domingo, marzo 9, 2025
spot_img
InicioColumna La EntregaSe vale alucinar

Se vale alucinar

spot_img
spot_img
spot_img

Adrián Ruíz
Preámbulo: la Entrega volverá a encarar otra demanda ante los tribunales próximamente. Como ha sucedido por el trabajo de investigación periodística. Nada nuevo. Gajes del oficio. El litigio es desigual: el hampa contra la honradez. Se verá de que está hecha La Entrega. Otra vez la rectitud a prueba.
Para relajarnos y seguir riendo de las comicidades de Miguel Ángel García Muñoz. Va la del estribo -jajaja-.
No todos la controlan. A pesar de los años que tiene como comunicador y columnista -es un “gran” columnista-, nunca aprendió el sublime ejercicio de reportear. Escribe de oídas.
De entrada en su cómica y leída columna Reflexiones, titulada EL BURRO QUE BEBE ALCOHOL. Narra todas las “verdades” sobre el autor de La Entrega -Adrián Ruíz Durán-.
Tiene razón cuando afirma: ¿Quién le ha hecho creer al borrachito Adrián Ruíz que es columnista?. Porque soy reportero. Lo de borrachito también es cierto porque hace más de 25 años que no pruebo una gota de alcohol. Y no porque me desagrade. Lo hago por salud.
Lo saben compañeros del medio. Y amigos mutuos de los billares. Contrario a Miguel Ángel, sin problema paso cualquier prueba toxicológica. No voy a narrar lo que se mete él y me consta y no es alcohol. Por la simple razón de que cada quien puede hacer lo que guste con sus vicios.
También es cierto que fui office boy en Comunicación Social con Mauro González Rivera, Xavier Gutiérrez Téllez y Fernando Alberto Crisanto Campos. Lugar -Reforma 711- al que por cierto acudías a recoger tu “chayo” -igual que muchos más y me consta-.
En cuánto a qué mi esposa me escribía o me escribe lo que firmó -La Entrega-. Sería lo mejor que podía ocurrirme porque es una profesional de la comunicación -es egresada de la Universidad Iberoamericana- y tiene una maestría de la BUAP.
Lo que te “dije” según tú qué estaba bajo las órdenes de Mario Alberto Mejía, como su correo y cobrador de los chantajes. Seguro es verdad porque los cinco minutos -como máximo-, en los que una o dos veces hemos cruzado palabras, fueron suficientes para orquestar pillerías.
Lo mismo que contigo. Nunca hemos hablado más de 10 minutos. Ni siquiera te saludaba en el billar porque tú si ibas a alcoholizarte y a algo más. Si tú memoria no te falla, recordarás que saqué fotografías -las tengo- y Don Rafael Moreno Valle Sánchez, se dio cuenta pero no dijo nada.
Contados con los dedos de una mano tengo relación con gente de los medios de comunicación. Siempre he sido un lobo solitario. No hago grupo con nadie. No encajo en su ambiente. Soy un bicho raro. También un burro que bebe alcohol. Te faltó agregar que publicó verdades.
¿O es mentira que quisiste hacer presidente auxiliar a tu hijo Giovanni en Manantiales? O que a tu tía Guadalupe Gil Cariño por corrupta -a quién se parecerá- la habían corrido del Registro Civil.
Otros puntos cómicos: que fui sobornado por el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas, para ponerlo como un genio. Tan verídico como que fui el reportero incómodo de su sexenio. A tal grado que modificó la ley para denunciarme. Con todo el poder del gobierno ganamos la denuncia. Tan asiduo soy a las “piqueras’ que con toda seguridad ahí nos encontramos.
Tiene razón al afirmar que soy un fracasado del fútbol. Porque fracasé en el intento de ser jugador profesional. Lo intenté en varias plazas del país sin conseguirlo. Las clases que dice me dio en la cancha, debió soñarlas. Jugamos a lo sumo cuatro partidos juntos, cuando estaba en el ocaso de mi gris y fracasada carrera deportiva.
Clases en Puebla me dio René Paul Moreno -gran amigo actualmente- en el Puebla. Gonzalo “Chalo” Fragoso en Atlante. Cuauhtémoc Blanco en la tercera división. Desde luego Hugo Sánchez, Cabinho, Muñante y Spencer en Pumas. Y un etcétera en otros equipos.
Tu sugerencia de denigrar al periodismo ¿Cuál el que tú practicas? La voy a tomar en cuenta porque mis debilitadas neuronas no recuerdan que Ricardo Henaine me haya corrido del Heraldo de Puebla. Lo que no sólo recuerdo si no que hay testigos de gente cercana a él -entre otros su hijo- que fui a su oficina en Polanco de la ciudad de México a renunciar de la dirección de su periódico.
Me pidió que me quedará. No lo hice –me interceptaste un día en el billar La Bala de la 3 sur y 21 poniente, para pedirme su teléfono porque le querías vender tu maquinaria, bueno la de tú padre del ABC y te lo proporcioné, luego entraste a mi relevo-. Contrario a La Entrega le pegabas a Moreno Valle, porque te quitó el convenio y el “Chayo”.
Es vergonzoso que hayas recibido un periódico -ABC-, consolidado gracias al peor presidente municipal de la historia de Puebla, Victoriano Álvarez -pero esa es otra historia-. Y lo hayas quebrado.
Lo que también recuerdo y tengo presente por la ética con la que me he manejado a lo largo de más de 30 años de ejercicio periodístico es comprobar la información. Al autor de La Entrega lo pueden acusar de burro -como afirmas-, de broncudo, de enojón, de todos los defectos que gustes y mandes.
Pero nunca de difamador y menos de extorsionador. Jamás he practicado el deporte de la extorsión -al que tú y muchos por desgracia son asiduos-. Ningún político, servidor público y menos jueces y magistrados del Poder Judicial, como afirmas fueron, han o son extorsionados por éste reportero. ¿Podrías decir lo mismo? El autor de La Entrega tiene documentos comprobatorios para extorsionar. Pero siempre ha dado prioridad a publicar los hechos.
Sin lodo en la cara La Entrega te sostiene que si una sola persona, dice y comprueba que soy conocido por extorsionador, alcohólico o difamador. En ese momento dejo de ejercer el periodismo. ¿Harías lo mismo?.
Un ingrediente más tú servidor tiene muchas satisfacciones y reconocimientos periodísticos, que han dejado huella en las fuentes deportiva, policiaca y política. En cuanto a tocar temas de la vida familiar. No lo voy a hacer por respeto a tu familia. Tan conozco tu historia que me saldrías debiendo.
¡Lodo imborrable!
Reporte del Informante
El pasado persigue. La sombra de la corrupción que acompaña por todas partes a José Luis Nájera Muñoz, no lo deja ni en Instituto de Profesionalización del Magisterio Poblano. Si paso por el Colegio de Bachilleres del Estado Puebla -COBAEP-, explica su presente.
A La Entrega llegó información de como se hizo de millonarios recursos con la explotación de las Cooperativas de los 37 planteles que integran la red del COBAEP en el estado poblano. También la sociedad con un constructor de Zacatlán para el bachillerato Colegio Montecristo en el centro de la ciudad.
¡Angelito milagroso!
ruizdur@hotmail.com

RELATED ARTICLES
spot_img
spot_img

Most Popular