Adrián Ruíz
Muerto el perro. La efímera aparición del barbosismo se extinguió por completo del gobierno estatal. Sólo resta el secretario de seguridad, Daniel Iván Cruz Luna -aunque más bien es gente de Héctor Sánchez-. La salida de la tercia barbosista Gabriel Biestro -Secretaría del Trabajo-; Beatriz Manrique -Medio Ambiente-; Ana Laura Altamirano -Desarrollo Social- e Isabel Merlo -SEP-; única del grupo Chidiac, eran los últimos escollos del muerto.
Tuvieron que pasar 14 meses después de la muerte de Gerónimo, para que el gabinete del gobierno fuera depurado. Los reemplazos de los cuatro secretarios, no garantizan honestidad. Pero siempre será mejor no contar con la mínima presencia del muerto.
El póker de cartas marcadas con corruptos desempeños en las secretarías. Y nulo trabajo para mejorar las condiciones laborales, el medio ambiente, el bienestar social y menos la educación, pretenden escaños en el Congreso local y hasta nacional.
Es risible la actitud de estos personajes empapados de la putrefacción del muerto. La buena noticia para poblanas y poblanos, es que políticamente se extinguieron del escenario poblano. Los sueños de postergarse en el poder gracias a la protección de Gerónimo, se frustraron.
Las cuatro secretarías, tendrán su mejor funcionamiento los siguientes tres días. Tiempo en el que estarán sin titulares. A partir del lunes llegarán los reemplazos, que de inicio nada positivo auguran.
La peor muestra es la incorporación de Estefan Chidiac a la Secretaría de Educación. La confirmación de la noticia es como para esperar lo peor para la institución. Los múltiples problemas que rodean a la SEP, aumentarán sin remedio.
Lo que está asegurado es el saqueo de las arcas. Lo que mueve a Estefan Chidiac, dónde se presenta son: recursos monetarios.
Las restantes tres secretarías, tampoco estarán sobre un lecho de rosas. Serán quemadas de pies a cabeza en el año de que nadie deje algo. Los elegidos para llegar a las secretarías del Trabajo, Desarrollo Social y Medio Ambiente, tendrán como propósito: llevar agua a su molino. Nada más.
¡Sin legado!
Reporte del Informante
Labor minúscula. La incorporación de Olivia Salomón al equipo de campaña de la candidata presidencial Claudia Sheinbaum, sin duda es una distinción -compartida-. La labor de la hechura del muerto, pero principalmente del extinto Rafael Moreno Valle Sánchez en la política de otro nivel, será minúscula.
Olivia Salomón no tiene los alcances para enlazar a Claudia Sheinbaum con los empresarios poderosos. El de las relaciones, siempre fue Rafael Moreno Valle Sánchez. El contador la llevó ante el libidinoso muerto, quien la hizo secretaria de economía. Y luego la proyectó -inútilmente- a la gubernatura.
La estrella de la labor con empresarios, será la periodista Ana María Lomelí, con más de 30 años de fortalecer relaciones en México y a nivel Internacional. Los vínculos que tiene con diversos expresidentes de México y Latinoamérica, le permiten un extenso abanico de nexos con el poder.
Carencia total de Olivia Salomón, quien tendrá mínima oportunidad de operar. Lejos muy lejos de ser protagonista en el equipo de campaña de la puntera a la presidencia del país.
El equipo de Claudia Shenmbaum, contempla en el plano estelar a Mario Delgado, coordinador general de la campaña, Citlali Hernández, Adán Augusto López -resucitado-, Tatiana Clouthier y Marcelo Ebrard.
Cómo coprotagonistas: Esthela Damián, Gerardo Fernández Noroña, Renata Turrent, Ricardo Monreal, Manuel Velasco, Regina Orozco, César Yañez, Paulina Silva y Ana María Lomelí y Olivia Salomón. Así las cosas.
Más pronto de lo que imagina Olivia Salomón se percatará que no es lo mismo negociar desde una secretaría estatal -economía-, lotes de terreno en La Vista, que convencer a empresarios que le metan a una campaña, sin ofrecer nada cambio.
¡Ventas a la vista!
ruizdur@hotmail.com
Se extinguió el barbosismo
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