Adrián Ruíz
Nudo ciego. El alto grado de corrupción que envuelve a la Normal de Teteles, carece de solución. La SEP, ahora encabezada por Jorge Estefan Chidiac, dio atole con el dedo al Consejo Estudiantil y la plantilla docente inconformes con el cuerpo directivo.
Ante el caos vial que vivió el centro de la ciudad el pasado viernes. El secretario de Educación, negoció con las protestante la salida de tres directivos y dos integrantes del cuerpo docente. La tibia medida en nada contribuye para exterminar al terrible monstruo de deshonestidad en la Normal Carmen Serdán y la SEP en general.
Cómo alguien -Estefan Chidiac- que está inmerso en el mundo de podredumbre, puede combatir el mal. Además de ser ilógico, es imposible. El flamante titular de la SEP, llegó a cerrar con “broche de oro” la administración.
Los múltiples negocios que se concretan en la Normal de Teteles, alcanzan para directivos y docentes que por años tienen secuestrada a la institución.
Las salidas de Emilio Guerrero, Antonio Juárez y Leticia Sánchez, miembros del cuerpo directivo anterior y los docentes Sergio Valera Palestina y Teresa, nada aportan para acabar con la suciedad de la Normal de Teteles. Sólo cortaron uno de los múltiples tentáculos del voraz pulpo al interior de la educación en Puebla.
Las cabezas mafiosas son intocables. Durante décadas gozan de la gracia de las autoridades de la SEP, para hacer negocios con el presupuesto y las propiedades de la institución.
Al Consejo Estudiantil le tomaron el pelo en la negociación. Cortaron las cabezas de peones. A las piezas claves del ajedrez no las tocaron. La corrupción y negocios seguirán a la orden del día.
Ni la anterior directiva, ni la actual dejarán la práctica del beneficio particular. Saben que vienen tiempos electorales y son males necesarios para los candidatos -sobre todo de MORENA-.
La situación los hace intocables. En la Normal Carmen Serdán, el camino de la corrupción no tiene vuelta de hoja. Por el contrario.
¡Leña al fuego!
Reporte del Informante
Mañoso plan. Las diferencias de los ediles de San Pedro Cholula -PAN- Paola Angón y de San Andrés -PAN- Edmundo Tlatehui, redunda en perjuicio de la ciudadanía. La “Feria de la Michelada” celebrada cuatro días -14 al 17 de marzo- en San Pedro, fue el gran negocio para el edil de San Andrés.
Los presidentes panistas más que rivales, parecen socios de un negocio bien orquestado. Mientras Paola Angón, en su territorio, vendió cerveza y alcohol a diestra y siniestra. Edmundo Tlatehui, cobró multas a través del alcoholímetro.
Las principales víctimas fueron jóvenes con posibilidades económicas que llegaron al lugar -San Pedro-, para pasar un rato agradable. A la salida para trasladarse sus casas, tenían que atravesar territorio de San Andrés, donde les esperaba el operativo alcoholímetro.
La inminente multa y encierro de los vehículos nadie la evitó. Para recuperar las unidades pagaron 12 mil pesos. Divididos entre arrastre de grúa, pago de piso por resguardo -200 pesos diarios- y la infracción correspondiente.
Los dos ediles ganaron en un negocio bien organizado. Los panistas necesitan recaudar recursos para apoyar la campaña de sus candidatos. La manera de hacerlo es lo de menos.
¡Ediles panistas!
ruizdur@hotmail.com
