Adrián Ruíz
Lujos ofensivos. Una verdad inocultable es que los marinistas traen tatuado el sello del “precioso”. Y no es ningún delito. Tampoco algo para avergonzarse. Lo que si es ofensivo es la ostentación cínica de algunos como José Luis García y su jefe Alejandro Armenta Mier.
José Luis García se exhibió y también al Senador Armenta Mier, por partida doble en el mismo día. Primero con el estreno de un vehículo de lujo de más de tres millones de pesos. Y luego con la supuesta devolución del automóvil -ridículo sin credibilidad-.
Como explicar que alguien con un sueldo inferior a un millón de pesos anuales. Pueda adquirir un coche de más de tres millones. Ni comiendo aire. Ni viviendo en un parque público, tendría el poder adquisitivo para comprar un auto de ese precio.
¿En cuánto le salió la supuesta devolución? Además de la pérdida del pago parcial -enganche por lo menos del 40%, un millón 200 mil pesos-. La penalización por cancelación de la deuda -o tal vez la influencia del Senador, evitó que su asesor pierda dinero-.
¿Cuánto pagó para la reivindicación de Loret de Mola en el mismo espacio, dónde horas antes lo exhibió?. Y es sabido que el conocido comunicador -no periodista- se las gasta para eso de cobrar para publicar una noticia.
Y aumenta el costo cuando después de criticar hay que justificar. Al asesor le salió más costoso que si se hubiera quedado con el automóvil.
Por si fuera poco pasó a traer a Alejandro Armenta, a quien le llueve sobre mojado. Otro punto menos en la búsqueda de la candidatura a la gubernatura por Morena. El senador ya no ve lo duro si no lo tupido. Y lo peor está por venir.
Los marinistas entre ellos Alejandro Armenta no pueden ocultar el dinero y lujos a los que se acostumbraron. Si bien el Senador no puede responder por los actos de terceros. Es un hecho irrefutable que es uno más de los beneficiarios del sexenio marinista.
También es un personaje que gusta de lujos y bienes valiosos. Alejandro Armenta, en su momento -y en la actualidad-, disfrutó de los placeres que brindó, pertenecer a la burbuja “preciosa”.
Fueron contados los privilegiados del círculo marinistas. Entre ellos Alejandro Armenta. Fueron tan poderosos que hablaban de conquistar el país. el caso Lydia Cacho, acabo con los sueños de grandeza.
El senador dispuso de poder y recursos. Trae en su personalidad el sello del precioso. Además de su peculiar agresividad física. Para resolver conflictos se inclina por la agresión. Rechaza el diálogo.
En cada oportunidad exhibe sus conocimientos de artemarcialista. Un exprocurador de Justicia, puede dar fe de ello -pero esa es otra historia-.
En Armenta Mier, aplica el adagio: la educación se mama y se complementa en la escuela. Nunca se codea con las castas poblanas. Adopta sus propias costumbres. Que no siempre son las mejores.
Para los marinistas el gusto por tener aquello de lo que siempre adolecieron es algo necesario. Anteponen siempre los intereses económicos. Por ello se aferran al poder.
La voracidad los condujo a perderse en excesos. Les gusta presumir la riqueza, aunque no tengan manera de justificarla. Les resulta relevante llamar la atención mediante vehículos costosos, trajes de marca, zapatos y celulares de lujo.
Sin faltar siempre un chofer que les permite que los vean como poderosos funcionarios. En ese esquema se quedaron muchos personajes que hoy no pueden quitarse el estigma de ser “preciosos”. Imitaciones perfectas de su precursor, ideólogo y tutor hoy caído en desgracia.
Armenta Mier y la escena de su asistente -coordinador de asesores, director administrativo y demás cargos- es propia de una absoluta falta de educación. La precipitación al vacío orilla al Senador a cometer errores garrafales.
Al interior de su círculo justifica temerariamente: que todo sale del interior de Morena y afirma que quién lo está superando en la carrera es el responsable.
Olvida que las evidencias, no son producto de una difamación. Por el contrario es una clara práctica que les aflora a los Marinistas. La cual consiste en evidenciar lujo y derroche económico producto de ganancias ilícitas.
¡Prácticas recurrentes!
Reporte del Informante
Ediles sin futuro. Además de las evidencias físicas de las inútiles administraciones municipales de Puebla, Tehuacán y San Pedro Cholula. Los números de la encuestadora Masive Caller, los colocan entre los 10 peores del país.
Eduardo Rivera Pérez -Puebla y panista-; Pedro Tepole Hernández -Tehuacán y morenista- y Paola Elizabeth Angón Silva -San Pedro Cholula y panista-. Se encuentran en las posiciones 10, 14 y 15 respectivamente de entre los peores ediles municipales del país.
El edil capitalino fue calificado con apenas el 54.3 por ciento de aprobación. El de Tehuacán, apenas alcanzó el 26.9 por ciento. En tanto Paola Angón, escaso 26.7 por ciento.
La encuesta en la que con seguridad sobresaldrían sería la de la corrupción y enriquecimiento. Muy pocos pueden presumir que los superan.
ruizdur@hotmail.com
Tatuados de “preciosos”
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