viernes, noviembre 22, 2024
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Se presumen inocentes

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Adrián Ruíz
La lengua no tiene hueso. La denuncia de Ignacio Mier Velazco, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados contra Gerónimo Barbosa, el fiscal Gilberto Higuera Bernal, el ex de la UIF Santiago Nieto, tiene fundamento sin duda. Lo mismo que su responsabilidad en el turbio negocio del periódico Cambio. Y por supuesto el enriquecimiento de su socio el extorsionador Arturo Rueda.
Todos tienen larga cola que les pisen -por algo son políticos con excepción de Rueda-. No sólo son responsables de los ilícitos que se imputan. Aunque ninguno de los dos bandos se acusan de la mayor de sus cualidades: corrupción. Lo llevan en la sangre. Todos sin excepción.
La medida acertada de Ignacio Mier, fue poner la denuncia ante la Fiscalía General de la República -FGR- dónde seguirá su curso legal sin la intervención de Gerónimo Barbosa. En Puebla, ningún procedimiento tendría porque el gobernador tiene secuestrado al Poder Judicial -supuestos organismos autónomos-.
La Fiscalía General del Estado -FGE- y el Tribunal Superior de Justicia -TSJ-, están bajo el yugo de Gerónimo Barbosa. La impartición de justicia en Puebla, obedece ciegamente a los caprichos del autoritario gobernante.
La “filtración” de una investigación por lavado de dinero en contra de Mier Velazco lo hicieron los antes mencionados. En eso tiene razón el diputado. Por lo tanto es viable que puedan imputarse los ilícitos de revelación de secreto, tráfico de influencias. También los delitos de servidores públicos para perjudicar a Morena.
En eso tiene razón y de sobra Ignacio Mier. Y también aunque no es un delito que Gerónimo Barbosa y sus cómplices le orquestaron un “descarrilamiento” para sacarlo de la sucesión gubernamental en Puebla. El fondo es la candidatura. Saben de las posibilidades reales de que sea el elegido -por su roce a nivel nacional-.
Y están consientes -Gerónimo- principalmente- que si Ignacio Mier, llegará a ser gobernador de Puebla, lo que menos le espera al pésimo gobernador es la cárcel. El temor es fundado. A nadie de los actuales poderosos les conviene que alcance la meta. Rezan a todos los santos para que el milagro no ocurra.
El diputado federal les demostró que no tiene las manos amarradas. Consiguió que el nuevo titular de la UIF, emitiera un extrañamiento a la Fiscalía de Puebla por falsear información. El asunto no es menor por su gravedad.
En la pelea de poderes todos salen raspados. Porque si bien Gerónimo y cómplices son culpables. Ignacio Mier está lejos de ser el ejemplo de político de la 4T. Como socio del periódico Cambio – y de otros negocios con Enrique Dóger-, es responsable de los recursos de Procedencia ilícita.
Si bien no intervenía en la línea editorial del diario. Si lo hacía con las conexiones con funcionarios, empresarios y el poder de Puebla vía su socio Arturo Rueda. De igual manera sabía y sobre todo permitía las extorsiones que hacía a nombre de la sociedad.
La denuncia de Jorge Estefan Chidiac -otra ficha digno representante de la peor escoria de los políticos-, es contundente. El falso periodista -similar a los lacayos de Gerónimo- se dedicaba a la extorsión, chantaje y servir al gobernador.
Gerónimo Barbosa lo utilizo como a los que les paga para golpear a quienes considera sus enemigos -principalmente de gobiernos anteriores-. Le proporcionaba de manera personal la información documentada para los ataques.
Rueda y Gerónimo, comían y bebían en las oficinas de Casa Aguayo, dónde le ordenaba las publicaciones. El convenio de publicidad con Cambio era superior al millón de pesos mensuales. Por eso el servilismo. Luego rompieron y vino el castigo a Rueda. La suciedad estaba mezclada. Los dos bandos son sucios, corruptos, falsos. Están cortados por la misma tijera. Las acusaciones son ciertas. Pero son apenas mínimos porcentajes de lo que en realidad cargan en sus espaldas.
Si como asegura Gerónimo: “hay que ser serios, las mentiras ya no cuentan”. Todos deben ser sentados en el banquillo de los acusados. Son culpables.
¡Tan malo el pinto!
Reporte del Informante
Peligro latente. La complacencia de los gobiernos estatal y municipal, con el puente colgante de cristal más alto de Latinoamérica el Popocatépetl Sky Bridge, pudo acabar en tragedia la tarde de ayer en la zona de Angelopólis. La tormenta y vientos huracanados provocaron que el atractivo turístico pareciera de papel.
Por fortuna nadie se encontraba sobre el puente. Ni clientes que pagan 150 pesos -publico en general- ni huéspedes de los hoteles La Quinta y el Wyndham, en la Reserva Territorial Atlixcayótl -pagan 100 pesos por cruzarlo-. La obra de 61.1 metros de altura y 164 de largo sufrió daños en las piezas de cristal que cayeron al piso -por fortuna tampoco dañaron a nadie.
Por la velocidad y altura con la que cayeron los pedazos de cristal, fueron armas mortales. El puente empezó a funcionar el 12 de diciembre de 2021 en plena administración de quién cree lector: si delmpeor gobernador de la historia poblana Gerónimo Barbosa. Pudo pasar lo que recientemente ocurrió con un puente mal construido en Cuernavaca, Morelos.
¿Y las autoridades estatales y municipales de protección civil? Bien gracias. La prevención no es lo de Gerónimo Barbosa. Lo suyo sin las lamentaciones tardías. Pobre gobernador anda más perdido que un páncreas sin insulina.
¡Responsable directo!
ruizdur@hotmail.com

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