Todas y cada una de las contrataciones hechas -hasta la semana pasada- pasaron por sus manos. Una docena de directores fueron removidos. Lo mismo que los subsecretarios. Los mandos medios también empezaron a ser sustituidos. El primer movimiento significativo fue la llegada de Hugo Armenta cómo subsecretario del transporte. Empezó a despachar la semana pasada sin ser presentado como tal oficialmente. Es gente de toda la confianza del secretario. Por alguna razón de último momento se cayó la incorporación de Óscar Aguilar González, como subsecretario. Omar Alvarez, sumará a gente de toda su confianza. Algunos ya empezaron a despachar en las instalaciones de la calle Rosendo Márquez. La mayoría de directores ya se fueron. Los nuevos provenientes de la Secretaría de Seguridad Pública -dónde laboró el secretario- se incorporarán en los próximos días. Lo mismo ocurrirá con los supervisores. Dirección administrativa. Y todo el personal de confianza. Sólo permanecerán los empleados de base con vigilancia permanente. Mientras se concretan los cambios al interior de la Secretaría, Omar Alvarez, intensifica la táctica que planteará en próximos días a los permisionarios del transporte público, para el mejoramiento del servicio. Lo que les dejó claro de entrada es que ningún vehículo irregular circulará. No habrá tolerancia para nadie-al menos en las siguientes semanas-. El compromiso con los concesionarios es: cumplir con el pase de revista. No habrá flexibilidad para nadie. El flamante secretario, está obligado a dar resultados en el futuro inmediato. El compromiso con el gobernador no tiene vuelta de hoja. Cómo conseguir un objetivo tan complicado que tiene décadas de corrupción arraigada. Se trata sin duda de una labor escabrosa. Los eternos vicios de complicidad entre permisionarios y autoridades, tienen al transporte público sumido en un pantano sin fondo. Omar Alvarez, aceptó el reto y le dejaron que ponga las reglas de juego sin obstáculos. Al final de la administración será su responsabilidad la imagen de la Secretaría de Movilidad y Transporte. El costo político de su labor lo abonará a su cuenta el gobernador Sergio Salomón. El fracaso o triunfo, se reflejará en la administración estatal. La mano inflexible que impuso a su llegada el secretario, será difícil mantenerla por tiempo indefinido. Los transportistas tienen su propio coto de poder. Cuentan con la capacidad de paralizar a la ciudad y el estado. Acostumbrados a imponer condiciones de como se da el servicio. Amañados para exigir alza al costo de pasaje cada vez que quieren. Pero sobre todo circular sin cumplir con el reglamento, lo aprovechan para imponer condiciones a los gobiernos en turno. Por todo lo anterior y más, salta la duda: al fin el transporte público en Puebla, alcanzará la ansiada regularización. O será otra promesa más como se han suscitado a lo largo de administraciones pasadas. La respuesta pronto la testificaremos poblanas y poblanos. Sobre todo los miles de usuarios que a diario se transportan en un servicio de tercera. ¡Demasiada belleza! Reporte del Informante Riesgo latente. La tensa situación que se vive a diario en el CERESO de San Miguel, aumenta peligrosamente. La comunidad presidiaria y sus familias, están cansados que la operatividad del reclusorio gire en torno a los recursos de los propios presos. Los grupos de autocontrol al interior del penal, se disputan el dominio territorial, para la captación de recursos. Los negocios de “protección”, alquiler de pantallas, uso de teléfonos celulares, administración de los comercios internos, este… están en manos de tres grupos. Las obras de ampliación al interior del penal, se hicieron con recursos federales. El reducido presupuesto para la alimentación de los presos, no alcanza para proporcionarles las tres comidas diarias. El sector que controla el tráfico de drogas es el que mayores beneficios tiene tras las rejas. Pueden pagar el alto costo que implica tener el estatus de privilegio. La restante tropa es segregada a áreas comunes. La organización de dominio inicia en la dirección del CERESO, sigue por los jefes de custodios, quienes mantienen el aparente control con intimidaciones y golpizas nocturnas a reos que se niegan a pagar las “cuotas” establecidas. El penal de San Miguel, está convertido en una olla exprés en ebullición que amenaza con explotar en cualquier momento. La prostitución es otra de las intensas actividades que se practican. Y aumentan los fines de semana -sábados y domingos- con la entrada de sexoservidoras. ¡Cárcel en ebullición! ruizdur@hotmail.com