Adrián Ruíz
Sin piedad. Otra muestra de abuso de poder exhibió Gerónimo Barbosa. En un estado de indefensión total, hace y deshace en la aplicación de la ley. El secuestro de los poderes judicial y legislativo, sumado al ejecutivo que ejerce con total parcialidad, encarcela a quien le plazca.
En esta ocasión se ensañó con su ex cuñado, Luis Miguel de la Cruz Hernández. Orquestó una trama de violencia familiar en su contra para castigarlo a cumplir una sentencia de 7 años, 5 meses en prisión. La manipulación del poder judicial se observa con claridad.
La máxima sentencia por este delito es de 8 años. El juez Abelardo Gil Martínez, recibió la orden directa de Casa Aguayo, para dictar el fallo en contra de Luis Miguel de la Cruz.
Los testimonios de la “presunta” víctima Sofía Barbosa Huerta -hermana de Gerónimo Barbosa- y, de sus hijas -obligadas- María Teresa y Ana Sofía ambas de apellido De la Cruz Barbosa, fueron los que “convencieron” al juez de Oralidad y Ejecución en funciones del Tribunal de Enjuiciamiento, con Jurisdicción Estatal. Para dictar la rigurosa sentencia de acuerdo al proceso 33/2022/JO/SUR-ORIENTE.
Además por el supuesto daño moral deberá pagar 12 mil, 82 pesos, con 7 centavos. Y por la reparación del daño material, la suma de 158 mil, 418 pesos, con 75 centavos.
El juez sin contemplaciones e instruido por la mafia del poder en Puebla, resolvió el castigo máximo sumados los 5 años 9 meses por el delito básico -violencia familiar- y un año 8 meses por la agravante. La orden es que permanezca el mayor tiempo posible en prisión.
Sobre todo porque Luis Miguel de la Cruz, fue encarcelado desde el pasado 25 de marzo de 2020. Es decir tiene 2 años, 6 meses en el CERESO de San Miguel. Apenas unos meses asumido el poder Gerónimo, ordenó la prisión preventiva.
De manera parcial y arbitraria, Gerónimo Barbosa, manipula la ley en Puebla. Todo antes que la fortuna mal habida sea compartida por personas diferentes a la familia Barbosa Huerta. Luis Miguel de la Cruz, estaba casado con Sofía Barbosa Huerta, por el régimen de bienes mancomunados. Y como es prestanombres de Gerónimo, empezó a manejar los negocios familiares.
Situación que bajo ninguna circunstancia aceptó el líder de la tribu de Zinacatepec.
¡Refunde a ex cuñado!
Reporte del Informante
Pillos disfrazados. Un camuflaje perfecto de empresarios viste a la familia Layón Aarún. Es una vestimenta para ocultar sus actividades ilegales. Pepe Layón Ramé encabeza el clan mafioso. Los giros “negros” a los que se dedican son variados.
Entre otros al millonarios negocio de “surtir” de mercancía al tianguis de San Martín Texmelucán. Para eso cuentan con la protección de la presidenta municipal: Norma Layón Aarún, quién se eterniza en el cargo -segundo periodo consecutivo-.
Pepe Layón es el surtidor principal de la materia prima para la maquila de la ropa, que se comercializa los martes en el mercado de San Martín. Se podría decir que se trata de una actividad legal.
Sin embargo cae en la ilegalidad al etiquetar las prendas con marcas registradas de prestigio. En el tianguis de San Martín se vende todo tipo de mercancía: legal, pirata y robada.
La presidenta Norma Layón lo sabe. Tan lo sabe que también conoce quien es el principal operador del negocio: Pepe Layón su progenitor. El amparo de la edil de San Martín, no es suficiente. La protección viene de más arriba: Julio Huerta Barbosa, director de gobierno -en la práctica secretario de gobernación y primo de Gerónimo Barbosa, muestra clara del más cínico nepotismo-.
La pobre secretaria de gobernación en el papel, Ana Lucía Hill Mayoral, ni por enterada. Se la llevan al “baile”. No existe. Anda ausente. Y consciente todo.
Por supuesto la “bendición” definitiva la da Gerónimo Barbosa. Por algo y para algo solapó la reelección de Norma Layón. La presidencia municipal y el tianguis de San Martín Texmelucán, dejan millonarias sumas de dinero.
Entre los giros que destacan están: robo de vehículos, huachicol -perforaciones de ductos de Pemex-, secuestros, tianguis, narcotráfico, cobro de piso, etcétera, etcétera y todos los etcéteras imaginables.
Gente como los Layón Aaurún, son vistos cómo distinguidos empresarios. La piel superficial esconde al lobo que llevan dentro. Engañan con montajes de negocios como Grupo Fórmula Angelópolis, dónde vendían autos robados. La Fiscalía General del Estado, se hace que la virgen le habla con las denuncias que interpusieron los afectados.
Los Layón Aarún, tienen el suficiente poder económico para “comprar” conciencias del gobierno estatal. Y mantener en sus nóminas -incluida la de la presidencia municipal- a medios de comunicación y “columnistas”. Cada mes puntualmente reciben lo suyo. Proveniente de los ilegales negocios de la mafiosa familia.
¡”Mochada” para todos!
ruizdur@hotmail.com
